jueves, 21 de febrero de 2019

LA BUENA ESPOSA

THE  WIFE La buena  esposa. La actuación de Glenn Close es verdaderamente tan magistral  ―como  siempre―,  que  ha sido nominada  
por séptima ocasión para recibir un  Óscar.

©    Anonimus Content/ Meta  Film /  Tempo  Productions/ Silver  Reel/ Spark Film and  Television/ Sony  Pictures Classics  





THE  WIFE (La buena  esposa) Suecia,  GB, EE.UU. Dir. Björn Runge, 2018.

Dicen  que  detrás  de  un gran  hombre  hay  una  gran  mujer. ¿Hasta  dónde  será  ésto  cierto…?

Una  cinta  más  sobre escritores,  la  verosimilitud  de su  talento,  sus fuentes  de  inspiración y el terror  de  enfrentarse  a la  página  en  blanco. Nada  nuevo  bajo  el  sol,  pero  cuando el  autor  de  la  noche  a la  mañana  se  convierte  en  una  celebridad la  cosa  cambia.

El  octogenario Joe (Jonathan  Price) recibe  la  noticia  de  que  ha  ganado  el  Premio  Nóbel de  Literatura.  Tendrá  que  viajar  hasta  Estocolmo para  recibirlo de  manos  del  rey de  Suecia,  nada  menos. Lo  acompañan  su adorada  y  fiel  esposa Joan (Glenn  Close) y  su atormentado  hijo David (Max  Irons),  que  ahora  lo  será  mucho  más  porque,  al  ser escritor también,  tendrá muy  difícil  superar  el  éxito  de  su  padre. Reto  que  casi  nadie o muy  pocos  logran.

Como  en  el  mundo  de  las  celebridades  siempre  hay fanáticos  que las adoran,  las  persiguen  e  inclusive  las  acosan, aquí  no  podía  faltar uno.  Pero  no  es  cualquier  fan,  es  uno  que  quiere escribir  la biografía  de  Joe Castleman,  con  "la complicidad" de  su  esposa. Su  admiración  es  tal,  más  el  interés  económico claro,  que al  investigar  sobre  los  inicios  del  escritor  descubre ciertas discrepancias y  datos  curiosos sobre  su  temprana  obra,  que  lo  hacen  dudar  sobre  las  capacidades del  autor.  En  la  verificación  de  ciertos rumores e  hipótesis, se  pondrá  un  poco a prueba  la  lealtad  de  Joan Castleman hacia su  marido.

Muy  entretenida, pero  si  pueden absténganse  de  ver  el  trailer,  porque en  él  venden la  trama de  manera  funesta. Sin  saberlo, yo  sí caí  en  la  trampa de  verlo  antes.  No  obstante, siempre  intriga  cómo devendrá  el desenlace. 

Espero  que  no  se  la  pierdan,  porque  la  ceremonia XCI (nonagésima primera) del  Óscar  es  el  próximo domingo 24  de  febrero en  el  Teatro  Dolby  de  Los  Ángeles. 

Las  actuaciones son muy  buenas, pero  la  de Glenn Close es  tan  magistral,  como  siempre,  que  ha  sido  nominada  (por séptima ocasión) para  un  Óscar. Si  esta vez no  se  lo  otorgan, declararé a la  Academia como una  institución verdaderamente  “insane”,  como  dirían  los  angloparlantes…

¡Corte y  queda…!

MarcH de  Malcriado

martes, 19 de febrero de 2019

LA FAVORITA

LA  FAVORITA Sí, siempre han  estado allí "las favoritas", con sus  clásicos caprichos, berrinches e intrigas  versallescas, aunque ahora trasladadas al palacio de  Ana de  Gran  Bretaña.  Todo un tratado sobre los  amores,  la  traición, la perversión, el humor negro y el cinismo, pero servido en charola de plata y amenizado  con  el  ritmo,  la  elegancia  y  la  cadencia  del minué. 
Imagen: © Element  Pictures/ Scarlet Films/ Film4 Productions/   Fox  Searchlight Pictures




THE FAVOURITE (La favorita) GB, Irlanda, EE.UU.,  Dir. Yorgos  Lanthimos,  2018.

La fascinación  ejercida por   la  vida  de la realeza,  sobre  todo la  europea,  siempre  ha  sido un gran imán  para los artistas y el  resto  de  la humanidad,   curiosa por  naturaleza. Las historias palaciegas,  sus triunfos,  fracasos y  enredos han  estado  permanentemente  en  el  imaginario popular.  Además,  para  solaz  de  todos está  presente en el  teatro desde  los  griegos,  la  literatura y  ahora,  por  supuesto,  en  el  cine. Las  clásicas intrigas  versallescas ahora  se  trasladan a  un palacio  de la Inglaterra del  siglo XVIII,  durante  el  reinado de  Ana de  Gran  Bretaña (Olivia  Colman),  la  última  de  la  dinastía  de  los  Estuardo, a  quien por  cierto presentan bastante  inepta  para  semejante  cargo.  Pues ella, apenas consciente de  sus responsabilidades como  soberana  del Imperio Británico ―que en  este  periodo  se halla  en  guerra  con  Francia―, está  más  preocupada  por salir  a pasear  a  sus mascotas,  cumplir sus  caprichos y por su muy  precario estado  de  salud.
  
