LA HERMANASTRA FEA (Den Stygge Stesøsteren. Noruega, Polonia, Suecia y Dinamarca, 2025. Dir. Emilie Blichfeldt).
La Cenicienta siempre ha sido una historia de “body horror” (horror corporal para decirlo en castellano), ¿pero hasta dónde…? Los cuentos infantiles de hadas siempre nos han gustado desde nuestra más tierna edad, aunque en el fondo de ellos subyazcan terribles actos de envidia y de maldad (o hasta de tentavias de asesinato). Allí se sintetizan la bondad y la virtud con el vicio y la vileza. Y aunque narraban eventos terribles se veían matizadas, bastante suavizadas por los dibujos animados, tan coloridos y llamativos, verbi gracia los maravillosos filmes de Walt Disney. Pero los tiempos cambian y el público. Como el género del cine de horror tiene legiones de seguidores que exigen emociones mucho más fuertes éste ha tenido que ¿evolucionar?, llevando las cruentas escenas hasta verdaderos delirios, cada vez más extremos e impactantes. El argumento no importa mucho mientras haya abundantes baños de sangre. Inclusive en México hay festivales anuales como el de “Macabro” en los circuitos y complejos cinematográficos más populares, asimismo en la Cineteca Nacional (cuya programación suele ser excepcional, con exclusivos filmes que no se pueden ver en ningún otro cine).
Hace muchos años, y después de ver la excelente American Psycho (Mary Harron, 2000), para enterarme de qué iba el festival, fui allí a ver una al azar: Tokio Gore Police (Yoshihiro Nishimura, 2008). Como no soy realmente amante del género con ésa tuve. Hasta entonces no había visto en pantalla tanta sangre y violencia; creo que ése fue mi bautizo en cascadas visuales de extra rojo plasma o enormes charcos de ello ya coagulada…
Regresando a la “nueva Cenicienta” tenemos que las acciones buenas y las malas, las más perversas, se amalgaman para brindarnos una visión fantástica de las debilidades humanas, a veces en su máxima expresión. La producción es de un ambiente gótico muy bien logrado. La fotografía y las actuaciones son espléndidas. Así tenemos que Elvira (Lea Myren), la hermanastra fea, aceptará ser sometida a varios “tratamientos de belleza” para lograr acaparar la atención del príncipe Julian (Isac Calmroth) en el baile del palacio real. La principal rival a vencer es su preciosa hermanastra Agnes (Thea Sophie Loch).
¿Dónde empiezan la belleza y la fealdad? Pregunta que trata de resolver la directora noruega Emilie Blichfeldt en su brillantísimo largometraje y opera prima. Como ésta es una versión libérrima y macabra del cuento, la verdad es que no es muy previsible, podemos esperar cualquier cosa y ésa es precisamente a magia del filme de factura absolutamente europea, que nada tiene que ver con el cine de Hollywood, en el que estaría totalmente fuera de registro, incluyendo tal vez al cine “indie”. La industria cinematográfica de EE.UU. (tan puritana y mojigata) no se atreve a tanto…
Interesantísima propuesta que nos deja sorprendidos por la excelente factura técnica, que en un tono de delicioso suspenso mezcla secuencias de una gran belleza y elegancia inusitadas que contrastan con todo lo opuesto: lo horroroso y lo repulsivo. El público de la sala a veces decía cosas o dejaba escapar expresiones onomatopéyicas que hicieron de mi experiencia algo mucho más intenso, y, si se quiere, hasta divertido; porque después de todo ésto es un gran divertimento.
¡Corte y queda…!
MarcH de Malcriado
Regresando a la “nueva Cenicienta” tenemos que las acciones buenas y las malas, las más perversas, se amalgaman para brindarnos una visión fantástica de las debilidades humanas, a veces en su máxima expresión. La producción es de un ambiente gótico muy bien logrado. La fotografía y las actuaciones son espléndidas. Así tenemos que Elvira (Lea Myren), la hermanastra fea, aceptará ser sometida a varios “tratamientos de belleza” para lograr acaparar la atención del príncipe Julian (Isac Calmroth) en el baile del palacio real. La principal rival a vencer es su preciosa hermanastra Agnes (Thea Sophie Loch).
¿Dónde empiezan la belleza y la fealdad? Pregunta que trata de resolver la directora noruega Emilie Blichfeldt en su brillantísimo largometraje y opera prima. Como ésta es una versión libérrima y macabra del cuento, la verdad es que no es muy previsible, podemos esperar cualquier cosa y ésa es precisamente a magia del filme de factura absolutamente europea, que nada tiene que ver con el cine de Hollywood, en el que estaría totalmente fuera de registro, incluyendo tal vez al cine “indie”. La industria cinematográfica de EE.UU. (tan puritana y mojigata) no se atreve a tanto…
Interesantísima propuesta que nos deja sorprendidos por la excelente factura técnica, que en un tono de delicioso suspenso mezcla secuencias de una gran belleza y elegancia inusitadas que contrastan con todo lo opuesto: lo horroroso y lo repulsivo. El público de la sala a veces decía cosas o dejaba escapar expresiones onomatopéyicas que hicieron de mi experiencia algo mucho más intenso, y, si se quiere, hasta divertido; porque después de todo ésto es un gran divertimento.
¡Corte y queda…!
MarcH de Malcriado
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