RENDEL (Finlandia. Dir. Jesse Haaja, 2017). El antihéroe enmasacarado de la alejada, oscura y fría Finlandia (sólo 5 meses al año, claro) fragua una venganza en contra de la organización VALA, presidida por el ambicioso Mr. Erola (Matti Onnismaa), que destruyó a su familia de una manera muy impactante, inclusive para las cintas del género. La violencia es extrema, sin concesiones, allí no hay piedad; ni siquiera entre un padre tan elegante y sofisticado como cruel y despótico, Mr. Erola por supuesto −que quiere exportar una vacuna letal para destruir a parte de la humanidad− y su hijo Rotikka, que es un verdadero monstruo de maldad, resentido y casi infernal… ¡Tal para cual…!
Muy al estilo del cine “noir”, el tranquilo y pacífico Rämö, que se ve forzado a convertirse en Rendel (Kris Gummerus) para saldar cuentas, no tiene poderes extraordinarios; pelea a puño limpio para defender a los más débiles.
Como parte de la organización delincuencial está un personaje que no tiene nombre (Renne Korppila), el fortachón, tatuado y medio retrasado mental de 1.92 m, que hace gala de una fuerza bruta inusitada como el matón de Rotikka (el extraordinario Rami Rusinem) uno de los psicópatas más amenazantes y perversos del cine, que quiere exterminar a Rendel, porque le estorba en sus planes de destrucción.
Esta producción es toda una curiosidad porque viene de un país cuya cinematografía es poco conocida, pero no por eso menos interesante.
Por primera vez en este tipo de cine tuve la duda de que el bien y la justicia prevalecieran sobre las fuerzas del mal. Es cine europeo y luego ya ven cómo se las gastan allá… Ir a verla es sumamente estremecedor, tanto, que una pareja se salió de la sala con su “combo” de palomitas (rosetas de maíz) y refresco a medio consumir a tan sólo 20 minutos de iniciada la proyección…
El slogan reza: "La venganza engendra venganza". Recomendable sólo para amantes del género, pero en extremo, sin gags ni payasadas a lo Deadpool, que por otro lado también me gusta mucho. ***
¡Corte y queda…!
MarcH de Malcriado
Esta producción es toda una curiosidad porque viene de un país cuya cinematografía es poco conocida, pero no por eso menos interesante.
Por primera vez en este tipo de cine tuve la duda de que el bien y la justicia prevalecieran sobre las fuerzas del mal. Es cine europeo y luego ya ven cómo se las gastan allá… Ir a verla es sumamente estremecedor, tanto, que una pareja se salió de la sala con su “combo” de palomitas (rosetas de maíz) y refresco a medio consumir a tan sólo 20 minutos de iniciada la proyección…
El slogan reza: "La venganza engendra venganza". Recomendable sólo para amantes del género, pero en extremo, sin gags ni payasadas a lo Deadpool, que por otro lado también me gusta mucho. ***
¡Corte y queda…!
MarcH de Malcriado
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