El  director Yorgos Lanthimos tuvo  entre  las  manos  un guión que  no  tenía  pierde y  lo  ejecutó con gran  maestría.

Una reina (cuyos  antecedentes no  están  planteados  en  el  filme) y los  intríngulis,  traiciones y  lealtades de su  corte, en  un escenario palaciego que  por    mismo  ya  es  apantallante; y que  se  vuelve  apabullante  gracias  a  una  fotografía que  utiliza grandes  angulares con lentes  tipo “fisheye”. Tal  vez Lanthimos quiso  acentuar  lo  pequeño y  lo  efímero  de  los  personajes,  avasallados  por  sus evidentes  pasiones. Por  otro  lado,  las intensas emociones  de  las  protagonistas son  retratadas con acercamientos que  captan  milimétricamente las  chispas  de sus profundas miradas, tan inteligentes  como agudas. 
  
El  argumento inicia con un  carruaje y una  panorámica que  lleva unos  viajeros a un  palacio.  Desde  afuera semeja un  lugar en  el  que  todos  querríamos vivir.  Pues los palacios, palacetes,   castillos y mansiones son  lugares  soñados e inalcanzables,  excepto  para  algunos privilegiados,  como Abigail (Emma  Stone),  que  por  azares  del  destino llega allí a trabajar en  el  servicio. En  una  secuencia inicial nos  damos  cuenta  que  tal  vez en  realidad no  es  una  sirvienta,  porque  comete  un  error tan  básico como garrafal en  la  cocina. Sin  embargo, comienza a  adaptarse y sus  conocimientos  de  botánica  la  acercan un  día a  la  cámara  de  la  reina, que constantemente necesita  paliar  sus males. La  siempre  vigilante Lady Sarah (Rachel  Weisz) es la  primera  dama  de  compañía real y  dueña  de  toda  sus  confianzas. Inclusive, muchas veces llega a  suplir  a  su  majestad  en infinidad  de audiencias,  juntas parlamentarias y  toma  de  decisiones  de  vital  importancia. Es  muy  claro,  ¡ella  es  la  favorita!

Miss Abigail resulta  ser  prima  de  Lady  Sarah; queda  de  manifiesto  entonces  que Abigail es una  aristócrata venida a menos  que  quiere  ser parte  de  la  corte. Así que  pondrá  en  juego toda su astucia para  conseguirlo. Allí inicia el  melodrama.  

Dicen que los actos de una mujer despechada son algo de lo peor que se puede experimentar.

Las  mentiras,  las  intrigas,  simulaciones,  triquiñuelas, y todos  los  elementos  que componen  la  tragedia  doméstica de  esta  historia se  desencadenan  a partir  de  una   inocente   toma  del  té entre  las 3 mujeres.

Aquí,  más  que  a  los  aposentos  reales, parece que  asistiéramos a una arena para presenciar un duelo de excelsas, y es realmente difícil elegir a nuestra verdadera favorita...
  
El  tono a veces  fársico de  la  película me sugirió un poco un hipotético subtítulo: De la crónica de las tres locas delirantes, o De las tres chifladas.
  
Luego  entonces,  la pregunta sería: ¿cuál de las tres será la más “descocada”  o  la  más  tremenda...?
  
La  favorita es  todo un tratado sobre la traición, la perversión, el humor negro y el cinismo, servido en charola de plata y amenizado  con  el  ritmo  y  la  cadencia  del minué.
  
Independientemente de los  premios  ya  ganados y sus diez nominaciones al Óscar, lo cual ahora es muy difícil de soslayar, hay que verla, irremisiblemente. Porque la plena y maravillosa suntuosidad de la puesta en pantalla: Dirección  de actrices, y  de  todo lo  demás,  como  la  de arte; fotografía y vestuario,  entre  otras, enmarca esta colección de debilidades humanas, las potencia y las vuelve altamente seductoras.
  
En  La  favorita es  fácil deducir  el  desenlace.  Pero el  amargo final encierra toda la tristeza y el vacío del triunfo... ****/****

¡Corte  y  queda…!

