LA MUJER MURCIÉLAGO La contraparte de la Batichica gringa. Ésta sí que era una bomba sexy que podía con todos... © Cinematográfica Calderón |
LA MUJER MURCIÉLAGO (Dir. René Cardona. México, 1968).
SINOPSIS
Desde el laboratorio de su barco “Reptilicus”, anclado en la bahía de Acapulco, un científico loco, el Dr. Eric Williams (Roberto Cañedo), con su fiel ayudante Igor (Jorge Mondragón), experimenta en la creación de un hombre-pez para replicarlo por miles y así dominar al mundo. Para tal fin necesitan la glándula pineal de hombres sanos y fuertes, como los luchadores. Los cadáveres aparecen flotando en la playa. Para esclarecer los crímenes la policía porteña solicita la colaboración de la Mujer Murciélago (la despampanante Maura Monti).
ANÁLISIS
El concepto de la heroína súper sexy ataviada con su máscara con orejitas, su capita, sus botitas y obviamente su revelador bikini encontró en Maura Monti un monumento de belleza, valentía, audacia, seducción y todo lo demás que declara el afiche. Además de los ya señalados el reparto es de lujo: David Silva, Armando Silvestre, Crox Alvarado y Héctor Godoy. Por si fuera poco, hay muchas secuencias submarinas de Genaro Hurtado bastante interesantes y a la vez algunas involuntariamente chuscas. Pero quien sobresale es “Piscis”, el monstruo marino que lo mismo puede atacar bajo el mar que en tierra.
SINOPSIS
Desde el laboratorio de su barco “Reptilicus”, anclado en la bahía de Acapulco, un científico loco, el Dr. Eric Williams (Roberto Cañedo), con su fiel ayudante Igor (Jorge Mondragón), experimenta en la creación de un hombre-pez para replicarlo por miles y así dominar al mundo. Para tal fin necesitan la glándula pineal de hombres sanos y fuertes, como los luchadores. Los cadáveres aparecen flotando en la playa. Para esclarecer los crímenes la policía porteña solicita la colaboración de la Mujer Murciélago (la despampanante Maura Monti).
ANÁLISIS
El concepto de la heroína súper sexy ataviada con su máscara con orejitas, su capita, sus botitas y obviamente su revelador bikini encontró en Maura Monti un monumento de belleza, valentía, audacia, seducción y todo lo demás que declara el afiche. Además de los ya señalados el reparto es de lujo: David Silva, Armando Silvestre, Crox Alvarado y Héctor Godoy. Por si fuera poco, hay muchas secuencias submarinas de Genaro Hurtado bastante interesantes y a la vez algunas involuntariamente chuscas. Pero quien sobresale es “Piscis”, el monstruo marino que lo mismo puede atacar bajo el mar que en tierra.
Dicen que esta película le gusta mucho a Guillermo del Toro, y creo que sí, porque en La forma del agua (del Toro, 2017) retoma la figura del monstruo marino. Entre varias de estas míticas figuras la más memorable es aquella de El monstruo de la laguna negra (Jack Arnold, 1954).
La primera vez que vi a Maura Monti en pantalla fue en el cine Variedades de Tampico, la película se llama S.O.S. Conspiración bikini (René Cardona, 1967), en la que la Monti canta una versión en español de Venecia sin ti que me dejó absolutamente enamorado de ella para siempre. Su carrera en el cine fue muy corta pero muy brillante, porque además de bellísima y fotogénica era muy buena actriz.
La primera vez que vi a Maura Monti en pantalla fue en el cine Variedades de Tampico, la película se llama S.O.S. Conspiración bikini (René Cardona, 1967), en la que la Monti canta una versión en español de Venecia sin ti que me dejó absolutamente enamorado de ella para siempre. Su carrera en el cine fue muy corta pero muy brillante, porque además de bellísima y fotogénica era muy buena actriz.
BATWOMAN/ LA MUJER MURCIÉLAGO El póster italiano en el que los nombres de los actores fueron cambiados para ese público. Una joya de afiche y de película, por supuesto. © Cinematográfica Calderón |
CRÍTICA
La aventura “A colores” de La mujer murciélago es un maravilloso churro que remasterizado y visto en la pantalla, a 56 años de distancia de su estreno, resulta una cinta de semiculto, divertida y muy graciosa por lo ingenua. Filmada en un Acapulco todavía bastante incipiente como resort internacional, sin los grandes hoteles que llegarían hasta bien entrados los años de 1970, contiene panorámicas irrepetibles de una Bahía de Santa Lucía casi virgen. Seguramente en su momento tuvo el éxito que tenían todas las películas de luchadores tan populares.
Después de todo, hay que valorar que a pesar de los escasos presupuestos asignados a este tipo de producciones los resultados no eran tan malos, y en muchos casos eran buenos y hasta excelsos. Mucho se debe al gran amor que tenían, y siguen teniendo, los cine-realizadores, los trabajadores del STIC (Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica) y los artistas mexicanos por la cinematografía nacional, que en México desde siempre se ha enfrentado a obstáculos y crisis de toda índole. ¡Amo el cine mexicano!
¡Corte y queda…!
MarcH de Malcriado
¡Corte y queda…!
MarcH de Malcriado
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