martes, 24 de noviembre de 2015

DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LAS INTELIGENCIAS RUDIMENTARIAS

Para  descifrar  El código Enigma que  usaban  los  nazis  para  dominar al  mundo, el  científico Alan  Turing tuvo que inventar la  primera  computadora. Foto: © Black  Bear  Pictures / Bristol  Automotive


THE IMITATION GAME (El código  Enigma). EEUU, GB, 2015. Dir. Mortem Tyldum. En la 2ª Guerra Mundial, los alemanes arrasaban toda Europa e iban ya por el control del mar del Norte y parte del Oceáno Atlántico. Los aliados desesperanzados no veían el fin de la avanzada nazi. Hasta que…


Había una vez un matemático llamado Alan Turing, que como todos los genios, era el clásico “científico-loco”… Los personajes así usualmente son lo que se llama caracteres de excepción. Pues se salen de todo convencionalismo, son medio o completamente antisociales, obsesivos, compulsivos, ideáticos y otras cosas.  En una palabra son, ¡raros…!


Sin embargo, es gracias a su rareza, que son capaces de crear o inventar cosas increíbles, que sirven mucho a la humanidad. Desafortunadamente, esa misma característica los hace muy vulnerables. La gente a su alrededor no los aprecia, o de plano los desprecia. Son fácil blanco de la burla y el rechazo de los quesque normales, los de inteligencia media, poco desarrollada en todos los aspectos. Los comunes, corrientes y bastante crueles.


El reto en  esta  
biopic es decodificar la máquina “Enigma” de mensajes criptográficos con la que los nazis se comunicaban para invadir territorios y atacar embarcaciones aliadas desde sus submarinos.

De manera tradicional, se hubieran necesitado muchos años para desencriptar tales mensajes. Pero el genial Alan Turing (Benedict Cumberbatch, nominado al Óscar por su excelsa actuación) le propuso al Servicio de Inteligencia Británica pedir al Primer Ministro Sir Winston Churchil los medios para desarrollar una máquina decodificadora. En aquel momento el invento les pareció una total locura, con nulas posibilidades de éxito. ¿Qué raro y para variar, no?

Después de un tiempo y muchas vicisitudes, “Christopher” sería la primera computadora en el mundo; que salvó a la humanidad de un desastre mucho mayor.

Hay una sentencia que me gusta mucho y que queda perfecta para este caso: “Sólo vemos lo que entendemos.”


Keira Knightley como Joan  Clarke. La  maravilla  de  belleza,  inteligencia  y  sentido  común, que fue la  única que logró  entender el  alma  del  genio… Foto: © Black  Bear  Pictures / Bristol  Automotive


El único personaje femenino en un equipo básicamente integrado por hombres, es Joan Clarke (Keira Knightley), que es una maravilla de belleza, inteligencia y sentido común. Ella tiene un discurso intelectual bastante fuera de lo usual, para una chica inglesa de esos tiempos. Es capaz de entender y amar a un hombre como Alan Turing, que  fue acusado de  indecencia y  apenas   fue  indultado,  por la  reina Isabel II,  en 2013, de  su  "delito".


Pero bueno… mejor véanla y disfruten de una película de espionaje bélico sumamente interesante que le rinde un homenaje muy merecido a este personaje hasta hace muy poco rescatado del olvido, por haber sido diferente del resto de los mortales. Ésos de tan estrecho criterio y tan pocas luces pero cuyos  códigos  morales y religiosos son inamovibles y perversos. Sí,  esos mismos que finalmente se vieron beneficiados con la vida y  que, pese a  todo, incluída su progenie, se vieron iluminados por una inteligencia muy fuera de lo común, creadora y precursora de lo que ahora llamamos “inteligencia artificial”.

Muy conmovedora. Excelente.***

March de Malcriado

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