miércoles, 3 de mayo de 2023

DIARIO DE UN GIGOLÓ / MADAME CLAUDE

 

DIARIO DE UN GIGOLÓ Una serie sexy-policíaca de gran producción y reparto internacional. © Telemundo/ Netflix


DIARIO DE UN GIGOLÓ (Telemundo/ Netflix, 2022).

Siempre es grato ver buenas series de televisión en streaming y realmente fantástico si son excelentes. Ya no nos quedó de otra. Porque son, actual y definitivamente, la mejor opción de entretenimiento cuando ir al cine se volvió imposible porque los habían cerrado por la pendemia, y ahora es cada vez más complicado retomar la costumbre. Aunque nosotros sí seguimos yendo, hay mucha gente que dejó de ir a las salas de cine desde hace años; que si por ese horror del Covid-19, que si están lejos, que si está muy caro (sobre todo la dulcería), en fin. Todos los pretextos son válidos. En consecuencia, nosotros no terminaríamos nunca de escribir sobre todas las series fascinantes que hemos visto en las plataformas electrónicas en los últimos años. ¿Qué remedio…?

Sin embargo, la más reciente, que terminamos de ver hace unos días, es Diario de un gigoló, original de Sebastián Ortega. Una producción grabada en Buenos Aires es verdaderamente interesante de principio a fin, con valores técnicos de primera. Comenzamos a verla sin haber leído más referentes que la sinopsis que aparece en las sugerencias de la plataforma de la “N” roja. El título no puede ser más atractivo, así que llenos de morbo le dimos el ansiado click. Desde las primeras secuencias nos atrapó. La gran sorpresa fue ver a Fabiola Campomanes como estelar. Después, la aparición de Adriana Barraza acabó con el cuadro.

La trama atrapa, verdaderamente, desde que vemos a Emanuel (Jesús Castro) el gigoló por supuesto, declarando ante los agentes de la policía de homicidios que él no cometió el crimen del que lo acusan. Vaya, cosa rara, pues en Toy Boy (Netflix, 2019), también excelente serie sobre gigolós pero estos bajo la fachada de strippers, el inicio es igualito…

CORTE A:

Flash-back de la situación. Chico marginal cuyo atractivo es tal que es entrenado para explotar su gran atractivo físico como bomba sexual, por supuesto “conquistando” mujeres mal atendidas por los maridos, insatisfechas o simplemente porque les gusta el sexo y pueden pagarlo generosamente.

La prostitución siempre ha existido, hasta se dice que es ”El oficio más antiguo del mundo”, cuantimás si se sabe llevar como un negocio que requiere de altas especializaciones, porque eso de pararse en las esquinas, sentarse a esperar clientes en los vestíbulos de los hoteles es peligroso y además ya está pasando de moda.


ANTECEDENTES

Hace muchos años vimos Madame Claude (Just Jaeckin, 1977), una espectacular cinta francesa que nos mostraba el mundo de la lenona más chic y sus mujeres, las más hermosas de París (llamadas “cisnes”) que trabajaban como cocottes de luxe acompañando y “atendiendo” millonarios, diplomáticos o astros de cine (cuenta la leyenda que hasta John F. Kennedy, Sinatra y Rockefeller contrataron los servicios de sus chicas). Siempre perfectas; envueltas en pieles, enjoyadísimas y bebiendo champán o abordando jets privados, ¡no bueno, qué glamour…!


Hay que buscarla porque es una joya inolvidable con las top-models más bellas y famosas de aquella época: Dayle Haddon y Vibeke Knudsen.


MADAME CLAUDE La cinta de 1977 es deslumbrante. Del director de la previa y legendaria Emmanuelle (1974), tiene la garantía de retratar temas bastante sórdidos desde una perspectiva muy elegante.
© Orphée/ Columbia Pictures

  


DE LA OTRA MADAME CLAUDE

Ya que lo mencionamos, hay que añadir que hay otra Madame Claude (Sylvie Verheide, 2021) que se exhibe en “Nt’x”. Es un remake de la versión del '77. Pero resulta que esta producción, nuevamente francesa, por supuesto, no es ni por asomo la sombra de la original. Con el afán de situarla en los años de 1960-70 al estilo de un documental, la filmaron en tonos sepia, pero apagados y muy oscuros. Cuando semejante argumento en manos de un realizador de talento podría haber sido de una riqueza visual y dramática extraordinaria, el resultado es harto sombrío, deprimente, lento y sin interés. Carece de buen ritmo y la directora no hizo mucho por las actrices, de las cuales ninguna es una gran belleza en realidad. Cosa rara, porque las francesas están clasificadas entre las mujeres más lindas y bien arregladas del mundo. El casting resulta por demás muy fallido, excepto por Karole Rocher (Madame Claude) que es la única que sí está a la altura. Este filme es un verdadero fiasco que no recomendamos para nada.


MADAME CLAUDE Filme de estilo documental aborda la historia de la proxeneta más célebre de París y sus hermosos "cisnes". © Netflix


 

En el Diario de un gigoló, esta versión moderna de la putería masculina, también hay viajes y privilegios; sobra decir que todos los tipos ejercitándose alrededor de la piscina ꟷcomo las conejitas de Playboy en la mansión Hefnerꟷ son unos jóvenes Apolos. Nos hizo recordar también ese tipo de explotación del cuerpo masculino que vimos en American Gigoló (Paul Schrader, 1980) con ese dios de cine Richard Gere haciendo ejercicio. Él sigue siéndolo pese a tener ya 73 añitos.

La venta de servicios sexuales por supuesto conlleva muchos peligros. El peor es el crimen. Así la historieta del gigoló deviene del sexy-chóu a la trama policíaca de tintes trágicos en una colección de situaciones límite, muy emocionantes y con vueltas de tuerca bastante inesperadas.

Todo en la serie es muy congruente, cuenta con una producción excelente y con los talentos fantásticos de todos los integrantes del internacional reparto.

Además, descubrir que la Srita. Campomanes es ahora una actriz de gran tamaño es impresionante, pues más o menos la hemos visto en sus buenos papeles de telenovela, desde La calle de las Novias (TV Azteca, 2000) hasta Cabo (Televisa/Telemundo 2022), la más reciente. Pero aquí en su papel de “Ana” está sencillamente fenomenal. No tenemos que decir que la Sra. Barraza también está de 10, porque la conocemos y sabemos de su trayectoria, pero esa “Minou” a su cargo, la madame, es toda una delicia.

Seguramente habrá una segunda temporada, porque el final de la serie da para ser el principio de la segunda. ¡Ojalá…!

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado




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