martes, 27 de junio de 2023

EASTSIDERS / GLAMOROUS

 

EASTSIDERS Sexo, mentiras y Silver Lake (pero en un remolino de pasiones, secretos y muchas verdades). Una serie en streaming muy actual. © Netflix



PARA CONTINUAR CON LA CELEBRACIÓN (¿MÁS…?) EN EL MES DEL ORGULLO LGBTTIQ+

EASTSIDERS (Netflix, 2012-2019).
Sintonizamos, bueno, la verdad desde fines de mayo, la serie Eastsiders en la plataforma de la “N” roja. La primera temporada, son 4, nos pareció “chistosa” —y la seguimos por mera curiosidad—. A saber: rebosante de personajes cliché de la comunidad gay de Los Ángeles, y de todos lados, que bien podrían ser también del SoHo de NY, de Berlín, Zurich, Bogotá o la CDMX. Pues aquí y allá hay patrones que se repiten y lo único que cambia es el idioma, la idiosincrasia y el poder adquisitivo de los actantes. Por supuesto los tipos (chicos y chicas) que nos muestra la serie son de la clase media californiana con sus variadísmas personalidades, sus trabajos, sus fiestas, sus relajos y algunos fines de semana en Palm Springs. El tono es de comedia con hartos gags, intrigas, melodramas y músculos al aire en los gyms y en las escenas íntimas.


EASTSIDERS 2a. temporada. El público, ya muy bien ubicado en la trama y la psicología de los personajes, siente que los episodios fluyen mucho mejor y ya resultan familiares y perfectamente identificables. © Netflix  


 

Desde la 2ª temporada los capítulos se suceden mucho más vertiginosamente y se surge una verdadera adicción, pues uno quiere saber qué pasará con los romances, las infidelidades, el amor incondicional, la lealtad a toda prueba (aunque sea de no creerse sí existe). En fin, que se pasa uno un muy buen rato viendo varios capitulos por noche (¿cosa rara, verdad...?).


Los actores son idóneos para sus papeles, eso demuestra que el 
casting fue muy riguroso. Los mini argumentos, que suelen resolverse a lo sumo en 3 capítulos son bastante ligeros, realmente entretenidos y muy divertidos, aunque no puede decirse que sean bobos o superficiales, sobre todo los que atañen a la pareja de Cal (Kit Williamson) y Thom (Van Hansis), que son muy interesantes e hilo conductor a través de los cuales se desarrollan las subtramas del resto de la “pandilla”. Se tocan temas como la "heteroflexibilidad", la bisexualidad con y sin fidelidad, las parejas abiertas, la paternidad (maternidad), la adopción homoparental, los juegos de poder, el control a través del dinero, la belleza y por supuesto el deseo y el sex-appeal.



EASTSIDERS Temporada 3. Cal y Thom en un road trip desde Nueva York hasta Los Ángeles se verán enfrentados a situaciones límite que redefinirán el curso de su relación. © Netflix



Entre muchos otros, Jeremy (Matthew McKelligon) y Derrick (Leith M. Burke) también son un par de actorazos con personajes geniales que le añaden un toque de esa angustia existencial que invade a quienes planean darlo todo para desarrollar una relación madura, profunda, sólida y que además implica la paternidad.



EASTSIDERS Temporada 4 y final. Sólo con algunos toques muy estridentes, el fin de la historia llega con la toma de conciencia de una realidad que marca la madurez de los personajes y en consecuencia su destino. © Netflix



Ese par de capítulos en los que aparece Colby Keller, uno de los dioses más fabulosos del porno gay, es sorprendente, pues la singular superstar da una cátedra de cómo ser atemporal, guapérrimo y actuar tan bien como si hubiese tomado clases con el mismísimo Lee Strasberg en el Actor’s Studio ¡no bueno…! (Donde se formaron Brando, Dean y Monroe, claro). Honestamente nos quedamos de “boca abierta”.

¡Corte…!



GLAMOROUS Un hilarante cuento de hadas que no solamente presenta al glamour como una fantasía colectiva sino como la realidad de una importante industria posicionada a nivel global. © Netflix



DEL GLAMOUR DE GLAMOROUS (Netflix, 2023).
Es un verdadero deleite volver a ver a Kim Kattrall (la mítica “Samantha” de Sex and the City), pero esta vez como Madolyn, una energética empresaria de la industria de la cosmética cuya belleza y perseverancia son la inspiración de un mercado altamente competitivo y diverso como es la venta de ilusiones y “glamour” a nivel mundial. 

Los actores, todos, desde Miss Benny como el asistente multi task Marco Mejía (el coprotagónico) hasta el misterioso chofer, pasando por el carismático Michael Hsu Rosen como Ben el diseñador gráfico de la firma, son perfectos; como debe ser en una serie que se respete. Aunque no es una súper producción como White Lottus (m-a-r-a-v-i-l-l-o-s-a) o Mad Men, sus valores técnicos y artísticos son muy lucidores y decorosos.

La serie cuenta tan sólo con 10 episodios que son una verdadera delicia, pues los personajes dentro de su simpática desmesura saben cómo solucionar los conflictos de cada entrega. El grand finale presenta la mejor resolución posible que el arco dramático en general requirió, para darle la coherencia lógica y necesaria a este cuento de hadas híper maquilladas —y duendes que las acompañan—.
     
En fin, ésta sólo es una nota para describir a grandes pinceladas dos excelentes series que deberían ser vistas y disfrutadas por todo tipo de público. Porque en casi todas las familias hay personas que bien pudieran ser muy parecidas (o idénticas) a las de ambos repartos, y no me refiero solamente a los de la comunidad LGBTTIQ+.

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado