jueves, 26 de noviembre de 2015

DE LA QUE QUIZO SER MUJER ANTES QUE MONJA


Y Anna sale al mundo. Tiene que probar la firmeza de su vocación... Sólo  en  esta  joya, IDA. Por  favor,  no  se la  pierdan. Foto: © Opus Film / Phoenix Film Investments



IDA. Polonia, 2013. Dir. Pawel Pawlikowski. Un buen día, antes de tomar los hábitos y los votos de obediencia, pobreza y castidad, la madre superiora le ordena a Anna salir al mundo a probar la firmeza de su vocación.



Así  que: Toc-toc. ¿Quién  es...? Señora,  le  aseguro  que  no  soy  "la  vieja  Inés...", soy  su  sobrina, la  princesa  del  convento sin  rompope. Foto: © Opus Film / Phoenix Film Investments


Después  de unas horas, Anna (Agata Trzebuchowska, en su debut cinematográfico) llega  a la  casa de su única pariente cercana, su tía Wanda (Agata Kulesza), una mujer mundana que, sorprendida, poco a poco le ayuda a descubrir y a entender quién es ella en realidad. Y viceversa…


Ambas emprenden un viaje en el que Anna se volverá 
Ida, la hija de unos judíos que vivieron el horror de la Segunda Guerra Mundial. En medio de tantas revelaciones conoce a Lis (Dawid Ogrodnik) un joven y atractivo saxofonista. Con  todas  las   hormonas  en ebullición,  es lógico que gracias a él se da cuenta de que quiere ser mujer. Decide entonces soltarse el pelo, pintarse los labios, ponerse tacones y seducirlo…




La monjita queda fascinada con Lis (Dawid Ogrodnik) un saxofonista nada  feo. Se da cuenta entonces de lo  que quiere: ¡Ser mujer...! Foto: © Opus Film / Phoenix Film Investments


Ésta es una película intimista, de una belleza que impresiona, tanto por su temática como por sus valores de producción, en los que sobresalen, claro,  además de la soberbia dirección 
la  American Society  of Cinematographers galardonó a Pawlikowski como  mejor director, la música italiana de los años de 1960, la fotografía en blanco y negro,  que nos remonta al pasado y, sobre todo, las grandes actuaciones. 

Las dos mujeres,  una  cuasisanta y  la otra bueno... llevan algo que no les cabe en el pecho,  y tienen que liberarlo. Lo harán juntas. Pues sólo se tienen la una a la otra y el mundo en realidad es, y ha sido, una verdadera amenaza para ellas.



Hay  que  ver el  efecto  de las canciones italianas de  amore... Foto: © Opus Film / Phoenix Film Investments


Sólo habrá un acto de redención para cada una. Ninguna podrá escapar de su destino…

Hay que mencionar que Kulesza, por  su magnífico  trabajo  como la tía Wanda,  ganó su segunda Águila de la Polish Film Award. ¡Qué actuación...! La anterior fue por 
Róza de Wojciech Smarzowski, 2011. Por su  lado, Dawid Ogrodnik, también se llevó un Águila —por supuesto, de la Academia Polaca—, al mejor actor de reparto.

Una actriz sensacional, Agata Kulezsa como la tía Wanda;  uno de los papeles más estremecedores y trágicos del cine. Foto: © Opus Film / Phoenix Film Investments


Multipremiada en su país y en Europa. Fue nominada al Óscar a la mejor fotografía y ganadora del mismo a la mejor película extranjera en 2015. Es una película sencillamente excepcional. ****

March de Malcriado

martes, 24 de noviembre de 2015

DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LAS INTELIGENCIAS RUDIMENTARIAS

Para  descifrar  El código Enigma que  usaban  los  nazis  para  dominar al  mundo, el  científico Alan  Turing tuvo que inventar la  primera  computadora. Foto: © Black  Bear  Pictures / Bristol  Automotive


THE IMITATION GAME (El código  Enigma). EEUU, GB, 2015. Dir. Mortem Tyldum. En la 2ª Guerra Mundial, los alemanes arrasaban toda Europa e iban ya por el control del mar del Norte y parte del Oceáno Atlántico. Los aliados desesperanzados no veían el fin de la avanzada nazi. Hasta que…


Había una vez un matemático llamado Alan Turing, que como todos los genios, era el clásico “científico-loco”… Los personajes así usualmente son lo que se llama caracteres de excepción. Pues se salen de todo convencionalismo, son medio o completamente antisociales, obsesivos, compulsivos, ideáticos y otras cosas.  En una palabra son, ¡raros…!


Sin embargo, es gracias a su rareza, que son capaces de crear o inventar cosas increíbles, que sirven mucho a la humanidad. Desafortunadamente, esa misma característica los hace muy vulnerables. La gente a su alrededor no los aprecia, o de plano los desprecia. Son fácil blanco de la burla y el rechazo de los quesque normales, los de inteligencia media, poco desarrollada en todos los aspectos. Los comunes, corrientes y bastante crueles.


El reto en  esta  
biopic es decodificar la máquina “Enigma” de mensajes criptográficos con la que los nazis se comunicaban para invadir territorios y atacar embarcaciones aliadas desde sus submarinos.

De manera tradicional, se hubieran necesitado muchos años para desencriptar tales mensajes. Pero el genial Alan Turing (Benedict Cumberbatch, nominado al Óscar por su excelsa actuación) le propuso al Servicio de Inteligencia Británica pedir al Primer Ministro Sir Winston Churchil los medios para desarrollar una máquina decodificadora. En aquel momento el invento les pareció una total locura, con nulas posibilidades de éxito. ¿Qué raro y para variar, no?

Después de un tiempo y muchas vicisitudes, “Christopher” sería la primera computadora en el mundo; que salvó a la humanidad de un desastre mucho mayor.

Hay una sentencia que me gusta mucho y que queda perfecta para este caso: “Sólo vemos lo que entendemos.”


Keira Knightley como Joan  Clarke. La  maravilla  de  belleza,  inteligencia  y  sentido  común, que fue la  única que logró  entender el  alma  del  genio… Foto: © Black  Bear  Pictures / Bristol  Automotive


El único personaje femenino en un equipo básicamente integrado por hombres, es Joan Clarke (Keira Knightley), que es una maravilla de belleza, inteligencia y sentido común. Ella tiene un discurso intelectual bastante fuera de lo usual, para una chica inglesa de esos tiempos. Es capaz de entender y amar a un hombre como Alan Turing, que  fue acusado de  indecencia y  apenas   fue  indultado,  por la  reina Isabel II,  en 2013, de  su  "delito".


Pero bueno… mejor véanla y disfruten de una película de espionaje bélico sumamente interesante que le rinde un homenaje muy merecido a este personaje hasta hace muy poco rescatado del olvido, por haber sido diferente del resto de los mortales. Ésos de tan estrecho criterio y tan pocas luces pero cuyos  códigos  morales y religiosos son inamovibles y perversos. Sí,  esos mismos que finalmente se vieron beneficiados con la vida y  que, pese a  todo, incluída su progenie, se vieron iluminados por una inteligencia muy fuera de lo común, creadora y precursora de lo que ahora llamamos “inteligencia artificial”.

Muy conmovedora. Excelente.***

March de Malcriado

jueves, 19 de noviembre de 2015

DEL HOMBRE QUE NO PUDO SOSTENER EL IDEAL

A Pierre Niney ya lo habíamos visto en Yves Saint Laurent (Lalil Lespert, 2014) y nos causó magnífica impresión. Ahora en Un hombre ideal nos vuelve a apantallar. Foto: © 2525 Films / Wy Productions.



UN HOMME IDÉAL (Un hombre ideal). Fra, 2015. Dir. Yann Gozlan. ¿Hasta dónde es capaz de llegar un hombre para conseguir el triunfo y a la mujer que quiere?

Como parte de las cintas seleccionadas para el 19° Tour de Cine Francés tenemos este thriller sobre Mathieu (Pierre Niney), un escritor a quien le cuesta lo indecible hilar un párrafo con elocuencia. Después de mucho insistir en las casas editoriales,  un buen día —gracias a una pequeña gran triquiñuela— le publican su primer libro, que resulta ser una obra maestra.  Resultado:  éxito y dinero.  Se vuelve una celebridad de la noche a la mañana. Ya  puede cortejar entonces  a  su chica  ideal.

Otra historia sobre ese súper éxito artístico que les  llega a  algunos por un  golpe de   suerte, pero que usualmente tienen un talento bastante discutible. No  obstante, aun elevados a esas grandes alturas tienen que aterrizar en la vida real, en la cotidianeidad —y hasta en la vulgaridad— de la burguesía y los nuevos ricos  que  los acogen,  que los comienzan a  rodear, donde  hay mansiones, grandes coches y estilo de vida 
flashy (como la mostraba Chabrol). Pero entre tanto lujo y falsedades, el sofocante mundo interior de la joven promesa de las letras francesas lo arrastra,  y  a nosotros con él, a un verdadero tour de force bastante insoportable.



Esos  ojos  enormes expresan  todas  las  emociones  que  experimenta  el siniestro (¿o muy  tonto?) escritor Mathieu Vasseur,  que es capaz  de todo… Foto: © 2525 Films / Wy  Productions



Niney, en los créditos del principio y del final aparece acompañado de la frase:  de la Comédie Française. No es necesario (¿o sí?), pues quienes lo conocemos sabemos que es un actor de grandes alturas, claro, de extracción teatral. Y,  seguramente,  eso  es cuestión  de sus agentes.

El triunfo siempre tiene un precio, pero en el caso de Mat; 
lo que ha hecho para  pagar ese tan alto, conmociona.

El nivel histriónico es excelente. La fotografía aprovecha las bellas locaciones en la Costa Azul. Es un filme elegante; tal vez un poco exagerado, que nos remite a muchas otras películas del estilo “nada-es-lo-que-parece”. Muy buena.**

March de Malcriado

viernes, 13 de noviembre de 2015

DE JUGAR A VESTIR MUÑEQUITAS (Y DESVESTIR MUÑECOTES...)

Saint Laurent. De tímido ayudante de la Casa Dior a dueño de un emporio interplanetario. Todo, bueno  casi todo, está  aquí. Foto: © Europa Corp / Mandarin Cinéma





SAINT LAURENT Francia, 2104. Dir. Bertrand Bonello. Ya  sabemos que la vida de las superestrellas siempre ha ejercido una fuerte fascinación sobre el público de todo el mundo. Porque usualmente son como cuentos de hadas, harto y bien aspiracionales, en las que alguien, como tú o como yo, logra trascender lo común, la cotidiana mediocridad…

En París, a finales de los años de 1950, un sencillo y tímido modista que trabaja de ayudante en la casa Dior, a pesar de ser un buen empleado es despedido. Como  es   bastante bueno  en  su oficio, un visionario  de los  negocios le propone formar otra casa  de modas, con su nombre y  sus propios  diseños. El resto ya lo conocemos…

Junto a Chanel, YSL representó un ícono mundial de la moda, de la sofisticada elegancia francesa. Coco, nunca pasó, de moda; pero en los años de 1960 y de 1970, no hubo nadie más allá que Saint Laurent. Joven, bello, innovador y mucho más accesible, más moderno y 
avant-garde. El mundo lo adoró como sólo se adora lo extraordinario.

Un día les dije: “¿Quién no tuvo algo con las siglas YSL…?”. Por lo menos un pañuelito, un suetercito o una loción. Gracias a las franquicias del 
prêt-à-porter que él inventó, todos tuvimos acceso a alguna garrita, perfume, eau de cologne o, aunque fuera, un after-shave… Gracias a  YSL por fin, también la clase media podíamos tener fácil acceso a ciertas creaciones de un diseñador de la alta costura internacional; y nada menos que a  las del más famoso del mundo. 

Yo me acuerdo que de joven usaba la "English Leather" y  la "Old  Spice"  de  mi papá, hasta que me  regalaron una   "Brut" de Fabergé, para  mí solito.  Pero cuando comencé a ser hombre mi favorita era "Pour Homme", que también  olía a hombre, pero de mundo. Seguramente así olía París,  la France, Europa  y el mundo entero... 

Las mujeres "sofis"  y glamorosas olían a Chanel No. 5, como  la Monroe o  la Deneuve; pero las chicas bonitas y comunes,  las despeinadas a lo Bardot  o a lo  Sylvie Vartan, olían a "Paris", a "Opium" y a "Rive Gauche". La impronta jamás desaparece, todos llevamos a Saint Laurent en la memoria.

En la actual "LIX Muestra Internacional de Cine" en México se incluye esta cinta. Claro que corrí a la  Cineteca Nacional a verla, lleno de expectativas. Además con el 
plus de que está protagonizada por un dios de cine, Monsieur Gaspard Ulliel , que ya en Hannibal, el origen del mal (Peter Weber, 2007)*** me  había dejado  de boca abierta.


Saint Laurent es Gaspard Ulliel. El  notable actor le imprime al mítico diseñador una elegantísima presencia, casi mágica. ¡Bravo...! Foto: © Europa Corp / Mandarin Cinéma




La puesta en pantalla de esta “biopic” es algo muy loable, y mucho más teniendo en cuenta que sobre Saint Laurent previamente ya estaban filmadas varias  cintas,  aunque las  más  sobresalientes son: Yves Saint Laurent-Pierre Bergé, L’Amour Fou (Pierre Thoreton, 2010)*** —documental producido por su compañero, socio, viudo y, por supuesto,   heredero: Pierre Bergé—, que fue un éxito, y además la excelente Yves Saint Laurent (Jalil Lespert, 2014). ***



Bonello, a pesar de la gran dificultad que representa  el no contar con el apoyo de Bergé (dueño de todos los derechos) quiso realizar su propia versión. Eso es  en sí mismo  todo un logro, aunque, lógicamente, no tan afortunado como sus 2 antecesoras. Me explico.



Lo bueno. Hay que decirlo; visualmente, 
Saint Laurent es muy atractiva. La fotografía de Josée Dashaies y la recreación de la época son  notables. Pero lo más  importante es que cuenta con la presencia de ese deslumbrante animal de cine que es Gaspard Ulliel. Él va muy bien acompañado (y ya  verán  cómo) por el  apuesto Louis Garrel que interpreta a Jacques,  el súper dandy y gigoló saigonés —y el amante más fabuloso de  YSL, y de Aymeline Valade como su modelo consentida y musa, Betty Catreaux.


SAINT LAURENT Único y desafiante,  Yves Saint Laurent, en un golpe genial, se atrevió a encuerarse para la cámara de Jean Loup Sieff. ¿El motivo?, los anuncios publicitarios del lanzamiento de “Pour Homme” en 1971. Las icónicas fotos rompieron con todo lo establecido, hasta entonces. Por supuesto este episodio, no podía faltar, aprovechando el  magnífico físico de Mr. Ulliel. Foto: © Europa Corp / Mandarin Cinéma



Lo regular. Se muestran las debilidades del modista de una forma un poco tremendista, —la secuencia de "Moujik", su perro,  es conmovedora—. El asunto de la sexualidad y las adicciones de Saint Laurent es tan jugoso que no se puede prescindir de ello. Aunque claro, seguramente Bonello se quedó corto (y la  verdad, ¡qué bueno…!). Yo creo que hasta se podría hacer una película aparte con toda esa faceta del Yves "secreto". ¿Quién se anima, Gaspar Noé…?



Lo malo. La cinta  dura 150  min. Hay unas secuencias de negocios muy largas y aburridas. ¿A quién le importan las juntas corporativas y las cuestiones administrativas de ejecutivos hablando de estrategias comerciales, de pérdidas y ganancias…? Ya sabemos que hasta las grandes celebridades cuyo nombre es una marca registrada, son esclavas de las variantes y exigencias de las leyes del libre mercado. Y, ultimadamente, para eso están, para ofrecer lo que el público demanda. Para el  cine  aplica lo  mismo.  Pues a  la  mayoría francamente no nos importan  mucho esas cuestiones.    



Aun así, bien vale la pena verla. Las secuencias de los procesos creativos, del exhaustivo trabajo individual  y  en  equipo, de la tensión previa a los desfiles, de las noches de 
boîtes de nuit, del amor, y de  las fiestas y ligues y excesos y crisis existenciales y, finalmente,  del triunfo en medio de la decadencia  son  brutales. Llevan el espíritu de toda una época; una que también nosotros vivimos y disfrutábamos por igual.  Claro, quienes éramos jóvenes en aquellos entonces. Así  es, también íbamos a la última moda (o quesque); envueltos en nubes de fragancias exquisitas, y  bailábamos al ritmo de la música increíble que surgía de los discos de vinilo en las tornamesas. Para olvidarnos de las presiones escolares o  laborales y,  los más afortunados,  de ambas . ¡Uuh-yuu-yuuiii…!!!


Nunca supimos que el tiempo nos iba devorando mucho más rápido de lo que podíamos imaginarnos.


Como una prueba irrefutable del desenfreno, de la belleza y del glamour allí están Dominique Sanda y el mítico Helmut Berger, en pequeños papeles pero de vital importancia.



Y por supuesto, allí está el pequeño Yves, solitario, jugando con sus muñecas,  con sus lápices en la mesa de trabajo; con la mirada absorta, perdida, de artista, porque lo era,  mientras hieráticamente declara: 


"Yo amo los cuerpos sin alma, porque el alma está en otra parte." 


Esa sola sentencia cobra una dimensión tan verídica como dolorosa; tan brillante y tan efímera como la vida misma…


Excelente. ***


¡Corte y queda...! 

March de Malcriado

martes, 10 de noviembre de 2015

DE PALACIOS EMBRUJADOS


La cumbre escarlata  es  un  delirio  visual  donde  hasta  lo  feo  es   bello. Foto: © Legendary  Pictures




CRIMSON PEAK (La cumbre escarlata). EEUU, GB, 2015. Dir. Guillermo del Toro. Una novela gótica al más puro estilo del romanticismo —con todo lo que incluye—, y además, ¡de horror…!

Escenario: Un enorme palacio —en medio de la nada, claro—, con puertas que se abren y se cierran solas, pisos y paredes de madera que crujen, lamentos que se confunden con el ulular del viento, chimeneas que crepitan y (otras cosas que no les contaré)… y allí, en medio de todo eso,  vive  una misteriosa y perturbadora mujer que resguarda más secretos que el ama de llaves, Mrs. Danvers, de Rebecca (Hitchcock, 1940). **** 


Todo eso a nadie importaría si no hubiera llegado a vivir allí una joven hermosa, ingenua y virginal, que se acaba de casar, en otro país, con el aristócrata dueño. Igualito que en la mencionada película clásica del “Mago del Suspenso”.

Aunque por supuesto eso tampoco nos importa, pues no hay nada nuevo bajo el sol. Lo que hace diferente a cada historia es la manera de contarla, y para ello Del Toro no tiene igual.

A veces la gran belleza de las imágenes es tan arrebatadora que se nos olvida que nos van a espantar, y para eso hemos pagado… No obstante, no hay en la película nada feo, inclusive ni lo feo. Entre tanta fastuosidad hay una escena de vals en un gran salón, que también me recordó otra joya,  pero esa  sí realmente “Made in London”, El príncipe y la corista (Laurence Olivier, 1957)***, cuando el Príncipe de Carpathia baila con la chica más bella que haya llegado a Inglaterra, Elsie Marina (Marilyn Monroe); muy a lo La cenicienta, con envidiosas y todo, muy Belle Epoque… 



La  joven  Edith (Mia  Wasikowska),  poco  a poco  descubre  que  en  el  Palacio de Crimson  Peak nada  es  lo  que  parece.  Foto: © Legendary  Pictures



