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ROCKETMAN Es una biopicture tan gloriosa como el personaje a quien le rinde homenaje. © Paramount Pictures |
ROCKETMAN G.B. 2019. Dir. Dexter Fletcher. Narra la biografía de un chiquillo hipertalentoso que toca el piano, pero a su familia realmente eso no le importa, y pareciera que tampoco nada que le acontezca; quizás, para deshacerse de él unas horas su madre lo lleva a la ”Royal Academy of Music” de Londres donde se hace acreedor a una beca. El talento y la disciplina harán del apocado niño alguien todavía más especial, pues evidentemente está bastante acomplejado por la falta de atención de sus padres y por su peculiar manera de expresarse en un mundo donde ser común es la regla, bajo pena de "no ser amado como debe ser". Pero él estaba destinado para ser todo menos ordinario.
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ROCKETMAN No sabemos por qué Elton John (Taron Egerton), evidentemente enojado, recorre un larguísimo pasillo enfundado en este traje. © Paramount Pictures |
En la primera secuencia entra a escena caminando, en una toma de cámara subjetiva, un iracundo tipo espectacularmente disfrazado de diablo, se nota que está absolutamente lleno de rabia, pero no se trata de cualquier diablo, ¡es Elton John…!
Comienza la historia: El tímido Reginald Dwight con los años habrá de convertirse en una de las estrellas del pop-rock más fantásticas del mundo. No creo que haya nadie que no haya escuchado su exitosa música a través de tantas décadas. Pues se trata de canciones entrañables que estuvieron en las listas del hit-parade durante años, de manera intermitente.
A pesar de no ser una película tan grandilocuente como su referente más inmediato: Bohemian Raphsody (Bryan Singer, 2018) su sencillez permite que sea un relato más íntimo, más conmovedor; mucho más cercano a la realidad, a pesar de su tratamiento como un musical onírico con un tono a veces convenientemente fársico.
Los personajes de semejante calibre no pueden ser, sentir ni comportarse como el resto, como la gente común. Todo en los artistas singulares pareciera ser exagerado; por eso su vida parece una farsa, pero no lo es. Así es su propia y única manera de estar en el mundo, no tienen escapatoria, como bien lo diría Heidegger. Es entonces que en medio de su excepcionalidad se da la poiesis, su creación, su arte. Los genios siempre han fascinado al mundo, recordad la figura de Mozart en Amadeus (Milos Forman, 1984).
Así desfila en pantalla toda una colección de peculiaridades, frustraciones, alegrías, alianzas amistosas, rupturas, desencuentros, la primera audición, el contrato las giras y todo lo que es parte de la vida artística. Cuenta con muy buena fotografía, excelente guión y la soberbia actuación de Taron Egerton. Además, tiene el plus de un soundtrack a prueba de escépticos, increíblemente interpretado por el fantástico Egerton (de seguro lo veremos en las nominaciones al Óscar de 2020). Si no son fans de Sir Elton John, después de ver esta cinta muy probablemente terminarán siéndolo.
¡Catártica de principio a fin…!
¡Corte y queda…!
MarcH de Malcriado
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