LA BALLENA / THE WHALE

 

LA BALLENA Es una analogía alegórica del cetáceo más fabuloso del mundo que a pesar de vivir en las inmensidades del océano se encuentra atrapado por su propia naturaleza al igual que el hombre en el cosmos. © Protozoa Pictures/ A24/ ADS Service

LA BALLENA / THE WHALE (EE.UU., 2022. Dir. Darren Aronofsky).

El laureado Aronofsky es bien conocido por sus asombrosas e inquietantes películas, o más bien bastante incómodas ꟷrecordad Réquiem por un sueño (2000) y El cisne negro (2010)ꟷ, que se sumergen en las miserias humanas a la vez que se elevan a sus cumbres más fulgurantes. Esta vez nos presenta el horror de vivir en esos atrapamientos de la desolación que rayan en lo patológico. Ninguno de los personajes que aparecen en pantalla se salva, en distintas gradaciones por supuesto. Hay un sexto personaje que es quien con su acto final ha desatado semejante inferno, aunque nunca lo veremos, por referencias sabemos que es directamente él quien los arrastró a esos límites de la locura.

SINOPSIS

 

Charlie (Brendan Fraser), un severamente obeso catedrático pone a sus alumnos universitarios a escribir ensayos sobre literatura, pero no permite que su imagen aparezca en la pantalla de sus videoconferencias, pues su obesidad mórbida lo acompleja terriblemente. Además, apenas puede moverse para cumplir con sus necesidades más básicas. Aunque es bastante solitario tiene a Liz (Hong Chau, nominada al Óscar por Mejor Actriz de Reparto) una enfermera que lo visita regularmente para cuidarlo y hacerle compañía. 

Como si la enfermedad y la desolación de este pobre hombre no fueran suficientes un día llega su monstruosa hija adolescente para torturarlo aun más al reclamarle y condenarlo por haberla abandonado, porque su resentimiento es tanto que necesita castigarlo a él ꟷy al mundo enteroꟷ. Ella, al darse cuenta de la vulnerabilidad de su padre se ensaña mucho más y le hace patente no sólo su asco y su desprecio, sino también su repulsión. Al mismo tiempo llega un joven predicador del Evangelio y entonces la “apacible” vida de Charlie se vuelve un maremágnum que no por ser doméstico es menos letal.

DE LOS ARTISTAS

El director Darren Aronofsky, con sus emplazamientos de cámara, la iluminación y su excelente dirección de actores, hace alarde de su genialidad al poner en pantalla una historia profundamente conmovedora, que sin sentimentalismos de fórmula ni chantajes emocionales nos lleva al mero vórtice de la naturaleza humana, con todo lo deslumbrante y lo espantosa que es.

   

Sin embargo, y a pesar de todos los horrores, Ellie (Sadie Sink), la hijita endemoniada ꟷo el peor de los monstruosꟷ, resulta que en el fondo esconde una inteligencia, una belleza y un talento infinitos, pero ella no lo sabrá hasta que... bueno, mejor véanla.  La sorpresa, y el total sarcasmo, es que todo eso lo heredado de su tan odiado padre…

Me permito, como siempre, hacer un contraste: Al igual que en la mismísima obra de Thomas Mann, Muerte en Venecia (Luchino Visconti, 1971) ꟷsi pueden también lean el libroꟷ, un hombre muere extasiado cuando por fin descubre frente a sí, y sólo para él, el tan anhelado summum de la belleza.

Es completamente cierto. Pues hay hombres que persiguen la belleza, y lo hacen porque son artistas, porque buscan la experiencia estética como parte de su Ser divino, para acompletarse. Lo inenarrable aparece cuando descubren la divinidad en el otro y entonces la apoteosis los arrebata a los dos.

Absolutamente maravillosa, aunque terrible y claustrofóbica (es de Aronofsky, acuérdense), esta es una pieza que nadie puede perderse, sobre todo porque Brandon Fraser, otrora sex-symbol de Hollywood, ya consiguió el Globo de Oro por su exquisita y asombrosa actuación; y obviamente puedo asegurarles que el Óscar lo espera, no cabe la menor duda…

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado