viernes, 7 de febrero de 2025

LA VENIDA DEL SEÑOR

 

LA VENIDA DEL SEÑOR Una exposición que rompe con lo establecido. © UNAM/ Academia de San Carlos


DE “LA VENIDA DEL SEÑOR” EN LA ALTA CLERECÍA: ¿O SUS BAJOS INSTINTOS?


Por vez primera escribo aquí sobre pintura y un poco de fotografía. Los artistas occidentales siempre han interpretado, y resignificado, a su muy particular manera y estilo todos los aspectos de la cultura. En este caso trataremos de acercarnos a ciertas visiones sobre algunos símbolos y actos religiosos de la Iglesia Católica y Romana 
representados en el arte disidente.


ANTECEDENTES (Sólo unos cuantos)

Gramsci decía de la Iglesia que no era otra cosa que uno de los aparatos ideológicos del Estado (para someter y controlar a la población). Seamos creyentes o no, sabemos que las instituciones siempre tienen, como todo en la vida, dos lados totalmente opuestos, y cada quién los verá según su criterio y su propia perspectiva.

Cine
En el cine tenemos el claro ejemplo del realizador Luis Buñuel, que desde siempre se dedicó a criticar el sistema desde todos los ángulos posibles. La Iglesia, por supuesto, no se salvó. Nada más ver algunas de sus obras maestras: Él (con el inconmensurable Arturo de Córdova), Nazarín, Viridiana, Simón del desierto: “Mira Simón, qué piernas tan inocentes…” con la Pinal (como el Diablo) más bella y seductora que nunca.

De best-sellers
En literatura, más bien en el mundo de los best-sellers, El código Da Vinci y Ángeles y demonios de Dan Brown han tenido tanto éxito que fueron llevadas al cine. Conozco gente que sin nunca haberlas leído ni visto consideraba a estas obras como sacrílegas, un verdadero atentado a las creencias y a la fe de la grey católica. Sin embargo, regresando en el tiempo, creo que estas películas no fueron tan polémicas como La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988). Recuerdo que fue tan provocativa que estando en Nueva York me impresionó ver la fila tan larga que había en la taquilla del cine donde se exhibía aquel verano hace 37 años.

Pintura
En pintura, aunque no son Raffaello, El Greco o Caravaggio, Dalí y Roberto Ferri han hecho representaciones crísticas muy bellas y de primera magnitud. Sin embargo, y para continuar dentro del tema de lo disruptivo, también en el arte pictórico hay transgresiones al tema religioso en abundancia, aunque muchas de ellas recurren a los clichés de siempre.


DE FOTOS ATREVIDAS

En cuanto a la fotografía, Bruce LaBruce expuso “Obscenity” en Madrid en la primavera de 2012. La temática también giraba sobre unos personajes religiosos y santos expuestos de una manera que el público y la crítica consideraron que era bastante perturbadora, blasfema y por supuesto “obscena”. Tanto así que la galería La Fresh Gallery fue objeto de críticas destructivas y actos vandálicos por parte de grupos ultra conservadores para que la exhibición fuera cerrada. 


OBSCENITY Una colección del artista y cineasta canadiense Bruce LaBruce que gustó, pero que también incomodó y hasta “horrorizó” a grupos reaccionarios que arrojaron bombas molotov a la galería.  © Bruce LaBruce/ Galería La Fresh


Lo sorprendente es que la misma muestra fue presentada 2 años después en la Universidad de Guadalajara, Jalisco, en el marco del Festival Internacional de Cine de GDL. Un ejemplo fue la imagen de la artista transexual Topacio Fresh como presbítero rubio con los senos al aire; otra fue su propia versión de La piedad de Miguel Ángel con la cantante Alaska como la virgen y Mario Vaquerizo como Jesús. No bueno…

La fotografía más fuerte, según mi criterio, es el retrato de un sacerdote con la cara llena de semen, pero luego hay una toma más explícita de medio cuerpo donde se ven claramente sus genitales.


FABIÁN CHÁIREZ

FABIÁN CHÁIREZ Con su particular cara de "éxtasis" siempre es sencillo y muy atento con sus admiradores, siempre dispuesto a dar autógrafos y a posar para selfies o retratos. © Foto-MarcH



El artista plástico mexicano Fabián Chairez (1987) es ya un consagrado de la pintura que ha expuesto su aguda crítica a las “masculinidades hegemónicas”, ya en Bellas Artes, ya en El Museo de Arte Moderno (y en muchos lugares más, inclusive en el extranjero). Ahora en la Academia de San Carlos de la Ciudad de México presenta “La venida del Señor”. Con su estilo realista, casi hiperrealista y muy audaz, retrata su visión del mundo clerical desde una postura muy vanguardista, y altamente transgresora dirían muchos.


De machirulos y hembristas
A gran parte de la sociedad mexicana tan “machirula” y “hembrista”, tan tradicional y católica, esta temática de los clérigos como entes sensuales ꟷsexuados, lascivos, más allá de los bordes de la lujuria; como sacerdotes totalmente entregados a la concupiscenciaꟷ, le parece obscena, muy agresiva e inmoral. Ése es precisamente el nicho en el que el artista plástico Cháirez circunscribe y desarrolla su “escandalosa” obra. Aunque yo no llamaría escandalosa a ninguna producción artística, lo que no obsta para que la reacción del público sí pudiera ser la de escandalizarse. Si bien, jamás llevaría a mi tía Remilgos a ver semejante muestra. Lo verdaderamente escandaloso son otros hechos sociopolíticos, económicos y criminales que sí afectan directa y definitivamente a la población.


Obra
Visualmente, dos padres lamiendo un enorme cirio pascual alfa y omega como alegoría de un acto de adoración fálica es muy impactante, pero sin duda muy sexy. La belleza de sus lienzos funde a plena luz y en rojo litúrgico, lo celestial con lo carnal.

Todos los cuadros expuestos allí son de naturaleza religiosa interpretados de una forma absolutamente audaz. Ésa es la expresión artística de un verdadero provocador. En las obras de Cháirez sólo hay belleza, claro, una belleza que a veces es dolorosa y que rompe con los cánones establecidos, pero que no por ello es menos cierta; yo conozco varias historias sobre sacerdotes y pastores que es mejor mantener ocultas... Creo que la heteronormatividad está en plenas vías de extinción. Los hombres y las mujeres de Dios, dedicados a la religión,  para muchos pueden llegar a ser símbolos sexuales con resonancias de fetiche y hasta de parafilias… Para entenderlo quizá entonces habría que leer un poco a Freud, o simplemente leer más. Los libros del Marqués de Sade son un claro ejemplo de lo "proscrito", porque él tenía familiares profesionales de la religión y también sabía cada cosa... ¡Ah, y ver cine, mucho cine!, sobre todo el de Pasolini.


DEL HOMOEROTISMO

El homoerotismo no es nada nuevo, existe en las representaciones artísticas de la prehistoria y mucho más a partir del impresionante legado del arte helenístico. ¿Se acuerdan del Apolo de Farnesio o el de Belvedere?, ese mismo que todo encueradito está en pleno en uno de los museos de El Vaticano. Por otro lado, inclusive casi todas las representaciones sacras del Martirio de San Sebastián muestran a un hombre de hermosura en demasía, tanto que a muchos sádicos y masoquistas les parecerá sublime e inspirador. Así que ver a hombres abandonados al éxtasis, igualitos (o casi) que en el Éxtasis de Santa Teresa de Bernini, que es una de las esculturas más atrevidas de la historia del arte, o su versión pictórica cubista realizada por Tamara de Lempicka, es todo un deleite.

Fabián Cháirez tiene su propia versión: El éxtasis, un óleo sobre lienzo de 2018 que es una maravilla.


LA VENIDA DEL SEÑOR Hacía mucho que no se veía un tumulto tan espectacular para entrar a ver una exposición. © Foto-MarcH


Cháirez no es un hereje. La herejía realmente no existe, sólo fue un invento de la Iglesia para combatir y exterminar a los que se atrevían a disentir, a cuestionarse, a usar su propia mente para explicarse las influencias y las estructuras del Ser. 

Actualmente, Fabián Cháirez es el sumo sacerdote del arte transgresor que pone ante los ojos arrobados de su público joven y moderno una colección maravillosa y única en el mundo. Cosa que Julio Galán no logró en vida, en su momento, por las barreras culturales y los prejuicios de la época. Ser “diverso” estaba muy pero muy mal visto. Así que asumirse como tal era un reto que no muchos podían enfrentar. Este chico, más bien el grandísimo Mtro. Cháirez, es la nueva súper estrella del arte, sobre todo del arte disidente. Desde Picasso o Warhol no se había visto nada semejante. Su famoso aforismo: “Me encanta provocar con mi obra” es una realidad, casi un mantra.

MarcH de Malcriado

martes, 4 de febrero de 2025

EMILIA PÉREZ

 

EMILIA PÉREZ La polémica y detestada película francesa que pone a México como el reino de la delincuencia total… ¿Será? © Page114/ France 2 Cinéma/ Pathé Films/ Saint Laurent Productions/ Netflix



EMILIA PÉREZ (Francia-Bélgica, 2024. Dir. Jacques Audiard).

A nosotros, los espectadores mexicanos, tan inmersos en la tragedia, el crimen organizadísimo, las desapariciones forzadas, los secuestros exprés y el baño de sangre cotidiano, no nos gustará jamás que se haya hecho de todo eso un divertimento musical. Por si fuera poco, esta temática tan actual como realista fue llevada al género menos realista posible, el cine musical la-la-lááá. Así que la película gala Emilia Pérez es todo un shock para los espectadores de una nación tan lastimada social y psíquicamente. No así para el público internacional.

Lo peor es que este filme fue ideado, escrito (sobre una obra adaptada de Écoute de Boris Razon) y dirigido por un cineasta francés que considera que el español es un idioma modesto, de naciones subdesarrolladas y de inmigrantes… ¡O sea jelóuh…! En el fondo yo creo que este señor es un mexicanófilo latente o un mexicofóbico de clóset, cosa que honestamente no nos importa. El caso es que para bien o para mal puso a México en el universo de las películas a nivel mundial; y nadie ignora cómo está el tejido social-delincuencial aquí  porque las noticias lo reportan a diario. Por cierto, el panorama no es peor que el que hay en Rusia, España, Italia, EE.UU., y hasta en la même France… ¿Sí han viajado verdad…? O si no nada más vean la nota roja de sus periódicos o noticiarios internacionales…

México, que se precia de ser un país en el que no hay discriminación racial, irónicamente es un claro ejemplo de todo lo contrario. Aquí sí que se discrimina a casi todo mundo, y a veces no tan veladamente y sí descaradamente: a los indígenas, a los mestizos, a los extranjeros, inmigrantes, pochos, miembros de la comunidad LGBT+, a éstos y a aquéllos (pónganle la denominación que quieran).

“Como te ven te tratan”, reza un dicho muy de aquí.

La acción se desarrolla en la Ciudad de México, pero los sets fueron recreados en unos estudios de cine de París. Las actrices han sido criticadas hasta el delirio, que si Selena Gómez es una vergüenza por no hablar el castellano correctamente, que no tenía ni idea que querían decir realmente sus parlamentos y así. Que si Zoé Saldaña (pronunciado Soi Saldana en inglés) no se escucha como capitalina (de la CdMx), ni como jarocha pero sí como colombiana (sólo le faltó terminar sus frases con el consabido “pana”). Que la actriz trans Karla Sofía Gascón es considerada por muchos como la mar de antipática aunque su actuación y su pronunciación “chilanga” sean verdaderamente notables; sin embargo, su “delito” es que sin ser una mujer biológica está nominada a un Óscar junto a la mismísima, portentosa y “sustanciosa” Demi 
Moore, que esta vez es la favorita de todos los que amamos el cine. ¡Por supuesto! Si acaso se la perdieron acá más abajo está mi artículo sobre La sustancia (Coralie Fargeat, 2024).


