jueves, 27 de febrero de 2014

DE ÁMAME AHORA PORQUE DESPUÉS QUIÉN SABE...

No entiendo por qué Joaquin Phoenix no está nominado al Óscar por este papel.


HER (Ella). EU, 2013. Dir. Spike Jonze. ¿Tú qué harías si todas las noches Samantha, una chica al estilo de Scarlett Johansson, después de hacerte el amor se dedicara a velar tu sueño?

Bueno, pues así es como el sensitivo y talentoso poeta Theodore Twombly (Joaquin Phoenix) se vuelve loco de amor por unas semanas. Pero ¡oh, desilusión…!, enloquece 3 veces más cuando “ella” le confiesa que él no es el único: “Soy tuya, pero no soy tuya”. Pues “ella” tiene muchísimos amantes. ¿Qué tal eh…?

En el mundo de las megalópolis, donde parece que hay de todo para todos, lo más importante es lo más escaso. Si ven la cinta sabrán a qué me refiero.

El maduro hombre que es Theodore, escritor y poeta, tiene tanto talento que conmueve a quienes lo leen. Él es profundo, analítico y muy inteligente; tanto, que acepta sin resquemores ridículos que su compañero de trabajo le diga con admiración que lleva dentro un alma binaria, pues es tan hombre como es mujer. Además es un Pigmalión, porque su máxima obra fue una brillante y hermosa mujer que lo ha abandonado.

Hoy en día nuestros mejores amigos, quienes nos conocen bien, y que tal vez hasta nos amen, son seres cibernéticos. A veces ni siquiera son de verdad amigos, pueden ser tan sólo “contactos”. Podemos sentirnos 
aceptados, y  hasta amados,  con un simple “Me gusta” en nuestras redes sociales.

Spike Jonze escribe sobre el amor, sobre la soledad, pero sobre todo acerca de los espejismos de la tecnología de punta al alcance de la mano de cualquiera. Pero lo pone en pantalla de una manera grandilocuente y despiadada. Donde los gadgets y las emociones son épicas, aunque estén en perfecto control. En un mundo casi perfecto, un apartamento en la torre 7 del Beverly Wilshire Center de Los Ángeles, con los vecinos perfectos… surge la mujer perfecta. Un fenómeno igual a aquél donde aparece la chica en “vamp” (Marilyn Monroe) ante Richard Sherman (Tom Ewell) en La comezón del 7° año (Billy Wilder, 1955)***. La materialización de los sueños eróticos es exactamente la misma hoy que hace sesenta años o 3 mil.

Nominada al Óscar como: Mejor película, guión original, banda sonora, canción original “The Moon Song” por Karen O y diseño de producción. Sin embargo, no entiendo por qué no está nominado a mejor actor su protagonista, el magnífico Mr. Phoenix.

Ella es una formidable película de gran exquisitez que nos atañe a todos los cibernautas, adictos o en vías de serlo, y que nos toma de espaldas en un full long shoot, como en la secuencia final, ante la espectacular vista de la analogía de la más devastadora soledad, una esplendorosa Babilonia futura. ***

March de Malcriado

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