sábado, 8 de junio de 2024

INMACULADA

 

INMACULADA Una novicia se enfrenta a las fuerzas del mal en un convento lleno de misterios y secretos. © Black Bear Pictures / Neon / Fórum Hungary



INMACULADA / IMMACULATE (EE.UU., Italia. 2024. Dir. Michael Mohan).

Como ya sabemos, desde el Bebé de Rosemary (Roman Polansky, 1968), El exorcista (William Fredkin, 1973) y La profecía (Richard Donner, 1976) el tema de las mujeres poseídas y a veces hasta embarazadas por el Demonio ꟷque será una especie de Anticristoꟷ, el tema ha sido muy explotado. Hay inclusive una interesante producción italiana de aquellos años intitulada El Anticristo (Alberto de Martino, 1978) bastante fallida, por cierto, pues de veras que por mucho que la protagonista Carla Gravina (con su corte de pelo a la “Me volví loca”) se esforzara mucho, sus gestos y muecas eran de risa loca, por tal resultó más divertida que de sustos.

Así entre buenas, malas y pésimas el cine no ha dejado de producir estas películas del muy gustado género de horror demoníaco. Hay incontables ejemplos de ello de todas las nacionalidades, una de las mejores filmada en México es El habitante (Guillermo Amoedo, 2017); que vista en pantalla fue bastante buena e impresionante…

Entre este perenne maremágnum llega Inmaculada; y las expectativas no fueron diferentes que las que tuvimos hace varias semanas cuando fuimos a ver La primera profecía (Arkasha Stevenson, 2024) reseñada aquí en abril.

Otra vez chica linda llega a un convento en Italia para tomar sus votos y hacerse novicia. La bienvenida no puede ser más festiva ꟷhasta con copa de Chiantiꟷ, el lugar está lleno de otras novicias, de monjas devotas y trabajadoras; por supuesto también están la Madre Superiora, Su Eminencia y un guapo Reverendo que es la mar de gentil y muy atento con la recién llegada. El ambiente es de total ensueño y los cantos del coro son bellísimos.

Pero al pasar de los días nada es lo que parece. Comienzan los sueños, las alucinaciones y la aparición de horripilantes espectros, la pobre “Hermana Cecilia” está toda confundida y su amiga, que fuma a escondidas como Tallulah Bankhead, le explica que parte del asunto es atender a las monjas ancianas que pronto morirán…

Así a la dulce cotidianeidad se incorpora un poco (o un mucho) lo inusitado, lo desconocido, lo misterioso y bueno… de repente la gran sorpresa que es la razón principal de semejantes horrores.

El argumento, dentro de lo previsible, es sorprendente, si logró asustarnos y, sobre todo, no es hilarante. Porque las cuestiones mágico-religiosas se imbrican con otro ámbito que no les voy a decir. Mejor déjense sorprender por esta película, que aunque exagerada e inverosímil ꟷcomo bien corresponde al géneroꟷ es de gran ritmo y belleza: La fotografía en una gran locación, su banda sonora, la dirección de arte, vestuario, actuaciones y dirección.

El final, el gran final, abre una puerta a la gran interrogante que la humanidad se ha planteado desde siempre: ¿Cuáles son los límites entre el bien y el mal…?

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado
          


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