EMILIA PÉREZ Karla Sofía Gascón como Manitas y como Emilia está genial. © Page114/ France 2 Cinéma/ Pathé Films/ Saint Laurent Productions/ Netflix


En contraste, la realidad es que Emilia Pérez es una película de notabilísimos valores cinematográficos con una estética bastante bizarrra pero no por ello deleznable. La dirección de Audiard es para muchísimos lo más cuestionable, ¿pero qué se puede hacer con este reparto de señoras tan “raras”, siendo él mismo otro ser tan raro o más que ellas?

La dirección de arte es asombrosa; se tuvo un minucioso cuidado en retratar perfectamente todo lo mexicano: el vestuario, (con todo y todo) la manera de ser y hablar. Los escenarios y su decoración: desde el tianguis hasta las marcas nacionales en la tienda de conveniencia. Para hacerla más “verosímil” también hay secuencias grabadas en Ixtapaluca.


EMILIA PÉREZ La gran estrella del pop Selena Gómez (que ya ha sido actriz de Woody Allen) es injustamente criticada en esta producción. ¿Qué culpa tiene ella de no hablar bien el español? © Page114/ France 2 Cinéma/ Pathé Films/ Saint Laurent Productions/ Netflix


El soundtrack es muy original, dentro de lo cotidiano que podemos escuchar en la ciudad, porque una “cantaleta” tan familiar y chocante fue convertida en una pieza coral maravillosa, no lo podía creer… El número musical coreografiado a lo Lady Gaga en el Music Hall de la Srita. Gómez es inenarrable e inclasificable. Como nota de color puedo añadir que la letra se parece a Quiero ser santa grabada por Alaska en el siglo pasado, pero con un look a lo Blondie/ Debbie Harry (y de veras que se le parece mucho).

El arte y las demás creaciones de los artistas siempre estarán bajo el escrutinio del público, conocedor o no, y su veredicto, podrá ser asertivo o no. Las apropiaciones culturales han abundado en todos lados y sobre todo en muchas obras artísticas prodigiosas, recordad Madama Butterfly de Puccini que retrata el mundo de una geisha japonesa desde el punto de vista italiano (que sepamos Puccini jamás fue al Japón) o el desfile de moda inspirado en los trajes rusos de Yves Saint Laurent que lo llevó al estatus de celebridad mundial en 1976. El mismo posimpresionista Gauguin pintó a sus aborígenes tahitianas que asombraron al mundo, con la diferencia de que él si vivió allá. 

Hollywood, y otras cinematografías, siempre han filmado sus propias versiones de historias que tienen lugar en países extranjeros, nada más vean todas las historias de vampiros de Transilvania filmadas en Columbia Pictures o en los Universal Studios. Si vamos más allá ¿recuerdan los spaghetti westerns de Sergio Leone, por ejemplo? Nadie en su sano juicio se atrevería a criticar o a descalificar semejantes obras.

Así que en ese Hollywood tan acostumbrado a sus historias exóticas los miembros de la Academia han nominado a Emilia Pérez nada menos que en 13 categorías. El filme técnicamente es perfecto, y sí, sí que tiene grandes valores artísticos, aunque nos caiga mal… En el Festival de Cine de Cannes ya fue multipremiada. Ahora sabrá Dios qué va a pasar el 2 de marzo en el Dolby Theatre.

Cada quien tenemos gustos y puntos de vista diferentes. Véanla y formen su propia opinión. Les guste o no hay que verla… después de todo sólo es una película. 

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

martes, 21 de enero de 2025

QUEER

QUEER Un viaje al interior de la psique de un hombre maduro en su búsqueda de la conexión humana ideal. © Freemantle/ Frenesy Film Company/ Cinecittà/ Frame by Frame. Distribuida por A24.

