sábado, 28 de junio de 2014

EL AMOR (DE SANTOS Y SANTONES A SENTONES)


EL AMOR Rossellini le rinde homenaje al arte de Anna Magnani. Así rezan los  créditos de la segunda parte. Nótese de quien son las ideas originales. 


L’AMORE (El amor). Italia, 1948. Dir. Roberto Rossellini. En "La voce umana" ("La voz humana") que es la primera parte de este filme —basado en un monólogo teatral original de Jean Cocteau, escrito y dedicado para Edith Piaf, que nunca lo actuó—, vemos a una mujer (Anna Magnani) hablando por teléfono, desde su lujosa habitación, con el hombre que ama. A él nunca lo escuchamos, pero por todo lo que ella le dice suponemos que el hombre es casado y que no puede, o no quiere,  acudir a verla esa noche. Ante la posibilidad de un  abandono inminente las emociones se exacerban. Ella se desespera, grita, suplica, llora; está fuera de sí, porque más que amarlo parece necesitarlo obsesivamente. Es un caso típico de lo que hoy en día los psicólogos denominan  como codependencia patológica. La conversación se interrumpe porque él tiene que colgar. La mujer siente que su mundo se derrumba, no puede respirar… se levanta cuando oye que el portón se abre y  que unos pasos que se acercan, supone que es su amado, pero no, no es él. Es su vecino que entra al otro departamento. La desesperación es imposible de contener; esa señora al borde del colapso es muy impactante, porque la actuación de la Magnani es insuperable. De verdad creemos que está a punto de perder la razón, porque no quiere, porque no  puede estar sola… Ésta  tan sólo es una versión de éso que no se puede definir: ¡el amor...! 



EL AMOR Una mujer se  consume entre las llamas de una pasión basada en la ausencia, en la materialización de una voz lejana, inasible...


En la segunda parte, intitulado “Il Miracolo” ("El milagro") vemos a una campesina (otra vez la Magnani) de la costa amalfitana pastoreando unas cabras en la montaña; de repente ve a un vagabundo muy guapo, barbado y rubio (el mismísimo Federico Fellini) y cree que es san José; así que se emociona, se le acerca y se desborda. No puede creer en  su suerte y mientras da rienda suelta a su verborrea, el hombre, sin decir una sola palabra, la escucha, la observa y le ofrece un poco de vino de su botella; ella continúa su parloteo y comienza a tener una actitud bastante lúbrica, y sigue  bebiendo de la botella... 

Dan ganas de entrar en la película y decirle que se calle la boca, que el tipo no es un santo, que no sea boba. Pero no es posible, sabemos que ella está a su merced y que sus propios deseos la abrasan. Corte a: Por medio de la elipsis sabemos que el hombre la ha hecho suya, porque la vemos despertar boca arriba, todavía ebria, atontada. Él se ha ido,  por  supuesto. Ella se espabila, se sacude el yuyo y lleva a las cabras de regreso a la aldea.

Tiempo después se sabe que Nanni está embarazada y que le atribuye la paternidad al santo que “se le apareció” . El pueblo entero se ríe de ella, la hacen víctima del bullying más cruel e irracional, porque está sola, porque es pobre y débil. Sin embargo, ella está feliz porque su hijo por nacer es su esperanza, es todo lo que tiene y tendrá jamás.


Hay que mencionar que El Vaticano trató, sin éxito claro, de censurar esta segunda parte, pero afortunadamente terminó exhibiéndose en toda Italia. En Estados Unidos la Liga de la Decencia Nacional también puso el grito en el cielo, aduciendo que el tema atentaba contra la moral, que era sacrílega, blasfema y que se burlaba de la religión católica… En fin, ya sabemos que nunca faltan las películas que son consideradas “inmorales”.


La cinta nos cuenta la historia de dos mujeres al borde de la locura, si no es que ya están bien locas. No sabemos a ciencia cierta si es el amor lo que las salvará o si éste es, precisamente, la causa de su terrible delirio.

Un director extraordinario como Rossellini 
—que además escribió el guión y produjo la película y un ejercicio histriónico magistral a cargo de una de las actrices italianas más fabulosas, hacen de 2 argumentos muy sencillos un retrato milimétrico y patético del alma de dos personalidades totalmente opuestas: la sofisticada mujer urbana y la pobre, ignorante y fanática religiosa campesina. Ambas aparecen como dos frescos catedralicios muy difíciles de olvidar. Excelente. ***

Comedia negra, altamente blasfema y sacrílega (si son muy fundamentalistas mejor no la vean). 79 min. Blanco y negro.

March de Malcriado

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