domingo, 12 de enero de 2014

DE VISIONES DESLUMBRANTES

La grandiosa historia de un visionario de nuestro tiempo en 128 minutos.



JOBS. EU, 2013. Dir. Joshua Michael Stern. Biopic sobre Steven Paul Jobs, cofundador y CEO (Chief Executive Officer), presidente en español, de Apple, que revolucionó el mundo de la tecnología cibernética. La cinta va desde sus inicios como un rebelde joven estudiante hasta su última conferencia, ya como magnate y súper celebridad internacional.

A una velocidad vertiginosa se nos presentan las luchas, aciertos y errores de Jobs (Ashton Kutcher). Como toda película biográfica tiene secuencias aburridas, pero ineludibles para contextualizar el pasado. Sobre todo porque aluden a los cacharros setenteros del nacimiento de los ordenadores de consumo masivo y mundial previos a la Apple 1, la primera computadora personal para el hogar.

Previamente había escuchado varias críticas sobre la actuación de Kutcher durante la producción. Que si estaba fatal, que si lo habían sustituído por no dar el ancho… Así que la ví un tanto cuanto prejuiciado. Sin embargo, no fue cierto. El larguirucho Ashton hace un magnífico papel, pues además de su gran similitud física con el genio, es innegable que tiene talento. No en vano lleva tantos años en la carrera artística.
Los actores secundarios están muy bien, sobre todo Dermont Mulroney, que aparece como Mike Markkula, su socio casi desde un principio.

No es un gran divertimento, pero es una oportunidad para enterarnos de la vida 
y obra (aproximadas) de un hombre astuto, neurótico y visionario de nuestro tiempo y a quien le debemos muchos gadgets que usamos en la actualidad.

Finalmente, detrás del súper mito se escondía un hombre como todos nosotros, inclusive con muchos elementos en su contra. Pues era un hijo no deseado y después adoptado por unos padres de la clase media con recursos económicos limitados. Aquí se retratan sus manías, temores, obsesiones, grandes audacias, aciertos, metidas de pata, amores y desamores, lealtades y deslealtades en el juego perenne de la lucha por el poder, la riqueza y la gloria. La gran diferencia es que Steve Jobs era un gran creativo a la búsqueda de sus ensoñaciones innovadoras y que simboliza el cénit del self-made-man del eterno sueño americano, pero con iPad, iPhone y iPod.**

March de Malcriado

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