 


QUEER (EE.UU.~ Italia, 2024. Dir. Luca Guadagnino).
Los poetas y escritores beatniks cuentan a través de su literatura contracultural grandes historias sobre la búsqueda del sentido de la vida, del autodescubrimiento y el deseo de liberar el espíritu de atavismos. Para ello es necesario romper las reglas y tratar de ampliar los horizontes de su existencia llenándola con experiencias únicas y vedadas para los no iniciados, que no son aptas para los que sólo se circunscriben a los límites de la vida cómoda de la clase media sin más expectativas que la perfecta observación de las reglas del establishment. Ejemplos de ellos son En el camino de Jack Kerouac, El almuerzo desnudo y Queer de William Burroughs.

El expatriado Lee, un gringo maduro que vive en la Ciudad de México, se enamora del joven Eugene y decide emprender con él un viaje para buscar la planta psicoactiva de la ayahuasca que les permitirá comunicarse a través de la telepatía para lograr la conexión humana perfecta.

El soundtrack es muy notable y contiene algunas sorpresas muy agradables y simbólicas. Con una estética y una fotografía muy particulares se desarrollan las secuencias que compensan los escasos diálogos a través de múltiples e intensos juegos de miradas que el actor inglés Daniel Craig maneja a la perfección porque tiene una presencia escénica muy poderosa y el par de ojos azules más bellos y expresivos del cine.

No es la primera vez que Mr. Craig interpreta un personaje de homosexual, ya lo había hecho antes en El amor es el diablo (John Maybury, 1987) de manera tan espléndida que se llevó el premio de Edimburgo a la mejor actuación británica de ese año. Su carrera fílmica está llena de éxitos y de premios; de hecho, él es una de las súper estrellas más celebradas y admiradas de la industria. Sólo por éso vale la pena 
ir a ver Queer, porque aunque no es una película fácil ni un divertimento, más bien es cine de arte muy profundo, ver la magnífica actuación de este señor vale mucho la excursión hasta la Cineteca de las Artes. Tanto así que muy merecidamente está nominado a un Óscar, ojalá se lo den.

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

viernes, 10 de enero de 2025

NOSFERATU

NOSFERATU La más reciente versión cinematográfica de una novela que ha fascinado al mundo desde 1922, su primer estreno. © Maiden Voyage Pictures / Studio 8 / Birch Hill Road Entertainment/ Distribución: Focus Features / Universal Pictures


NOSFERATU (República Checa, EE.UU., 2024. Dir. Robert Eggers).
El conde Orlok es Nosferatu (Bill Skarsgard), que está obsesionado con poseer a Ellen (Lily-Rose Deep), cuyo personaje gracias al fabuloso diseño de su imagen es asombrosamente parecida a la majestuosa Olivia de Havilland en The Heiress (William Willer, 1949). ¡Qué belleza…!

Thomas Hutter (Nicholas Hoult), el esposo de Ellen, como representante de una firma inmobiliaria hace un viaje a la región de los Cárpatos en la remota Transilvania para supuestamente venderle al aristócrata un palacio abandonado y en ruinas, en Wisborg, un puerto (imaginario) de Alemania.

Después de las secuencias necesarias para el planteamiento de la trama, aparece entre sombras el personaje sobre el cual gira todo el argumento: el monstruoso Orlok, siempre camuflado por una iluminación mínima en su sombrío castillo. Él es el anfitrión y el encargado de cerrar el trato de compraventa. Pero el conde Orlok, imponente e impositivo, con obvias triquiñuelas, engaña al joven e inexperto abogado Hutter, y lo que realmente sucede es que lo hace firmar un trato para adueñarse de su esposa Ellen. Así, la suerte y la vida de la pobre Ellen Hutter queda sellada: ella ahora le pertenece al conde Orlak y su destino será morir.

ANTECEDENTES
Tanto Drácula como Nosferatu, en sus distintas versiones cinematográficas a través del tiempo, son adaptaciones de la novela Drácula, original de Bram Stoker publicada en 1897, una obra maestra del terror gótico que el mismísimo Oscar Wilde elogió profusamente. A grandes rasgos, la diferencia entre ambos personajes es que Drácula es un sofisticado vampiro con poderes sobrenaturales ansioso de prolongar su reinado vampírico a través de la seducción, y Nosferatu es un monstruo repulsivo, un íncubo infernal que sólo desea copular mientras mata a sus víctimas mientras las devora.