MarcH  de  Malcriado

viernes, 8 de febrero de 2019

A STAR IS BORN

A  STAR  IS  BORN  Nace  una  estrella consagra  definitivamente  a Lady  Gaga  y  a Bradley Cooper  como superestrellas  de  la  realeza  de  Hollywood.
© Warner  Bros. Pictures




A  STAR  IS  BORN (EE.UU., 2018,  Dir.  Bradley Cooper) El argumento  es por  todos  archiconocido,  a menos  que  seas  centennialmillennial y  no veas  películas de  antes  de  que  nacieras.  La primera  fue  con Janet Gaynor (William  Wellman,  1937),  después con Judy  Garland (George  Cukor, 1954),  luego  con  Barbra  Streisand  (Frank  Pierson,1976) y ahora  con  Lady  Gaga.  De  las  3 últimas,  Gaga  es  la  que  menos  facultades  vocales  tiene pero no  nos  importa.  Sin  embargo, ella es  la  gran vedette  del  milenio (doña Madonna o  Cher  ya  estarían  bastante pasadas  de  años  para  el  papel y  las  otras  ni  existen),  así  que...

Una  estrella de  rock,  el  madurón Jackson  Maine (Bradley  Cooper)  bastante alcohólico y  adicto a la cocaína tiene  sed y  se  mete  a cualquier  lugar  en  busca  de  un  drink.  Así que fortuitamente conoce a  Ally (Lady Gaga), una mesera  que  actúa  ciertas  noches  en  un  club  nocturno de  esos  llamados underground. De  hecho,  ella es  la  única cantante  que  aun  siendo  mujer es  la  menos  glamorosa  de  todas  las "estrellas" que  allí se  suben  al  escenario; pues  éstas son puras  drag queens  que  amenizan  la  noche  gay. Jack,  como  es  de  suponerse, cae  rendido  ante  los  encantos  de  esta  falsa Edith  Piaf. 

Resulta  que  la cantante  en  ciernes  también  compone  y  de  repente  ya  está  acompañando  a la  estrella  rockera  en  sus  giras para  cantar  una  que  otra  cancioncita en  sus chóus. El  público de  los  conciertos,  y  más  el  de  Youtube,  comienza  a fijarse  en  ella, porque  está  chistosa y  canta  bonito.  Pronto un  productor  le  propone grabar  un disco  y ya  está. 

Pero,  no  todo es  así  de  sencillo. Ella  tiene  que  despegarse  de  Jack y aprender, ejercitarse, firmar un  contrato y  ceñirse  a las  exigencias  del  manager-capataz que  le  dice  todo  lo  que  tiene  que  hacer. Órdenes  de  la  disquera.  El  resultado no  puede  ser  mejor,  porque  ella  es  muy  buena.  En  realidad tiene  madera  y no  está  loca,  todavía...

La  actuación  de  Lady Gaga es  muy  fina,  si  se  quiere  milimétrica.  Lo  mismo sigue  una  coreografía a  la  perfección  en  un programa  de  televisión  en  vivo  y  en  cadena continental, que rescata  del  ridículo en  público, y  en  privado, al amor  de  su  vida,  el mismo que  la sacó  de ser mesera en  las  cloacas quesque  gourmets de la  gran  ciudad.  

Bradley  Cooper  (con doble nominación al Óscar) también sorprende  con  su  dirección y  con su  actuación,  además de que  canta bastante  bien ―me  recordó  a Bruce  Springsteen―; el  tipo está perfecto  como  el depresivo artista con  corazón  de  oro.  

La  dama Gaga  también está  nominada  a  un  Óscar,  porque es una  rutilante  realidad. Hace  lo  que  le  da  la  gana  en  donde  quiera  que  se  pare. No  es novata  en  el  cine,  ya como  "La  Chameleon" nos  apantalló  con  su  actuación en Machete  Kills (Robert Rodríguez,  2013) y  después en  Sin  City:  A  Dame  to  Kill, también de  Rodríguez (2014).  Tiene  un  rosario  de  números 1  en  el  hit  parade  mundial y  lo  mismo  sale  disfrazada  de  enferma  mental o esquizoide,  que hace  un  documental  para  Netflix  sobre su  vida,  también es  capaz  de    cantar  clásicos  con  gay crooners como Tony  Bennet y  aparecer  como  una  verdadera divinidad de  pasarela. 

La  cinta es  una  de  las  producciones  que  más  gustaron  en  2018. Aquí  la  lista  de sus  8 nominaciones  al  Óscar:

Mejor  película.
Mejor  actor Bradley Cooper.
Mejor  actriz Lady  Gaga.
Mejor  actor  de  reparto Sam  Elliot.
Mejor  guión  adaptado.
Mejor  canción  original "Shallow".
Mejor  dirección de fotografía.
Mejor  mezcla  de  sonido.

Vale  la  pena verla,  porque  aunque  es  un  remake,  como  ya  sabemos,  Stefani Joanne Angelina Germanotta  es una súper  estrella que  sí  tiene  talento  e  increíblemente, ¡no es  payasa...!

Como  reza  el  título  de  la  película: aquí  sí que  "nace  una  estrella". Total  que es  excelente,  como  divertimento  y  como obra  artística. ****/****  

¡Corte  y  queda...!

MarcH  de  Malcriado