Claro que hay truco, pues tanta ostentación visual, tanto barroco, sólo sirve de marco para esconder la espantosa morbidez del tema central. Que se nos va develando poco a poco, y a la protagonista también. Pero con lo que no se contaba es que la güerita Edith (Mia Wasikowska), la que está atrapada entre todo este espanto, de ingenua o de tonta no tiene nada. Muy  por  el  contrario,  es una mujer inteligentísima y muy cultivada, de hecho es escritora; sus únicos errores son estar profundamente enamorada de su fino, y muy atormentado marido, Thomas Sharpe (Tom Hiddleston), ser buena y tener poderes extrasensoriales. 


Preservar y cuidar un palacio con todo y sus hórridos secretos no es una tarea fácil. Vean cómo le hace Lady Lucille (Jessica Chastain siempre perfecta). Foto: © Legendary Pictures


En cambio, el ama de llaves, Lady Lucille (Jessica Chastain g-r-a-n-d-i-o-s-a), es una especie de criatura fascinante y a la vez terrible, sin la cual el palacio de la Cumbre Escarlata, ya hubiera sucumbido hace mucho tiempo. A la llegada de la nueva señora Sharpe (ni modo), su señorío se ve amenazado (¿dónde he visto esto…?). Así que comienza a poner en práctica su “operación-deshazte-de-ella”. ¿Quién ganará…?

Aunque el final es previsible, no hay razón alguna para no disfrutar de este bárbaro banquete visual, de dirección e histriónico de primerísimo nivel. El mexicano Guillermo del Toro, creador de fantásticos mundos, se consolida cada vez más como un triunfador en Hollywood, como sus compatriotas Iñárritu y Cuarón. ¿Habrá un Óscar por  allí para él  el año  que  entra? Ya  lo  veremos. No se la pierdan. ¡Es excelente…!****

MarcH de Malcriado

domingo, 8 de noviembre de 2015

DE UNA BELLEZA MUCHO MÁS ALLÁ DE LA MARICONERÍA


"Un poco más... y a lo mejor nos comprendemos luego / Un poco más... que traigo aroma de cariño nuevo / Volvamos al camino del amor, no importa lo que tengas que olvidar / Si vamos a sufrir por un error es preferible un ruego..." Álvaro  Carrillo.  Foto: © Tiburón  Filmes / Cinepantera





CARMÍN TROPICAL México, 2014. Dir. Rigoberto Perezcano. Dice por allí el slogan: “No se necesita ser mujer para ser una diva". ¿Será…? 

Hay un dicho bastante cursi: “Los muertos no se mueren mientras haya alguien que los recuerde”, es cierto. Los muertos están dentro de nosotros mismos, de quienes los hemos amado.

Carmín tropical se estrena comercialmente apenas, pero ya nos llega previamente galardonada como la mejor película mexicana de 2014 en el Festival de Cine de Morelia y con el Ariel al mejor guión original, escrito por el mismo Rigoberto Perezcano. Esta película del  género policíaco ofrece  mucho: originalidad, belleza, profundidad, pero sobre todo,  una tensión dramática que poco hemos visto en el cine azteca de los últimos tiempos.

Cuando un cineasta le pone el alma a su película se nota. Éso ha hecho Perezcano, sin tremendismos ni grandilocuencias. Su minimalista filme aborda el ¿"crimen de odio"?, de un patito nada feo que se convierte en el cisne más increíble de la región: "la Dany", un muxe (varón homosexual  travestido en zapoteco) que ha sido asesinada y que a nadie parece importarle, excepto a "Mabel" (José Pecina), su compañera de locuras y  confidente de siempre.

Recién llega a Juchitán, su pueblo natal en el Itsmo de Tehuantepec, Oaxaca, Mabel constata la muerte de su gran amiga y se interna en los recuerdos.  Habla con los familiares de la desaparecida, con  las amistades   mutuas, ve sus fotos, ata cabos… Inclusive,   va a ver al comandante de la policía para preguntar sobre el caso, y también a la cárcel, a entrevistarse con el presunto asesino; éste se confiesa inocente y  le dice que  hasta extraña  a la  difunta. Sin embargo, la inquisitiva Mabel no se conforma con la versión oficial, llena de inconsistencias y sin resolución definitiva. Así que comienza a investigar por cuenta propia.

“¿Qué va a hacer la familia con todas sus cosas, con los vestidos que todavía llevan su esencia?”, se pregunta Mabel llena de nostalgia, de tristeza, tal vez de culpa por haberla abandonado al  marcharse  a otra  ciudad… La ausencia pesa tanto. Todos los rincones de la morada de Daniela están llenos de ella, de su belleza, de su impetuosa alegría, de su inocencia. ¡Ah, y de  fondo Las hojas  muertas,  para ahondar   el dolor...!

Pecina hace una verdadera creación de su personaje Mabel, y Luis Alberti como Modesto, el buen taxista, está verdaderamente excelente. Los personajes secundarios son tan naturales que a veces llega uno pensar que ésto es un documental, no una película.

Una de las mejores cintas mexicanas de la actualidad. Pero alégrense, nada  de "tercer sexo"  e  intolerancias atávicas.  En Juchitán ellas  están  integradas  a la  cultura  desde   tiempos  prehispánicos,  y a pesar de la temática, y los prejuicios, ésta no es una película gay para gente gay, es una película extraordinaria y punto. Por favor, no se la pierdan.**

MarcH de Malcriado

viernes, 6 de noviembre de 2015

SPECTRE

SPECTRE Uno  de  los  héroes más queridos  del  mundo,  James  Bond, en  su  XXIV  entrega. Daniel  Craigh en Spectre está a  su  máximo. Foto: © Eon Pictures




SPECTRE GB, 2015. Dir. Sam Mendes. Se supone que las relaciones filiales y entre hermanos siempre son de mucha intensidad, pero cuando están entramadas con los intereses de una corporación de gran envergadura orientada al mal, la cosa se pone realmente dura y monumental.

DE QUE  LA  MUERTE  ME DIVIERTE EN MÉXICO La secuencia de apertura no podría ser más espectacular y emocionante. Después de una explosión aparece Bond luchando contra un archimafioso dentro de un helicóptero sobre el Zócalo, en una de las urbes más impresionantes y hermosas del mundo, la Ciudad de México.

Los créditos, como siempre son de gran impacto visual, esta vez acompañados de una especie de sirenas con cabellera de tinta de pulpo y la canción Writing’s On The Wall interpretada por el londinense Sam Smith.




La donna  Lucia (Monica  Belluci) recibe los  buenos  consejos  —y  algo  más— de Bond  en  su  lujosísima  villa de  Roma. Foto: © Eon Pictures


Después aparece una serie de secuencias en Roma, la siempre eterna, como marco para una riquísima  viuda  en  peligro, la donna Lucia (súper Monica Bellucci).  La  italiana superestrella a sus cincuenta es la “chica Bond” más mayorcita, pero eso sí, una de las más bellas. 

No les venderé la trama, porque ya la saben: el agente 007 tendrá que enfrentarse, solo como de costumbre, al peligro inminente de las fuerzas del mal que siempre quieren controlar el mundo. En esta ocasión la organización se llama Spectre.

Pero solamente es un decir, bien sabemos que en sus aventuras, Bond siempre está acompañado de hermosas mujeres. La rubia ahora es Madeleine (Léa Seydoux), que a pesar de ser la Dra. Swann, una científica de La Sorbonne, no halla impedimento para cenar con él en un tren. Su entrada al vagón comedor enfundada en ese vestido azul nos recordó mucho a Jean Harlow.

A los mexicanos no gustó mucho ver nuestra ciudad capital tan bellamente fotografiada. También está, en un brevísimo papel —casi de figurante—, la estrella de Miss bala (Gerardo Naranjo, 2011)** Stephanie Sigman.

Acción frenética de principio a fin, con la consabida fotografía de paisajes de gran belleza y los outfits siempre chic del agente más intrépido y sexy al servicio de su majestad.

Buena.**

March de Malcriado