CONTRASTES
Es muy interesante que cuando vemos un filme sobre ciertas obras, en este caso la archiconocida Drácula de Stoker, que muchos leímos hace varias décadas, nos resurjan las ganas de volver a leerlas. También nos dan ganas de volver a ver las películas que las precedieron. Desde la clásica Nosferatu de Murnau de 1922, pasando por la que protagonizó el vampiro por excelencia Bela Lugosi en 1931 (EE.UU., Tod Browning), Drácula (John Badham, 1980) con el galanazo Frank Langella que elevó la figura del vampiro a la categoría de símbolo sexual; y por razones de espacio nos saltaremos muchas otras hasta citar la exquisita Nosferatu: Phantom der Nacht de Werner Herzog (1979) con aquella “Mina” de la inolvidable Isabelle Adjani, y el inenarrabla Klaus Kinski como el conde. El salto se va hasta la Drácula de Ford Coppola (1992) que hizo de “El amor nunca muere” un aforismo inolvidable y la puesta en pantalla más espectacular jamás antes vista; recordad a una novel y desconocida Mónica Bellucci como la vampiresa más fantástica en una secuencia tan fugaz como memorable…

Prosigamos. Hay otra versión de Nosferatu con el incomparable William Defoe en La sombra del vampiro (Elias Merhige, 2000), filme bastante peculiar.

Cabe mencionar que El vampiro (Fernando Méndez, 1957) es una película mexicana bastante bien lograda que hizo de Germán Robles el vampiro más famoso de nuestro cine.

Hay docenas de cintas sobre el tema de los vampiros que no tienen relación con la novela original. Pero unas muy notables son Los chicos perdidos (Joel Schumacher, 1987
), Entrevista con el vampiro (Neil Jordan, 1994), y la simpática saga de 5 películas de Crepúsculo (2008-2012) muy popular entre los jóvenes. El tema es inagotable.


NOSFERATU O la historia del deseo llevada a su máxima expresión gótica y erótica. © Maiden Voyage Pictures / Studio 8 / Birch Hill Road Entertainment



ANÁLISIS
Técnica y artísticamente Nosferatu no tiene fallo alguno. El casting es perfecto. El ritmo es muy suave, casi lento, tal vez a muchos acostumbrados a la acción exagerada del cine actual con ediciones muy vertiginosas les resulte algo desesperante. El tono es el del clásico suspenso del cine de autor, ya que no cuenta con el recurso propio del género de horror: no hay sustos ni sobresaltos repentinos para un público ya en tensión desde el inicio; porque aunque ya sabemos que irremediablemente algo malo va a pasar la acción no deja de ser impresionante a pesar de que las escenas no son excesivamente violentas ni sangrientas.

En declaración a la prensa Eggers dice sobre el filme: “… historia gótica de obsesión entre una joven atormentada y el aterrador vampiro enamorado…”.

Aunque él sea el realizador hay que ir a ver la película para reflexionar y definir sí ésto es cierto o no…

Nosferatu de Robert Eggers logra retomar el ambiente lúgubre y terrorífico de la mítica y espectral historia original. Se parece a todas las anteriores y a ninguna. No es un divertimento glamoroso, no tiene muchos ni grandes Fx, el diseño de producción es muy sobrio y elegante; sin embargo, y por eso mismo es absolutamente única y espectacular. 

Si tuviera que definirla: Nosferatu es una puesta en pantalla rigurosa, opresiva y sencillamente  exquisita.

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado






miércoles, 8 de enero de 2025

PEDRO PÁRAMO (Netflix)

 

PEDRO PÁRAMO De repente suelen darse estas grandes sorpresas en el mundo del cine. Nosotros no podíamos perdernos este acontecimiento… © Woo Films, Redrum, Distr. Netflix



PEDRO PÁRAMO
(México, 2024, Netflix, Dir. Rodrigo Prieto).

