lunes, 30 de enero de 2023

PINOCHO

PINOCHO Es una bella y conmovedora historia sobre los valores, la educación y el amor. De nuevo Guillermo del Toro logra "apantallarnos" con su más reciente entrega. © ShadowMachine/ The Jim Henson Company/ Netflix Animation/ Doble Dare You






PINOCHO / GUILLERMO DEL TORO'S PINOCCHIO (EE.UU., 2022. Dir. Guillermo del Toro y Mark Gustafson).

La versión stop-motion de la no muy para niños Pinocho puede resultar un tanto extraña o grotesca al principio, pues los referentes del muñeco de madera de las conocidas versiones clásicas son los de un muñequito muy lindo y colorido. En esta ocasión no es así, Pinocho, si se pudiera decir, como fábula es más realista ―y hasta ligera y delicadamente cruel también―.
 Este espantajo Pinocho está bastante feíto en comparación con sus antecesores; pero pasado el mini impacto de los primeros minutos uno se acostumbra; el pelele termina por gustarnos y la trama fluye sin mayor problema.

En plena Italia fascista la ausencia de un niño consume de tristeza a un viejo carpintero que también fabrica esculturas y juguetes. Como es bien sabido, la magia de un ente sobrenatural le otorga vida a la marioneta de su creación para darle alegría y felicidad a ese dulce viejecito llamado Geppetto. Lógicamente, en un principio Pinocho es completamente irracional e ignorante, hasta de aquellas cuestiones más elementales; y como todo "niño" se la pasa preguntando, descubriendo  y aprendiendo hasta las cosas más sencillas. El inicio del conflicto es su gran ingenuidad. Así el engaño de que es objeto por un codicioso y perverso empresario circense que ve en el muñequito parlante una mina de oro, resulta cosa harto fácil. La trama no necesita mayor sinopsis, porque todo el mundo la conoce. Ya se sabe, la marioneta a la que le crece la nariz cada vez que miente es muy chistosa. Está de más decir que las aventuras que vienen a continuación son trepidantes y muy vertiginosas.

El concepto es el adecuado para narrar una magistral historia de amor paterno que todo lo sufre y todo lo puede. Nos recordó a Papá Goriot de Honorato de Balzac, que es una de las historias más bellas de la literatura clásica, si pudieran leerla les aseguro que no se arrepentirán. Pues el valor del padre, a pesar de la deidificación o sacralización de su contraparte, la figura de la madre, en el arte y en general ―y en todas las civilizaciones― no puede, no debe ser minimizado ni soslayado jamás. Es usualmente el padre quien transmite, entre otras cosas no menos importantes, la disciplina y los valores a los hijos.
 Más que un cuento Pinocho es una apología y una  sorprendente reivindicación del amor masculino por su progenie, sea ésta como fuere. 

La fantasía también puede contener elevadas dosis de maldad y perversión, y no puede excluirla porque representa una versión idealizada y fabulosa de la realidad. La figura de Pinocho representa a un niño “raro”. Pero contiene una lección que nos remite a la aceptación que debe tener hoy en día cualquier niño, joven o inclusive un adulto, que se salga de los parámetros de lo “normal” o lo heteronormado, pues no solamente se trata de un asunto de tolerancia, sino de respeto y aprobación e inclusive de inclusión y de amor. No es que sea una película de temática gay en absoluto, pero hasta cierto punto la abarca porque la manera en que aquí se plantea el cuento puede ser interpretada como una analogía o parábola sobre la “diferencia” debido a que el “niño de madera”, en eso estriba su “rareza”, será objeto de abuso y agresiones o bullying, como ahora se le denomina a la violencia en todas sus gradaciones, desde la más sencilla, la llamada pasivo-agresiva, hasta la más violenta y criminal. 
Por otro lado, la película también toca otro tema difícil, pero de una manera exquisita: la aceptación de la muerte.

La técnica del stop-motion ha sido llevada hasta la perfección por un maestro de la creación de universos fantásticos, el cineasta mexicano Guillermo del Toro. Su genialidad ya ha sido mundialmente reconocida en el mundo entero durante lustros, y para coronar su gloria su fantástica Pinocho ha sido nominada a un Óscar como Mejor Película Animada. La verdad sí que la tiene fácil para los “Oscars95” ―del próximo 12 de marzo―, pues la fuerza desoladora de varios momentos y la disruptiva belleza de sus imágenes le permiten llegar hasta el fondo mismo del corazón de quien la vea.

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado




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