martes, 31 de julio de 2018

DE MONSTRUOS Y VENGANZAS

 En la  película El hilo fantasma, un ególatra diseñador de  moda se  
divierte como  un  gato con  su  presa. 
Imagen: © Universal Pictures



THE PANHTOM THREAD El hilo fantasma. Dir. Paul Thomas Anderson, EE.UU, 2017. ¿Se acuerdan de El cisne negro (Aronofsky, 2010), aquella historia de la bailarina que llevaba su ejecución hasta dimensiones insospechadas? Bien, pues aquí tenemos otro artista muy similar, cuyo arte lo encadena a la excepcional peculiaridad de los que llevan al demonio adentro, o a Dios, según se vea… Se trata de Reynolds Woodcock, que muy a lo Cristóbal Balenciaga, o Dior, en la posguerra, es el modista de  alta  costura  más famoso y celebrado de Inglaterra; pero sus  clientes, las  mujeres  ricas,  las  aristócratas y algunas  miembros de  la  realeza le  resultan bastante anodinas y muy vulgares.  Un día el maestro aburrido y sin inspiración se da cuenta de que lo que necesita es una musa. Pronto y muy casualmente la encuentra, pero la chica de musa no tiene nada ꟷa simple vistaꟷ, porque aunque es una rubia espectacular es en realidad  una sencilla mesera de cafetería. Él de inmediato la invita a su exclusivo mundo de glamour, aunque lleno de exhaustivo trabajo y  manías; para inspirarse en ella, para pulirla, utilizar su belleza y también para torturarla, ¡por supuesto...! 

La  trama podría ser un poco parecida a la  de Mi bella dama (George Cukor, 1964), pero no. Woodcock no se interesa en ella, sólo la quiere para sus fines creativos, y de vez en cuando, para algo más...

Ese inenarrable dios de nitrato de plata que es Daniel Day-Lewis, estuvo nominado al Óscar por la que declara será su última película. ¡Pero vaya la que escogió para despedirse, qué actuación, qué bárbaro…! La estatuilla dorada de la Academia de Hollywood se le fue de las manos, como ya sabemos, pero, ¿a quién le importa?, ¡si ya tiene 3…! Por si fuera poco, la cinta estuvo nominada como Mejor Película; su director y la actriz de reparto Lesley Manville, el diseño de vestuario y la música también. No quiero contarles más, sólo les suplico que si quieren ver CINE de verdad, no se la pierdan.

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

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