Una aguda metáfora sobre la tristeza que sobreviene después de la gran orgía. Irónicamente, la vida de don Pedro Páramo no fue una orgía, sino lo que le sigue. Lo tuvo todo, lo experimentó todo: desde el más absoluto de los esplendores hasta el horror de las pérdidas más devastadoras. Después de eso nadie puede sobrevivir, así que se dejó morir de tristeza y arrastró con él a todo un pueblo, a toda una región, cuyo epicentro era él y sólo él. Todo desapareció tan lentamente que quienes iban muriendo ni cuenta se daban de que ya estaban muertos.

Se dice que la vida continúa después de la muerte, así que Juan Rulfo recoge el horror y la belleza de la vida en el éter a manera de novela laberíntica, pero extremadamente filosófica, mágica y poética. Esos juegos pirotécnicos de palabras que en arreboles estallan de hermosa perfección cual aves del paraíso al amanecer, no son más que literatura de altísimos vuelos, de ésa que se consagra como universal. En tan sólo 159 páginas Rulfo nos lleva hasta los rincones más insospechados de la fantasmagórica Comala, con ciertas escalas en puntos de inflexión, reflexión, regresos en el tiempo, proyecciones al futuro y presentes eternos e inamovibles que se diluyen hacia el centro del Ser… de la confusión, al estilo de “¿pero qué pasa aquí..?”. Éso es el realismo mágico.

Es absolutamente lógico que una obra de semejante envergadura sea un discurso literario muy difícil de llevar a la pantalla en una versión cinematográfica… Sobre todo si el libro es tan único y complejo, tan representativo de la mexicanidad sagrada, de una especie bastante menos folclórica del culto a la muerte que acostumbramos a celebrar cada mes de noviembre. Sin embargo, los artistas pueden reinterpretar el arte de maneras insospechadas, inéditas. La industria cinematográfica (y ahora televisiva) lo han hecho desde siempre. Arte y mercados, la economía de mercado nos ofrece arte, necesariamente. No obstante, y por fortuna también, de vez en cuando podemos extasiarnos con el ARTE verdadero si asistimos a una sala de cine o si prendemos la tele.


DE UN CONTRASTE POP
En 1953 Frank Powolny era uno de los fotógrafos más connotados de Hollywood, los estudios de 20th Century Fox le encargaban retratar a sus luceros para fines publicitarios. En una de esas sesiones capturó el rostro de una nueva estrella, Marilyn Monroe. De ella habría miles de fotografías después, sin embargo, cuando ella murió una de esas fotos que capturaba una de sus facetas más simbólicas, fue retomada por otro artista. Él la reencuadró, la coloreó y la reprodujo en seda por docenas en forma de litografías. A pesar de semejante, y según muchos muy atrevida, “intervención” a su imagen, la “Marilyn” de Andy Warhol redimensionó su figura de icono inamovible… Así que la transmigración de un discurso artístico a otro no es nada nuevo, porque la calidad de cada uno, y sus propios valores, residen en el mismo discurso que los representa sin demérito alguno del original.


DEL DIRECTOR Y LA CRÍTICA
Cuando trabajaba con Scorsese en Los asesinos de la luna (2023), el cinefotógrafo mexicano recibió la oferta de dirigir la cuarta versión del celebérrimo libro de Rulfo, Pedro Páramo.

Acostumbrado a trabajar con el rigor de los estándares de Hollywood, y además añadirles el toque preciosista de su innegable talento, el maestro Prieto aceptó el reto. A la postre, nos ha entregado una joya cuyo fulgor deslumbró a muchos y cegó a otros, pero a otros más les resultó una completa herejía que les provocó hervores en su propio veneno, ésos que casi nunca saben controlar y mucho menos contener, ni por disimulo. Así que desde su púlpito profirieron su amarga letanía, criticando y reduciendo a blasfemia lo que no son capaces de entender. Es como tratar de descifrar los sinogramas chinos sin saber nada de chino…

El cine es todo un lenguaje, más bien es todo un idioma. Hacer un filme es como construir una catedral ꟷya lo he citado varias vecesꟷ, así que un cine realizador es como el sumo sacerdote que oficiará la misa de anunciación, pero únicamente y sólo después de haber orquestado los planos de su arquitectura y de haber construido y finalizado a su manera ese templo: la película.

