Inverosímil, ridícula, lenta y con el protagonista más desangelado que he visto en el cine mexicano, Pierre Louis, como el médico objeto del deseo. Todo el asunto raya en lo insoportable. Terminé de verla nada más porque a veces tengo la esperanza de que en las últimas secuencias la película me sorprenda gratamente, pero no, para nada. Allá ustedes si la ven…
Qué lástima.
¡Corte y queda…! (¿O no…?)
MarcH de Malcriado