jueves, 27 de febrero de 2014

¿DE GALA PARA EL CHANCHULLO...?

La noche de los máximos galardones del cine, o por lo menos los más populares...

LOS ÓSCARES, ¿UN FRAUDE…?

Ya tenemos en puerta la 86ª entrega de los doradísimos Óscares el próximo domingo 2 de marzo. Mi mejor amigo, que es actor, me ha dicho que muchas veces los premios sí son justos (¿… ?). Efectivamente, él tiene toda la razón; no lo puedo negar. Pero sólo unas cuantas veces... veamos.

A saber, las principales categorías que la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas son: mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actriz, mejor guión, fotografía, montaje, banda sonora y diseño de producción. En cuanto a los actores y actrices, en una gran pincelada, puedo nombrar a muchos de ellos que indiscutiblemente sí se han ganado absolutamente sus estatuillas a lo largo de 85 entregas:

Miss Bette Davies (Jezabel, 1938***), Joan Crawford (Mildred Pierce, 1945**), Vivien Leigh (Lo que el viento se llevó, 1939**** y Un tranvía llamado Deseo, 1951***). Me cae bastante mal (pero eso a nadie debe importarle) la antipática Catherine Hepburn, aunque sea grandiosa, y sus 4 Óscares lo avalan. ¿Pero qué tal mis consentidos?: Marlon Brando, Gary Cooper y la de la mirada que mata (así le puse yo) mi Anna Magnani (The Rose Tatoo, 1955). Continúo con mis grandes favoritos: Liza Minnelli (Cabaret, 1971****), Jack Nicholson (One Flew Over the Cuckoo’s Nest, 1975***), Al Pacino (Scent of a Woman, 1992**) y Kevin Spacey (American Beauty, 1999***). ¿Acaso no son deslumbrantes...?



Charles Chaplin, el genio más grande del cine siempre fue ignorado por la Academia. Para subsanar su error le otorgaron uno cuando ya estaba retirado.


Otros ganadores mucho más recientes (para que no digan que cito puras películas del año de la corneta…).

Tenemos a la mítica y fabulosa Helen Mirren (The Queen, 2006**), la linda y versátil Nicole Kidman (The Hours, 2002**), Charlize Theron (Monster, 2003**), mi hermosa  de verdad Natalie Portman (Black Swan, 2010***) o la realmente “monstruosa” Meryl Streep, a quien los miembros de la Academia tienen por favorita desde hace más de 30 años (Iron Lady, 2011**, Sophie’s Choice, 1982** y Kramer vs. Kramer, 1979*). También tenemos a los más actuales:  Christoph Waltz (Infamous Basterds, 2009***), Colin Firth (The King’s Speech, 2010**), Jean Dujardin (The Artist, 2011****) y Jennifer Lawrence (Silver Linings Playbook, 2012**).



El extraordinario Montgomery Clift fue nominado 4 veces, pero increíblemente siempre pasó de largo. Lo que a mí francamente me parecen puras ganas de humillar.


Nunca he logrado entender tampoco como la mejor película de 1951 fue la ramplona  Un americano en París* de Vincent Minnelli con un Gene Kelly bobito-bobito y una Leslie Caron con cara de pato... pero precedida nada menos que por la maravillosa All About Eve 1950
****, de Joseph Mankiewickz, y sucedida en 1952 por The Greatest Show on Hearth de Cecil. B. DeMille y en 1953 por la portentosa De aquí a la eternidad**** de Fred Zinnemann. Las diferencias son sencillamente abismales.


Greta Garbo, pese a sus magníficas interpretaciones nunca fue considerada para ganar un Óscar.


Por otro lado, dudo mucho que hayan merecido Óscares algunos “divillos” o "divillas". Por ejemplo la pesadita de Liz Taylor por BUtterfield 8 (Una venus en visón, 1960*), que es un churro infumable y más cursi que irse a tomar un café a Starbucks o postear ositos con florecitas que dicen “Te amo” el Día de San Valentín. Muy por el contrario, estoy absolutamente de acuerdo con el que le dieron por Whose Afraid of Virginia Woolf, 1966**.


Nominado por Al este del paraíso y por Gigante, James Dean tampoco se llevó un Óscar.


Otro “actor/divón” que ya dirige y produce (bastante sobrevalorado y que me repugna), es el "encantador", católico, antisemita, homofóbico, alcohólico, bipolar y “simpatiquísimo” Mel Gibson; con su bodrios maniqueos y artificiales tales como Braveheart (Corazón valiente, 1995) que ganó ¡mejor película y mejor director! (no lo podía creer, pero bien que lo recuerdo, porque quedé en shock por varias semanas); la exagerada Pasión de Cristo, 2004** y la falseadísima Apocalipto, 2006**. También tenemos la premiada (mejor película y mejor director) y antipática Dances with Wolves (Danza con lobos, 1990), con Kevin no me acuerdo ni de su apellido… ¡ah, sí!, Costner.

De lo penúltimo memorable que hemos tenido en tan afamada ceremonia es que hasta unas figuras “excelsas” como Julia Roberts (Erin Brockovich, 2000) y la Sandra Bullock (The Blind Side, 2009*) ya tengan también un Óscar, ¡por favor…! Al rato le van a dar también uno a mi bella entre las bellas Megan Fox o Brad/Angelina, Robert Pattinson (que en todas las de la zaga de Crepúsculo ha estado muy mal, no así en Bel Ami, 2012**, donde el tipo sí está de premio, más no de Óscar) o a Taylor Lautner...



En una cinta todavia muy temprana en su carrera, Don't Bother to Knock (Niebla en el alma) de Roy Baker, 1952***, Marilyn Monroe actuó de manera excelsa como Nell, una niñera esquizoide. Un papel tan formidable como ignorado.



