sábado, 10 de agosto de 2013

DE ETERNA FASCINACIÓN

NORMA JEANE BAKER Ser reina de Hollywood era un sueño dorado para la mayoría de las chicas. Norma Jeane no fue la excepción.



La  noche del sábado 4 de agosto de 1962, una linda chica de Los Ángeles fue asesinada.  Supuestamente estaba sola en su casa, así que "nadie" se  dio  cuenta ni  la defendió.  Ninguna persona la auxilió a  pesar  de  sus  gritos. No hubo piedad para ella. Una  vez aplicado el  veneno nadie llamó a la ambulancia, por si el asesino se hubiera arrepentido. Así nadie estuvo a su lado para acompañarla ni tomarle la mano dulcemente durante su agonía. Alguien la "descubrió" ya muerta y entonces la  policía  fue  notificada, pero  muchísimas  horas  después.  

La  noticia  salió  en  los  periódicos  hasta  el  lunes 6. Después de la autopsia, se  reconfirmó la sospecha de "suicidio". Su cuerpo permaneció en un refrigerador de la morgue durante 3 días sin que nadie lo reclamara. Un  furtivo  fotógrafo  sobornó  al  guardia  nocturno  para  tomarle  fotos al  cadáver. Finalmente, uno de sus  ex esposos se encargó de los funerales. Pero él no permitió la entrada del público y mucho  menos a la gran mayoría de sus “amigos”, ni  los  invitó tampoco, porque los consideró bastante falsos y hasta "cómplices" de su deceso. Había muerto la estrella de cine más magnificente de su era... Marilyn  Monroe.


A  pesar  del  tiempo, su legado parece crecer año con año, porque la  hermosura de  esta mujer y su talento fueron capturados por las cámaras cinematográficas a razón de 24 cuadros por segundo y sus fotografías se  siguen  reproduciendo en  cantidades  industriales. La Monroe actuó apenas en 31 películas, que van desde sus primeras apariciones de 3 segundos, como extra,  hasta sus famosos estelares. Todo  mundo  la  conoce  a pesar  de que  tal  vez  no  hayan  visto  ni uno  solo  de  sus filmes completos.  

La pequeña Norma Jeane —como toda persona nacida después de la invención de la fotografía—, fue retratada desde que era una rubia bebé de ojos azules. Aunque muchos aseguran  que no era "rubia natural". Diecinueve años después, comienza su carrera de modelo. Ya  bien  cotizada como tal  las tomas se multiplicarían hasta niveles inconmensurables. Los “click” de las cámaras la acompañarían durante toda su vida, como si fueran los latidos de su propio corazón… 

Un día le dijo al jefe de casting de un estudio:

“No me importa el dinero, sólo quiero ser maravillosa”. 

Nada podría ser más verdadero. Todo lo que ella anhelaba era ser completamente fantástica. No sabía que desde el principio ya lo era,  y por mucho... 


Nacida pobre e ilegítima en el Hospital General de Los Ángeles, de una vestuarista de la productora de  películas RKO,  y de un novio que desapareció en cuanto supo que  Gladys, la "loca", estaba encinta. El embarazo no  deseado y el abandono de su primer marido —que también le había  quitado a sus  dos  hijos previos—, el desprecio de sus amantes subsecuentes y su  precariedad  económica  fueron los detonantes de la esquizofrenia de la guapa pelirroja, nacida en México. Pronto fue ingresada en el manicomio. 

Así, Norma Jeane a partir de los  5 ó  6 años de edad fue internada en  el  orfanatorio y  después creció rodando de casa en casa, sin ser realmente cuidada ni apreciada por  nadie. En  tales  circunstancias la  pequeña no obtuvo nunca el cariñoso estímulo afectivo e intelectual que se les prodiga a la mayoría de los niños cuando son queridos, porque no tuvo una familia fija que la formara, la guiara y la quisiera de verdad. En casi todas esas casas de  acogida siempre fue la última, la más relegada. Luego entonces, de todas sus carencias, la del amor fue la más terrible, la más dolorosa. Las familias sustitutas lo que realmente querían eran los dólares que recibían del condado por tenerla en custodia. Recordad que eran tiempos de la "Gran depresión" de los años de 1930.

A pesar de todas esas desventajas, e increíblemente, su coeficiente intelectual llegó a ser muy superior a la media, se dice que de 165 puntos. Por éso, y a pesar de no haber concluído la instrucción secundaria (igual que  tanta  gente del  espectáculo de  esa  época)  porque la casaron para evitar que regresara al orfanatorio, ella en  un  principio podía leer libros de cierta dificultad cognitiva y  después  muchos de franca profundidad inclusive  filosófica. Tanto le interesaba la cultura y  terminar  de  instruirse, que a pesar de ser toda  una starlett se inscribió en un curso universitario de literatura, donde todos sus  condiscípulos la conocían porque "salía" en las películas. Por su sencillez, aplicación  y conducta muy decorosa la admiraban pero la respetaban. 


MARILYN "BATHING SUIT" Una figura de sirena es el vehículo idóneo para ser modelo publicitaria. Si se tiene algo más el paso al cine es lo que sigue.


Todavía adolescente, pero ya consciente de que era una güera más, bastante mediocre, de que estaba desorientada en la vida y de que existía todo un universo inabarcable por descubrir —más allá del orfanato, de su prematuro y anodino matrimonio con un chamaco bastante bobalicón, y después de su rutinario trabajo de obrera en una triste fábrica—, cerró los ojos con fuerza y soñó que ella no era ella.


La imagen  idealizada  de la mujer como símbolo erótico ha  sido  en  el  arte lo que  más provoca.
MARILYN MONROE: MITO ERÓTICO La imagen idealizada de la mujer como símbolo erótico en el arte no había tenido jamás un referente tan potente. Previas a Marilyn sólo habían existido las diosas mitológicas, criaturas imaginarias de la escultura y la pintura.



La joven Norma Jeane soñó que soñaba un sueño donde ella era la más hermosa, la más dorada, admirada y amada. Aquel juego  onírico le gustaba tanto que volvería a hacerlo todas las noches; era tan intensa su ilusión que inclusive también se repetiría como una ensoñación diurna.  Pero en  las  mañanas, de  camino a  la  planta  industrial le quedaba bastante claro que tendría que seguir soñando.  Era lo  único que  podía hacer  para mitigar sus miedos, su miseria y la angustia de saber  que  su  esposo  se  encontraba  ausente porque el  país estaba en  guerra... y vivía entonces con su suegra. 


CORTE A: 
Un fotógrafo publicitario la "descubre" y le dice que es preciosa,  idónea  para  ser  modelo...


NORMA JEAN DOUGHERTY Era una de tantas modelos de revista, la perfecta "chica de al lado". Tan fresca que fue muy solicitada como cover girl  



Poco a poco, consigue por sus propios medios ser una de las cientos de modelos que había en Hollywood, la ciudad glamour, la  "Capital del Cine". Viviendo aquí y allá, logra subsistir. Aprende a  disimular  sus  piernas flacas  y  chuecas, sonríe, camina, gira coqueta, posa, seduce... y brilla. Brilla de verdad porque le dicen que se aclare el cabello de rubio castaño a su tono rubio  original, el que tenía de bebé. Ya se enfilaba hacia el camino correcto para “ser maravillosa”, según sus propios parámetros, que eran cada vez más  precisos,  más exigentes. Con  el  tiempo sería evidente que sus anhelos no estuvieron nunca fuera de su alcance...


Hay cientos de fotos de Norma Jeane y sus maestros, preparándose en clases de todo. Sí,  Norma Jeane y su desmesurada preocupación por la perfecta dicción y la colocación de la voz para el canto, por la belleza, por su arreglo personal, el cuerpo, el ejercicio, la correcta postura. Ahora estaba obsesionada por todas las cosas; por saber los secretos del arte que muy pronto pondría en práctica: la actuación. 


¿Cómo podía atreverse esta pobre bobita pretenciosa a quererlo "todo"...?, se preguntaban muchos. Si lo que único que veían era  a una vulgar bonitilla más, de boca demasiado roja y exagerados contoneos. Como estaba divorciada y  sola se burlaban de ella. Continuaría siendo humillada, subestimada y abusada. Vaya que fue abusada: por  los  instructores,  por los agentes,  por  los  productores  y  por  todos los  que tuvieran  un poco  de  poder  e  influencia en los estudios. La labor que  se proponía se antojaba algo casi imposible de  lograr, titánica. ¿Ser actriz para  ser  vampirizada?,  había  que  ser una  especie de sexo servidora antes...  "¡Ay, pero pobre infeliz, con esos antecedentes y carencias!", decían sus "amistades". "¡Si no es  fotogénica y  tampoco sabe hablar...!", decían los directores y los productores. ¿Cómo crear  entonces  a una vampiresa a  partir  de  una campesinita ignorante y tonta...?



NORMA JEANE AL NATURAL El fotógrafo húngaro, André de Dienes, intituló como "Happiness" esta foto de Norma Jeane Dougherty sin maquillaje en 1946. Estaban en la playa de Malibú leyendo poemas y ella personificaba los diversos sentimientos del alma humana. © André de Dienes


Más tarde, cuando comienza a fulgurar bajo los cegadores reflectores de la fama porque el público le escribía toneladas de cartas y la pedían en más filmes―, "Marilyn" jamás pierde la firme visión que tenía de la artista fabulosa que estaba diseñando y recreando poco a poco; en secreto, con la  ayuda y  la  guía de sus profesores. Mientras se mostrara "sirena" sería notada, admirada y deseada. 

Corre el año de  1950 y ha logrado entrar al cine por tercera vez (para ese entonces ya la habían despedido de la Fox y de la Columbia). Le dan más  papelitos de ornato con una ropa tan entallada que pronto la apodarían la "Chica Mmmmh". Pero ella no se conformaría con éso. Quería mucho más. Necesitaba vehementemente convertirse y ser respetada como actriz. Así que trabaja incansablemente para perfeccionarse en su oficio pincelada tras pincelada, de manera acuciosa y milimétrica; hasta los niveles mismos de la locura. ¡Como los artistas verdaderos...!



MARILYN DESNUDA Despedida de la 20th Century-Fox y sin renovación de contrato en la Columbia Pictures, Tom Kelley le ofrece una sesión de fotos al desnudo. Ella acepta por cincuenta dólares y nace entonces "Golden Dreams", el mítico calendario de 1950. © Playboy


¡Ah, Norma Jeane, Marilyn…!, esa pobre "putilla" (así la consideraban los jefes de los estudios) que  desarrapada y sin apellido, se atrevió a hilar ella misma el lienzo en el que plasmaría lo que desde siempre había soñado: La prodigiosa  imagen de una diosa de nitrato de plata. 




LA MONROE EN LA MONROE Nunca antes, jamás después... Marilyn Monroe.
© Milton Green State


La metamorfosis se da poco a poco y la chica linda pronto será esa divinidad dorada de mirada profunda y celeste, melancólica... de labios sonrientes e incitantes. Siempre feliz en el templo inmaculado de su imagen de obsesión: el calendario rojo, la loca de los diamantes o la ingenua de la falda levantada al aire; la Venus que sería, final y oficialmente, glorificada por el arte pop de Andy Warhol en esa imagen que cerraría  una era y abriría otra.

MARILYN A LA WARHOL De Andy Warhol esta "Multi Marilyn" de 1967, retomada del original de 1962, está en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.


No podemos pasar por alto a  Ken Russell con su increíble película Tommy (GB, 1975).


MARILYN DEIDIFICADA En la "Marilyn Church" ella es diosa y sacerdotiza de una nueva religión. La ópera rock Tommy (GB, 1975) dirigida por Ken Russell. © RSO Records / Columbia Pictures



Sin embargo, no debemos olvidar que el mundo está lleno de paradojas, y  que Marilyn a pesar de ser, y  representar a la inalcanzable Monroe, en  realidad nunca dejó de ser aquella triste y  solitaria güerita abandonada en  el  orfanato, que sabía que en realidad no era huérfana.  Ella jamás dejó de ser Norma Jeane, la temerosa chiquilla de vocecita balbuceante, la de los zapatos  viejos y los calzones agujerados. 

De  signo Géminis ella era  dos  personas a  la  vez pero la misma. Mujer-niña en la cumbre de la fama atómica—, que tampoco  terminó  de  creerse el "cuento" de que ya era quien era. Pese a lo que era,  todavía insegura se preguntaba si su obra maestra: "la Monroe", había logrado gustarle al público, ese maravilloso ente irreductible, al que sabía que era el único monstruo al que le pertenecería siempre... 



La metamorfosis total, de Norma Jeane a Marilyn.
© Bert Stern, 1962



Su despedida del mundo fue su arrolladora presentación como la máxima atracción de aquella noche del 19 de mayo de 1962 en el Madison Square Garden de Nueva York, en la que entre una pléyade de artistas de primera magnitud, como María Callas, celebraría al presidente  John F. Kennedy con su voz y su presencia. Su interpretación, y su vestido, se conjugaron para crear el más famoso "Happy Birthday" de la historia. Ella cerró el espectáculo. Todavía sonaban los acordes del estribillo cuando apareció el enorme pastel. Enseguida, Kennedy subió al estrado para agradecerle, a ella, y sólo a ella,  semejante actuación; pero ella ya no estaba.

Doce días después, el 1° de junio, ella misma cumpliría tan sólo 36 años. Lo que pasó después ya lo sabemos...  



MARILYN MONROE "HAPPY BIRTHDAY" Mucho más allá de la super star esta fue su apoteosis final; ya transfigurada en la más deslumbrante diosa del amor de nuestra era.


¡Corte y queda...!

March de Malcriado

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