Juan Rulfo escribió una catedral literaria universal, y a partir de ella Rodrigo Prieto la reinterpretó y la sintetizó para ponerla en pantalla en toda su compleja y onírica majestuosidad…


FACTURA TÉCNICA Y PRODUCCIÓN
Técnicamente todo es impoluto, desde el “scouting”, la búsqueda de las locaciones (mayormente en el estado de San Luis Potosí), el diseño de producción de Carlos Y. Jacques, el vestuario de Ana Terrazas, el maquillaje y peinados de Lucy Betancourt, la fotografía (obviamente) de Rodrigo Prieto y Nico Aguilar, hasta la notable edición a cargo de Soledad Salfate.

El reparto es de fábula. No hay un solo miembro del talento artístico, como se les llama a los actores, que no esté perfecto en su papel, por supuesto unos brillan mucho más que otros, verbigracia: Héctor Kotsifakis como “Fulgor”, Noé Hernández como el fantástico “Abundio” y Giovanna Zacarías que sacrifica totalmente su belleza en aras de su andrajoso personaje de “Dorotea”. Las superstars: Tenoch Huerta e Ilse Salas, por supuesto como “Juan Preciado” y “Susana San Juan”.

DEL NUEVO FENÓMENO
El protagonista, Manuel García-Rulfo, es un actor que representa al nuevo latino internacional. Para fortuna nuestra es totalmente mexicano, ¡es mucho macho del meritito Jalisco, sí pues…! Su serie (de Netflix para variar) El abogado del Lincoln (excelente) es todo un éxito y ya queremos ver su cuarta temporada, porque ese encajuelado que descubre el policía de tránsito en su coche al final de la 3ª nos dejó igualitos que a él: helados (y picados)… Por otro lado, ya reseñaré Fiesta en la madriguera (Manolo Caro, 2024) un delirante filme de nuestro gran enfant terrible, que también está en Netflix (y no se la pueden perder) en el que García-Rulfo lleva el estelar.

Ya no está muy de moda hacer de un actor un amante latino, Latin lover o rompecorazones, porque ahora cualquiera puede ser un sex-symbol, aunque ni las características de galán tenga o de plano esté bien feíto… La inclusión , lo políticamente correcto y demás ridiculeces postmodernas terminaron con el reinado de los guapos y los híper guapos.

Peeero, lo siento… No puedo dejar de mencionar que a pesar de sus credenciales de international star, de haber estudiado actuación en Nueva York y otras cualidades muy sui generis, después de haberlo visto “starring” en varias producciones, el señor Manuel García-Rulfo entra de manera fácil y automática en la categoría de monstruo de la pantalla, un nuevo digámosle "idolo de cine", a la manera de antes. Pues su figura, estilo, su enorme carisma y rostro espectacular lo remontan a uno a esa época en la que el “cine de rostros” fabricaba dioses de celuloide para la era dorada del cine mexicano. Hace mucho que no asistíamos al nacimiento de una presencia así, con la calidad y el calibre necesarios para hipnotizar al público.

Luego entonces, tengo que confesarlo: Lo único que tal vez podría reprocharle a Rodrigo Prieto es haber escogido a Manuel García-Rulfo como la figura central de Pedro Páramo, porque este actor es tan extraordinariamente bello y rutilante que uno fácilmente se abstrae. Se deja de ver al personaje y se puede uno perder en la total contemplación de la figura de un hombre perfecto. ¿O así mismo sería el inenarrable cacique-faraón-rey-emperador de La Media Luna alrededor de la cual giraba la vida, la muerte, el todo y la nada del desaparecido imperio cosmogónico de Comala…?

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado