viernes, 21 de noviembre de 2014

DE DIVAS, DIVONAS Y ASPIRANTES







¿DE QUÉ NO ESTOY ACTUALIZADO EN DIVAS? (¿POS’ CUÁLES TÚ...?)

Vaya que los tiempos han cambiado, ¡y de qué manera…!


Hoy en día aparte de divas, también hay una nueva categoría, las flamantísimas y queridísimas d-i-v-o-n-a-s. Pues algunos periodistas lambiscones, o los publicistas, a cualquiera ya le dicen "diva", porque el concepto desafortunadamente ha sido degradado. 

Divo viene del latín “divus”, divino o dios. Por tanto, en el mundo del arte y del espectáculo la palabra designa a alguien “divino”. Pero solamente cuando de veras la  personalidad en  cuestión hace lo suyo de manera absolutamente d-i-v-i-n-a. Aquí no cabe hablar de  alguien que es buena, semibuena o muy popularizada, como ésa, la tan mentada “de la banda”. ¡Nooo, por favor…!



Diva Maria Callas. 



"¿Y qué  culpa  tengo yo  de haber nacido  talentosa?". Bette Davis. 


Divas son la Callas, la Freni, la Pavlova, Bette Davis, la Garbo, la Monroe, la Magnani, la Taylor, la Loren, la Deneuve, Anouk Aimée, Dalida... 



Liz  Taylor, aunque  no me  agrada  del  todo, es
otro  ejemplo de  diva. ¿Cómo no iba  a serlo
con esa  cara, su  talento y sus caprichos? 



Desde  siempre dirigida  por los  grandes, la Deneuve. Inefable.


Pero fuera  complejos porque  en nuestro ámbito, también  hemos  tenido divas, ¡y qué divas...! Vaya  que  sí. Desde Ángela  Peralta, aclamada  en los  mejores escenarios del mundo en el  siglo XIX, hasta Maria Elena Velasco, que  logró  hacer  de su personaje la "India María" un imán  de taquilla indiscutible y un fenómeno irrepetible. Otras grandes divas mexicanas son las  archiconocidas: Dolores del Río, Lupe Vélez, Andrea Palma, Elsa Aguirre, María Félix...


María Félix, diva  por  antonomasia.

A la Félix —que claro que sí actuaba, aunque a muchos no les  gusta y digan  que no, nada más véanla, sin prejuicios, en Enamorada, Río escondido o Doña diabla y déjense de tonterías. Por si no lo sabían, en cada una de esas 3 interpretaciones se ganó el "Ariel" de Mejor Actriz.


Como una maestra  rural de huarache, trenzas y rebozo, María Félix estuvo grandiosa. 



Frida Kahlo, diva  de la  pintura  y la  creación  de una imagen mexicanísima   que  perdura, y mundialmente, hasta  la  actualidad. Aquí fotografiada  por Leo Matiz  en 1941.



Otra diva fabulosa, Ofelia  Medina,  recreando  a la  Kalho en Frida naturaleza  viva (Paul  Leduc, 1983).

Continúo. Allí tenemos también a la Pinal, a Isela Vega, el símbolo  sexual más  grande que  ha  tenido  México y  que  a la postre devino  en una  actriz  magnífica,  Ofelia Medina y Tina Romero. Quienes no me lo crean de esta última nada más véanla en Alucarda (López Moctezuma, 1978). 


Diva  hasta la  actualidad, doña Silvia  Pinal.


Nailea  Norvind  sacrificó  su  belleza  para  personificar   a la  perfección un  personaje  clave  de la  cinta La  otra  familia (Gustavo Loza,  2011). ¡Bravo...!

Actualmente  en el  cine  nacional Ana de la Reguera, Ana  Claudia  Talancón y Nailea Norvind, aunque  todavía no lo son, bien parecen divas, o pudieran serlo bien pronto si la industria las cultiva y las aprovecha, junto con otras que después les digo...


Ana de la Reguera una hermosísima mujer de  personalidad deslumbrante. Desde Y tú mamá  también hasta Los  sultanes del  sur y Así  del precipicio.

Continuará...

¡Corte  y  queda...!

March  de  Malcriado

THE MISFITS / LOS INADAPTADOS




THE MISFITS Roslyn mira  al  cielo  y susurra. "¡Auxilio...!". El  último  gran  papel  de una actriz  gloriosa. © United Artists



THE MISFITS / Los inadaptados (EE.UU., 1961. Dir. John Huston).  Originalmente de un cuento propio, el guión también es del dramaturgo ganador del premio Pulitzer, Arthur Miller, especialmente adaptado al cine para su esposa Marilyn Monroe. Con Huston dirigiendo a un reparto de puros actores consagrados: Clark Gable "El rey de Hollywood", Montgomery Clift, Thelma Ritter, Eli Wallach, y la Monroe, por supuesto; "la personalidad más emocionante de la pantalla", según la renombrada periodista Dorothy Killgallen.

