lunes, 13 de febrero de 2023

MI POLICÍA / MY POLICEMAN

MY POLICEMAN Se ubica en la Inglaterra de los 50's, cuando ser gay estaba prohibido y eso le desgraciaba la vida a muchísima gente. © Berlanti-Schechter Films / Independent Film Company MGC

 


MI POLICÍA / MY POLICEMAN (G.B., EE.UU., 2022, Dir. Michael Grandage).  Aunque ha participado en otros filmes Harry Styles ―ya lo habíamos visto como soldado inglés en la brutal Dunkirk (Christopher Nolan, 2017)―; ahora nos deja de boca abierta, por si fuera poco, porque triunfa en una película muy bella que se llama Mi policía. ¿Ya la vieron…?

Para que se animen a hacerlo les cuento: El argumento va muy en una línea harto parecida a Su otro amor / Making Love (EE.UU., Arthur Hiller, 1982), a Three / Drei (Alemania. Tom Tikwer, 2010) y otras de tema similar. Las 2 que aquí cito, tanto la alemana cuanto la gringa, en su momento dejaron heladas a muchas mujeres que son novias o esposas porque describen los tríos de la novia (que no sabe, sospecha o se hace la loca), el novio y el novio del novio. Nada del otro mundo, y así más así menos.

La deliciosa My Policeman se ubica en la England de finales de los años de 1950, cuando la homosexualidad todavía era perseguida y muy castigada por los prejuiciosos y mojigatos súbditos de la reina. ¡Ah pero eso sí…!, irónicamente, los jueces y abogados iban a la corte muy bien ataviados con sus vestidotes largos negros y sus pelucotas platinadas… de seguro todavía es así (lo del atuendo).

Una joven e inocente profesora llamada Marion (Emma Corrin) se enamora de Tom (Harry Styles), que es un sencillo pero apuesto policía; ambos tienen como amigo al sofisticado curador Patrick (David Dawson) que los sumerge en el mundo del arte y les abre mundos que los dejan fascinados. La narrativa es de un ritmo suave, como el mar de la costa de Sussex, sin los alardes efectistas de las súper producciones. No hay mucha acción ni Fx; los eventos, inclusive los más ardientes, son iluminados, musicalizados y retratados con una gran exquisitez. La acción es más que nada interna, pero no por eso es menos interesante y luce magnífica porque el director tiene en sus manos un guión muy valioso basado en la novela de la escritora inglesa Bethan Roberts (ya leí con gusto el primer capítulo del libro que presiento que estará sensacional), a 3 extraordinarios jóvenes actores y a otros 3 sublimes veteranos.

Muy bien que está Linus Roache en su personaje de vejete terco, rebelde y antipático, pero Ruppert Everett y Gina McKee están de premio; en suma, con pocos diálogos los 6 histriones lo dicen siempre todo con ese juego increíble de miradas…

La penúltima secuencia final (en la que el filme debió cerrar), que no la final, gracias a la perspectiva y composición del fotógrafo es asombrosamente bella, emotiva y delicadamente apoteósica, como los ancianos que retrataba el pintor español José de Ribera.

Si se atreven véanla, porque es de lo mejor que hay en streaming últimamente.

Colofón:

Quizás en unos cuantos años del Styles cantante ya no quedará mucho, ¿o sí?, pero su huella permanecerá y será imitada, y tal vez hasta superada, por otras rock y pop superstars, que como siempre irrumpen con nuevas visiones y energías y que se alimentan de los paradigmas impuestos por sus predecesores y además arrasan.

Así Prince y Michael Jackson con todo y todo y sin haber dejado de ser grandiosos, hoy día, e irónicamente, nos parecen mesurados y bastante tímidos.

No obstante, mi conclusión sería que si Harry Styles sigue escogiendo los mejores papeles y actuando tan maravillosamente bien le auguro una larga y exitosa vida histriónica que lo consagraría como un artista genial. ¡Cuidado Robert Pattinson…!

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

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