lunes, 22 de abril de 2019

NO MANCHES FRIDA 2

NO MANCHES FRIDA 2 Es el taquillazo de la temporada. Una comedia que muchos disfrutarán y otros pasarán de largo. Todo depende de los gustos de cada quien. Imagen: © Lions Gate Entertainment / Constantin Film/ Alcon Entertentainment/ Pantelion Films


NO MANCHES FRIDA 2 México, 2019. Dir. Nacho G. Velilla. El casi inexistente argumento versa sobre una preparatoria que pronto será cerrada si no se demuestra ante las autoridades que los educandos poseen valores, ganas de salvar su instituto y proseguir con sus estudios. Increíblemente, la prueba serán unas competencias deportivas interescolares a efectuarse en un resort de playa muy ad hoc, el hotel “Doble V” de Punta Mita con su decoración chillante e hipercromática. La trama paralela es la reconquista del  amor de  Lucy, la profesora más bonita y propia del plantel (Martha Higareda) por su colega Zequi, el más chistoso y querido de los profesores (Omar Chaparro). Pero el problema es que ella está muy enojada porque se tuvo que suspender la boda en plena ceremonia por algo que no les voy a contar. Así las cosas, antes  de  la  contienda,  Lucy se reencuentra con su ex novio Mario (Aarón Díaz) un galanazo profesional que a su vez es el entrenador del equipo de la más peligrosa prepa rival del Instituto Frida, que hará también todo lo posible por reconquistarla,  por  supuesto. 

El reparto juvenil cumple muy bien, tal vez sea porque no son novatos y porque además las actrices de soporte son de gran nombre y trayectoria: Itatí Cantoral, Andrea Noli, Fernanda Castillo y Raquel Garza, que aunque   a veces están muy sobreactuadas ―seguro fue cosa del director y del tono supuestamente “hilarante” de una comedia tonta―,  en  general están muy bien.  




Itatí Cantoral interpreta un personaje muy simpático, muy de estos tiempos, en el que las mujeres reclaman igualdad. No puede pasarse por alto su actuación, que parece el de una chica traviesa, pero que rebasa con mucho una postura que a simple vista pareciera chistosa, cuando en realidad es algo muy emancipador.  De  lo  mejor  de la  cinta.
 Imagen: © Lions Gate Entertainment / Constantin Film/ Alcon Entertentainment/ Pantelion Films




Por  otro  lado,  el trabajo formal: dirección, fotografía, edición y soundtrack son de primer nivel. Lástima que estén al servicio de una producción tan simple y básica, llena de malos gags,  algunos bastante escatológicos, cuya función es divertir a un público juvenil  que  los  productores suponen que  a veces  no es muy exigente, que sólo desea reírse mucho y consumir combos de  palomitas,  tal  como  yo,  que  soy chavorruquísssimo (¿así  se  escribirá...?) y que  veo  de todo.

En realidad, con semejantes recursos bien podría haberse realizado un buen filme de mayores alcances. El final, por supuesto es predecible y muy bobo,  igualito  que  en  las  comedias gringas de  este  género. Al  fin  y  al  cabo en  todos  lados se  cuecen  habas... 

Sin embargo, y a pesar de ser una  película tan mala, tiene personajes y momentos muy graciosos; el ritmo es tan sostenido y vertiginoso que no importa tanta exageración, porque además Higareda y Chaparro se coronan como las máximas estrellas del cine mexicano de esta temporada. Me  da  un  poco  de  vergüenza  admitirlo,  pero con  todo a  mí  sí  me  gustó...

¡Corte y queda…! 

MarcH de Malcriado

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