La cinta se estrena en 1961 y desconcierta de gran manera. A esta "cosa" que ni el público ni la crítica de la época lograron entender  y creo que hasta la fecha tampoco, la intitularon, en el español del continente americano, como Los inadapatados.

Desde los créditos de inicio a manera de rompecabezas nefando, la cosa ya va rara: Alex North compuso una mini sinfonía dramática, épica, que no era bonita ni prefiguraba un divertimento de la Monroe. Efectivamente, ésto no es un divertimento, es una película densa, profunda y casi insoportable...


La vi por primera vez allá por el verano de 1977, en un ciclo dedicado a la Monroe en la Cineteca Nacional de Viaducto Tlalpan en los Estudios Churubusco, para conmemorar su XV aniversario  luctuoso, con una gran exposición fotográfica en el lobby de la Sala Fernando de Fuentes.  Pasaron muchos años desde entonces y ahora que la miro por décima vez ―y que por fin me puedo fijar en otra cosa que no sean sus hipnóticos personajes―, puedo observar el escenario de una Norteamérica que al principio de la década de 1960 se da cuenta de que "el sueño americano" ha terminado. De que el autoengaño, el progreso y la felicidad están tan lejos de la realidad como estaba también en aquellas lindas comedias musicales caleidoscópicas, opulentas, superficiales, graciosas y bobas del Hollywood de la Golden Age.


The Misfits no se desarrolla en Los Ángeles, San Francisco o Nueva York; todo pasa en Reno, un lejano pueblo del desértico oeste donde todavía hay vaqueros. Es la historia de varios hombres y mujeres que no la han pasado bien en la vida, que solamente han tenido atisbos, muy escasos conatos de felicidad; que por alguna razón se les ha escapado completa de las manos. Son seres que en las ciudades serían casi marginales, pero que allí medio han encontrado su identidad. Que viven a la deriva porque son solteros, viudos, porque ya no tienen pareja, están divorciados o han sido abandonados. Son sobrevivientes de la catástrofe que significa también el ser unos completos inadaptados.  


La protagonista es una bailarina llamada Roslyn (Marilyn Monroe) que llega a Reno para finiquitar en la corte su divorcio de un hombre que "nunca estuvo allí". Casualmente se hace amiga de los inadaptados a los que alude el título: Gay (Gable), vaquero sesentón todavía muy fuerte, de buen ver y con ganas de aventuras; Guido (Wallach), un neurótico piloto ex combatiente de la guerra que no se aguanta ni él, y Perce (Clift) un tipo de rodeo que rechaza el "stablishment" pero que es manipulado por su madre neurótica.


Los tres tratarán de conquistarla, de quitársela al otro, como si la chica fuera un trofeo o una tabla de salvación. Lo que no saben es que ella no tiene fuerzas ni para salvarse ella misma, mucho menos la tiene para salvar a otros, a nadie. No se puede soslayar que esa mujer atormentada e insegura ya no es muy joven (antes la "juventud" se terminaba a los 30), que está "medio loca" y que viene de un fracaso mayúsculo, como se le considera al divorcio; con su consecuente y aplastante depresión.


En una secuencia memorable, Gay para seducirla le dice a Roslyn que es tan bella que es casi un honor estar junto a ella, pero que a la vez es la chica más triste que conoció jamás. Ella con la cabeza recargada en el asiento delantero del auto se sonríe y le contesta que la gente la considera como alguien muy feliz. "Es que tú los haces sentirse felices", le replica Gay.




LOS INADAPTADOS Gay despierta a Roslyn invitándola  a  desayunar lo  que  él  mismo  ha  preparado. No  cabe  duda  que  cuando  se  trata  de  conquistar  se llega  a cada  cosa... © United Artists


Como la fotografía es en blanco y negro, y la historia es sobre los fracasos y la ansiedad, aunado a que la bellísima Marilyn está espléndida (como siempre), pero por tercera vez en su filmografía, en un verdadero papel dramático ―absolutamente  alejada de la comedia, de los números musicales y del glamour de la "It girl"―; todo nos deja un regusto muy poco dulce y sí bastante amargo.


Ésto no parece el típico "cine de Hollywood", parece una película francesa de la "nouvelle vague", donde lo que reina es la desesperación y la locura. Además no hay demasiada acción, pues no pasa gran cosa, porque toda la acción es mayormente interna; donde la tristeza y el desasosiego de la vida son la gran parte del chóu. Después de enfrentarse a sí mismos, como unos perdedores, a los protagonistas solamente les queda volver a casa siguiendo a la estrella más brillante del firmamento, si es que la ubican.


Irónicamente, éste sería el último filme de "El rey" Gable —que moriría de un infarto unas semanas después de concluir el rodaje— y también el último completo de la Monroe. Además, el inenarrable Montgomery Clift, en un desastroso declive a partir de allí, fallecería cuatro años después que ella, en 1966.







THE MISFITS Una película mítica que marca el final de 2 magníficas carreras: Gable y Monroe. 
© United Artists

Los inadaptados, como dirían los franceses, es todo un "tour de force". ¡Pero es sencillamente extraordinaria...! ****

¡Corte y queda...!

March de Malcriado