En 2007 le “arrebataron” a George Clooney el Óscar por su extraordinaria interpretación en The Descendants, 2011***… Y aunque ya había ganado una estatuilla por Mystic River, 2003**, también se atrevieron a repetirle Óscar a Sean Penn por su “actuación” en la horrenda Milk: un hombre una esperanza de Gus Van Sant, 2008*.

Como contraparte, y el verdadero motivo de este artículo, es que no recuerdo que los magnánimos académicos le hayan dado jamás nunca un Óscar a la estrella más genial y más grande de todos los tiempos: ¡Charles Chaplin! Claro, hasta que le faltaba media hora para morirse los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood reconocieron su craso error y le dieron el Óscar por su “trayectoria”, ¡háganme ustedes el reverendo favor…!

Pero qué tal los desaires que les hicieron a “La divina” Greta Garbo, a mi fantástico James Dean (nominado 2 veces, una por East of Eden, 1953*** y la otra por Giant, 1954**); o a ese dios de la pantalla llamado Montgomery Clift, nominado 4 veces, nada más ni nada menos que por The Search, 1949***, A Place in the Sun, 1951***, From Here to Eternity, 1953**** y por Judgment at Nuremberg, 1961**. Otra ignorada fue aquella otra guapita: “¿Cómo se llama, la güerita de las piernas bonitas…?” se preguntaba nuestra preciosa maestra de Teoría de la Comunicación… sí, se refería a mi súper Marilyn Monroe, nunca nominada pero sí premiada con un Golden Globe por Una Eva y dos Adanes**** en 1960 y en Italia con un David y en Francia con una Estrella de Cristal por The Prince and the Showgirl, 1957*** (¡allá sí que sabían valorar!).

Sin embargo, ignoradísimos y desairados: Chaplin, Garbo, Dean, Clift y Monroe, sí que eran monstruos sagrados de a de veras y que formaban parte de la "plana mayor" del cine del Golden Hollywood. Éstos 5 íconos continúan vigentes. Son inolvidables y entrañables porque sí eran a-c-t-o-r-e-s  y  
a-c-t-r-i-c-e-s de gran impacto artístico (y de taquilla). Ellos eran prodigiosos, hipnóticos, de personalidad fascinante. No como los quesque pseudo-actores/actricitas de la televisión y del cinito de  ahora. Híper bobalicones, que andan en fachas o ni se bañan, y por si fuera poco son de muy poca monta histriónica. Sí, ésos que lo único que tienen (y no siempre) es algo de "buen físico" (por lo general necesitan cirugía estética) y mucha experiencia en el famoso "diván"… ése donde productores y directores les realizan, aplicándoles muy a conciencia la consabida "prueba del talento". ¡Cómo han cambiado los tiempos en el llamado "chóu-bisnes"...!

Deseo agregar que al "Maestro del suspenso", Alfred Hitchcock, tampoco le dieron jamás un Óscar, a pesar de que tenía un talento fenomenal. Sólo vean cualquiera de sus películas. ¡Ah, qué cosas… de lo que tiene uno que darse cuenta en este mundo…!


La soberbia de la Academia le impidió galardonar al mismísimo Alfred Hitchcock. No lo reconocieron jamás. 

Pero a pesar de todos sus grandes errores y equivocaciones, estaremos muy pendientes de la próxima gala hollywoodense. Porque el gran Woody Allen ya les avisó que no asistirá (desairándolos él a ellos, como siempre) —al igual que Brando lo hizo en 1973 cuando lo premiaron por El padrino (Francis Ford Coppola, 1972)—, a pesar de que Allen está nominado por haber escrito el mejor guión original por su espectacular Jazmín azul. Además, quiero ver a las carilindas nominadas Amy Adams (American Hustle) y Sandra Bullock (Gravity) perder ante Cate Blanchet por Blue Jasmine*** de Woody Allen. También quiero ver a la guapérrima Jennifer Lawrence nominada como actriz de soporte (American Hustle) gane o pierda. Aunque a la que le voy más es a Sally Hawkins del reparto de Blue Jasmine.

Esta cinta, American Hustle**, que considero sobrevalorada, cuenta entre sus nominaciones a su director David O. Russell y a los actores Christian Bale y Bradley Cooper, por principal y secundario respectivamente. Quiero ver, y reírme tristemente, porque volverán a ignorar el magnífico trabajo de Scorsese y de DiCaprio por la monumental The Wolf of Wall Street****, que bien sabemos todos que no les gustó en Hollywood. También quiero ver si Alfonso Cuarón y su camarógrafo Emmanuel Lubezki se llevan la estatuilla por la grandiosa Gravity***, yo creo que sí… A Her del exótico Spike Jonze le vaticino un Óscar por diseño de producción, por lo menos. Aunque no me explico que su protagonista Joaquin Phoenix no esté nominado por su formidable actuación; como prueba de su talento menciono que él estuvo nominado el año pasado por la fabulosa The Master, 2012***; aunque ya sabemos cómo se las gasta la Academia. El vestuario de The Great Gatsby** merece un premio… Sin embargo, por allí hay una piedra en el zapato para todos, con múltiples nominaciones, se llama 12 años de esclavitud


Si esta vez no le dan un Óscar a DiCaprio por su actuación en El lobo de Wall Sreet, estará muy clara entonces la animadversión que la Academia les profesa a los elegidos de los dioses.



En fin, hay que ver con qué sorpresas nos salen ahora “los que sí saben” en la noche de los Óscares.

¡Corte y queda…!

March de Malcriado

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