sábado, 19 de septiembre de 2020

MANICOMIO DEL TERROR


MANICOMIO  DEL  TERROR Un  grupo de  psicóticos hacen  de  las  suyas cuando  son  objeto  de  un terrible  experimento que se  sale  de  control. El  afiche  es  tan  surrealista  como  la cinta  misma,  pues no  tiene  pies  ni  cabeza… y  algunas de  verdad  que  sí salen  volando.  © Archstone Distribution [USA], Noori Pictures. Golden Crab Film Production, Nubian Film Production




MANICOMIO DEL TERROR (PATIENTS OF A SAINT) Inglaterra, 2019, Dir. Russell Owen. Fallida cinta de horror que no asusta ni a una mosca. Con tintes de thriller psicológico deviene en la historia de una especie de raros zombies en una casa de recuperación psiquiátrica que más bien es una cárcel de alta seguridad, ¿o es al revés…? Los pacientes o reclusos se comienzan a infectar unos a otros de una rara afección que los vuelve asesinos más peligrosos de lo que ya eran, pero no se sabe por qué, si para chuparles la sangre, comérselos o sólo por joder. Los enfermeros son unos policías bastante ineptos. Seguramente ni el director ni el guionista sabían bien a bien de qué se trataba la cosa. El caso era filmar un producto comercial que explotara la publicidad prometiendo una cinta del género que no lo llega a ser de ninguno ni por casualidad. Todas las escenas están forzadas hasta el ridículo; hasta la directora de la fortaleza parece preguntarse qué diablos pasa allí, pues es tan inexpresiva que no proyecta nada y más bien pareciera que ella es la que está más trastornada con su carita de what…?

Desde Carne cruda ―una película también inglesa que fui a ver creo que al "Palacio Chino" alrededor de los años finales de 1970 y de la que ni siquiera encuentro datos en Internet, pero que trata de un grupo de personas que debido a no sé qué se tienen que esconder en los túneles del metro de Londres; luego se comienzan a degenerar hasta canibalizarse entre ellos y posteriormente secuestran a pasajeros en los andenes más solitarios― no veía algo tan mal hecho. Este bodrio está mal escrito, mal actuado y peor dirigido. Aunque pensándolo bien el argumento en realidad no es tan malo y nos recuerda la situación de la pandemia actual, en la que hay que evitar el contagio a toda costa.

Situada en una isla del mar del norte la película pretende ser claustrofóbica, densa y gore; pero el resultado es muy aburrido y hasta causa cierta hilaridad. Cuando se suponía que el público debiéramos asustarnos lo que nos provocó fue risa. Algo que finalmente se agradece, pues le resta monotonía y uno aprovecha para tomar más refresco. Insoportable sin palomitas y sin la compañía de alguien con quien cuchichear y reírse de que también se ríe. Aunque uno supone que es una película de fórmula, nunca nos imaginamos que fuera tan mala, más bien es pésima. Sólo entramos a verla porque la oferta cinematográfica a esa hora no ofrecía otra opción. ¡Así que ni vayan…!

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

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