jueves, 14 de mayo de 2015

DE UN GUAPO VS EL MAL



Cuando  se  planea cometer  un  magnicidio,  se  contrata  al  mejor... 


SUDDENLY (De repente). EU, 1954. Dir. Lewis Allen. El sheriff Tod (súper Sterling Hayden de 1.96 m) está enamorado de Ellen (Nancy Gates), viuda de guerra y madre de un chamaco que admira a Tod y que quiere ser policía de grande para acabar con los delincuentes. Ella es renuente a los devaneos de Tod.

Un día se enteran que el Presidente hará una escala en Suddenly, su pueblillo de California donde nunca pasa nada. La visita está programada para las 17:00 horas y los agentes del FBI y los jefes de seguridad llegan desde las 13:00 para efectuar sus rutinas previas a la llegada del mandatario a la estación de trenes. Casualmente, la casita en la colina, en la que vive Ellen con el pequeño Pidge (Kim Charney) y su anciano suegro, es declarado el punto más estratégico para vigilar la estación ferroviaria por el jefe Baron (Frank Sinatra), un ex combatiente y héroe de guerra.

La trama devela muy pronto que alguien planea asesinar al presidente. ¿Les suena familiar?


Pidge  y  Ellen  observan  el duelo entre  el  policía y  el  jefe  se  seguridad  del  FBI.


A pesar de ser un cantante chaparro y flacucho,  Frank Sinatra también era un reconocido actor, y por si fuera poco, de gran talento; ya  había  ganado  un  Óscar  por  De aquí a  la  eternidad (Fred  Zinnemann, 1953)****. La fuerza que imprime a su papel le permite crecerse y sobresalir en gran medida, a pesar de pararse junto al fabuloso y monumental Sterling Hayden.

Un retrato de las costumbres y la moral de los años cincuenta que se ve con interés y se disfruta bastante. A pesar de ser una película de serie B (de bajo presupuesto ), la presencia de Hayden y Sinatra la hacen muy buena. **

March de Malcriado

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