sábado, 21 de agosto de 2021

UN AMOR MEMORABLE / SUPERNOVA

 

UN AMOR MEMORABLE / Supernova. Es una película exquisita que cuenta una historia de amor entre 2 hombres muy hombres. © Cirko Film/ Studio Canal/ Bleeker Street



UN AMOR MEMORABLE / SUPERNOVA (Reino Unido, 2020, Dir. Harry Macqueen).

La impresionante cinta Amor (Michael Haneke, 2012) ―con los legendarios Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant―, muestra el fortísimo lazo de amor que une a la pareja eterna hasta la vejez, con todo lo que éso implica. Más recientemente, con El padre (Michael Haneke, 2020) también asistimos al deterioro mental de un septuagenario contada de forma magistral, con Óscares y todo. A pesar de que el tema de la pérdida de la memoria no es nada nuevo, es muy actual y popular, y casi nunca pasa inadvertido. Por allí hay otro filme que da cuenta de una brillante conferencista a quien le pasa lo mismo: Siempre Alice (Richard Glatzer, 2014). Además están: Iris (Richard Eyre, 2001), La dama de hierro (Phyllida Lloyd, 2014) y más de una docena. Esas 5 películas del mismo género son magníficas.

A pesar de lo tan manido del tema, Supernova es sobrecogedoramente emotiva, pero sin clichés, y por lo tanto corta la respiración. Es con mucho más brutal que las ya citadas. Primero, porque es una historia de amor entre 2 hombres, muy hombres, que han estado unidos durante décadas. Segundo: No se encuentra en ella ningún afán de ser tremendista, exhibicionista o panfletaria, ni es mucho menos emocionalmente chantajista. El objetivo es analizar y diseccionar, hasta donde es posible, el peligro inminente que acecha la existencia  de estos dos seres, que están hechos el uno para el otro, y  las terribles consecuencias una vez que los alcance. Con una narrativa muy al estilo de las “road movies”, la travesía es una analogía de su viaje juntos por la vida, pues vemos a los dos señores en unas tranquilas vacaciones en su furgoneta (motorhome). Mientras se detienen en parajes de ensueño se van develando algunos misterios y deseos secretos (uno de ellos tiene uno verdaderamente terrible e inconfesable), pero el principal es que uno de los personajes comienza a padecer los primeros síntomas del Alzheimer, ese mal que aqueja a muchos adultos mayores.


UN AMOR MEMORABLE / Supernova. Casi nunca la traducción o el título que escogen en castellano suelen ser atinados, y en algunas ocasiones tienden mucho a la cursilería. Traducir es "traicionar", pero en algunos casos se pasan.
© Cirko Film/ Studio Canal/ Bleeker Street


Fotografiada de forma espléndida en bosques y lagos de la campiña inglesa, la trama nos introduce poco a poco en el alma de cada uno de los personajes: Sam (Colin Firth) es un músico de conciertos y Tusker (Stanley Tucci) es escritor. Ambos han construido a lo largo de su vida una relación-fortaleza a prueba de todo. 

Tiene a su favor que se trata de una película muy emotiva y de una gran belleza. Porque es íntima y serena; el tono de pieza nunca se desvía ni un milímetro porque la soberbia dirección de Macqueen, quien también es el autor del argumento,   y la  portentosa actuación de dos súper astros, que son 2 muy reconocidos y sólidos actores, es perfecta. El final a primera vista pareciera que es abierto, pero para cerrarlo hay que saber "leer" la genial interpretación del monumental Firth en la última secuencia ―podremos ver en mayúscula una cátedra de actuación digna de muchos premios―. 

Una supernova es una estrella que estalla provocando el resplandor más grande del universo, pero sólo brilla así para morir. De tal manera, el título de este filme es una atinada y emotiva alegoría.  Un amor memorable / Supernova, es irónicamente una rutilante joya exhibida solamente en 2 salas de cine de la capital más cultural y trepidante de América, la CDMX, por supuesto. Mientras tanto, los "churros" de Hellywood (sic) acaparan de manera avasallante la taquilla. Así es y así ha sido siempre; sin embargo, me alegro de que las películas "memorables", las raras y delicadas o  las espectacularmente vulgares, las famosas, se encuentren casi siempre disponibles en la cartelera, pues escasas unas  y muy abundantes las otras, uno siempre es el que escoge qué quiere ver. Todo se vale, pero hay que subrayar que a pesar de que no es algo tan popular, la poesía siempre será la poesía… y éso mismo es esta película.

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

martes, 17 de agosto de 2021

LA DIOSA ARRODILLADA

 




LA DIOSA ARRODILLADA Vehículo idóneo para que los fanboys de la Félix y de De Córdova nos extasiemos con su presencia y monstruosa fotogenia. A los puristas no les gusta mucho esta película que digamos, pero éso: “¡No tiene la menor importancia…!”
© Panamerican Films / Televisa (actualmente)


LA DIOSA ARRODILLADA (México, 1947, Dir. Roberto Gavaldón). 
Todo inicia con una toma aérea panorámica de la capital tapatía. Corte a: Raquel Serrano (María Félix absolutamente deslumbrante), ansiosa en el aeropuerto, porque se encuentra a la espera de alguien... Ella es una linda modelo de artistas plásticos, y luego quesque cupletista, que está perdidamente enamorada del magnate Antonio Ituarte (el inenarrable Arturo de Córdova). Pero Antonio, un próspero industrial, está casado con la bella Elena (Charito Granados, muy señorial). Así que Raquel y Antonio son amantes. Él va a verla muy seguido hasta Guadalajara, a donde se escapa so pretexto de cumplir con “viajes de negocios”.
 

LA DIOSA ARRODILLADA En los aeropuertos inician y terminan muchas historias de amor, como la de Raquel y Antonio.  
© Panamerican Films / Televisa (actualmente)


La situación es bastante cómoda para el infiel, porque él vive en México y viaja a GDL cuando le da la gana. Pero esa aventurilla extramarital la terminará  muy pronto, y dejará  de ir a verla, así de fácil pues se siente muy  presionado por los prejuicios y la terrible culpa que siente. Esta es una muestra de que hacer "ghosting" (desaparecer de la vida de alguien de repente, sin avisar ni despedirse) no es algo nuevo. Todo regresa a la "normalidad", él vuelve a respirar tranquilo y Elena "se siente muy feliz".

Tiempo después, por una jugarreta del destino, Antonio se vuelve a encontrar a la dichosa provinciana, todavía más sofisticada ―Raquelito es en realidad una “cocotte” de lujo con un pasado "que no bueno"―, que posa desnuda en el taller de Demetrio (Rafael Alcayde), un escultor amigo, en la Ciudad de México. El inusitado encuentro se suscita porque Ituarte necesita la escultura de "una Venus" que su esposa le ha pedido para colocarla en la nueva fuente de su jardín. La sorpresa de ambos es mayúscula y su pasión se vuelve a encender.


LA DIOSA ARRODILLADA La hermosa escultura de María Félix creada por el artista hondureño-mexicano Mario Zamora Alcántara (1920-2017) tiene un enorme parecido con la diva. En la película se supone que es "Raquel", la protagonista. © Panamerican Films / Televisa (actualmente)



Las  relaciones volcánicas continúan entonces, muy a pesar del poderoso empresario, a quien de veras le remuerde mucho la conciencia por engañar a la inocente, señora “de Ituarte” (la Granados), que es casi una santa, y cuya salud es muy frágil.

El melodrama realmente comienza cuando Raquel se aparece en la fiesta de aniversario de bodas de  los Ituarte; ella va del brazo del escultor (que nada sospecha). Elena, sorprendida, y maliciosa, de inmediato nota el enorme parecido de semejante femme fatale con la escultura de "La diosa arrodillada" que su marido le ha obsequiado. “La otra”, ataviada de manera espectacular, obviamente es muy mal mirada por la señora de la casa que la trata con mucha displicencia, cosa que a ella no puede importarle menos ―porque de seguro ya está acostumbrada―. A partir de allí se desencadena una vorágine de acontecimientos cruciales y definitivos.


LA DIOSA ARRODILLADA Protagonizada por las dos personalidades más emocionantes y  rutilantes de la cinematografía azteca de la época dorada. El maquillaje de Sara Mateos y los peinados de Esperanza Gómez son notabilísimos. Además, el vestuario de Lillian Opennheim y Aurora Mainez, es  absolutamente sensacional.   © Panamerican Films / Televisa (actualmente)


La presión moral y la tensión nerviosa de Antonio, el personaje de De Córdova, van in crescendo hasta los límites mismos del suspenso, pues en esos dramáticos papeles  ya sabe uno que cualquier cosa puede pasar en la retorcida trama… debido a que el  perfil de su personalidad es psicológicamente más “letal” que el de su contraparte; la propia “roba maridos” profesional.

No es casualidad que el súper astro Arturo de Córdova, una vez más, interprete a un atormentado y seductor hombre “border line” (antes se les llamaba de personalidad bipolar), que al filo de la navaja se debate entre su escala de valores y la locura de un deseo obsesivo compulsivo por Raquel, perfectamente interpretada por la más grande vampiresa del cine mexicano de todos los tiempos; quien en esta producción se ve increíble porque va lujosamente  ataviada con el fabuloso vestuario de la diseñadora Lillian Oppenheim.


LA DIOSA ARRODILLADA Arturo de Córdova también representa aquí al epítome del hombre fuertemente atormentado por sus debilidades humanas.  © Panamerican Films / Televisa (actualmente)


Ésto, definitivamente, es cine de culto, uno de los mejores ejemplos del “cine de rostros” que tanto caracteriza a la “Época de Oro del Cine Mexicano”, pues los tres protagonistas poseen una fotogenia que en manos del camarógrafo Alex Phillips llega a la genialidad.


LA DIOSA ARRODILLADA El rostro perfecto de María Félix como “Raquel” en erótico éxtasis; la mujer de lujo que vuelve locos a los hombres. La iluminación de este inmejorable fotograma no sería posible sin contar también con el gran profesionalismo de una actriz que se tomaba muy en serio su oficio. © Panamerican Films / Televisa (actualmente)


Como en Rebecca escrita por Daphne Du Maurier en 1938―, filmada en Hollywood por Hitchcock (1949), encontramos también aquí la figura clave de un fiel sirviente: el mayordomo Esteban (Carlos Martínez Baena, actorazo), personaje análogo al de aquella siniestra "señora Danvers" (el ama de llaves),  al  estilo mismo de un “Can Cerbero”, que inadvertidamente, y con “carita de yo no fui”, todo lo ve y todo lo sabe… 

Alto voltaje y emociones muy fuertes, son manejadas muy hábilmente por Gavaldón, en esta historia del autor húngaro Ladislas Fodor,  co-escrita y adaptada  por el mismo Gavaldón y José Revueltas; un vehículo más, hecho a la medida para dos legendarios e irrepetibles monstruos sagrados. 

Pueden encontrarla en la Internet en su versión ya restaurada por la Cineteca Nacional y preservada por la Filmoteca de la UNAM (Universidad Autónoma de México) y la Fundación Televisa, A.C. 

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

sábado, 14 de agosto de 2021

JUNGLE CRUISE

 

JUNGLE CRUISE Una aventura cuya fuerza la convierte en una pieza a modo de cuento. Compendio de emociones, de filosofía, de superación personal, de esperanza y de que el bien, y el amor, siempre prevalecen sobre el mal. © Walt Disney Pictures



JUNGLE CRUISE (EE.UU., 2021, Dir. Jaume Collet-Serra) Aventura muy al estilo de Indiana Jones, en la que un objeto sagrado y mágico despierta la codicia de un malvado príncipe alemán que quiere “controlar” el mundo, como es usual… pero para evitar que él lo encuentre primero están la bióloga Lily (Emily Blunt) y el capitán de la pequeña embarcación. Ambos se le adelantan por un escaso margen.

Esta producción de Disney es verdaderamente graciosa, no para uno de reírse porque Frank, el capitán (Dwayne Johnson “The Rock”, destila ese carisma que lo identifica como una de las grandes estrellas consentidas de Hollywood), es un verdadero granuja que se las sabe de todas todas. No obstante, la Dra. Lily es la que se lleva las palmas porque aparte de bella (y rubia) es una chica inteligente, enérgica, rebelde e intrépida que dista mucho de ser la damita delicada y ñoña que sólo toma el té ―con galletitas― de las 5 con sus vestiditos de raso y encaje de los años de la Primera Guerra Mundial. Los acompañan en esta aventura el hermano de la chica, McGregor (Jack Whitehall); ése sí que es todo un sofisticado dandy londinense y, como siempre, también hay una mascota: la preciosa minina (en realidad es un jaguar) llamada  “Próxima” ―sin querer vimos la película doblada al castellano―. La música de Wagner, los gags, las vueltas de tuerca, los elementos fantásticos y los sortilegios son muy disfrutables. Los Fx son lo que ya es de rigor en la cinematografía de divertimento hollywoodense actual.

Este reciente estreno en las salas bien pareciera una bobería de verano pero no lo es, pues como se decía antes: tiene “mensaje”. La fuerza del trasfondo la convierten en una pieza que es un compendio de emociones, de filosofía, de superación personal, de esperanza y de que el bien siempre deberá prevalecer sobre el mal. 

Absolutamente familiar puede ser disfrutada por el público adulto que busca divertirse en grande con este crucero por el mítico río Amazonas, que está lleno de bellezas y secretos. De verdad, este filme no es malo para nada. Inclusive, aunque dejé de hacerlo hace tiempo, le doy una calificación de 3/4 estrellas…

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

martes, 10 de agosto de 2021

LA VERDAD

 

LA VERDAD A los dioses de cine todo les perdonamos, sean terribles o misericordiosos, llenos de defectos o de virtudes ―como a las mismísimas deidades mitológicas―, porque son necesarios para comprender nuestro propio Ser. © 3B Productions, Bun-Buku, MI Movies, France 3 Cinéma, Garidi Films




LA VERDAD / La Vérité (Francia, Japón, 2019. Dir. Hirokazu Koreeda).
Decía María Félix: “A una actriz no se le describe, se le inventa”. Cuantimás si se trata de una "diva". Ella tenía razón. Porque, ¿a quién le importa la verdad cuando de estos seres míticos y soñados se trata? La misma Monroe entendía y practicaba dicha mistificación desde el momento en que ya dentro de la nómina de la Fox como starlett los publicistas del estudio le decían qué “tenía que decir”: Que había sido descubierta casualmente por un productor cuando su esposa la había contratado como baby-sitter en su residencia. Hasta una serie de fotos cuidando a un par de bebés le tomaron para armar semejante cuento. Norma Jeane de niñera, ¡no bueno, falsedad de falsedades…! Después la misma Marilyn dijo la verdad, porque esa boba historieta resultaba tan inverosímil que ni a ella le gustaba.

El director Gaspar Noé dijo: “El cine es el arte de contar mentiras” cuando presentó su largometraje Irreversible (Fra. 2002) en el Festival de Cine Francés en México. Es cierto, todo en el cinematógrafo es mentira. Las historias son ficción pura, aunque estén "basadas en hechos reales", los irresistibles galanes de la pantalla resultan ser bastante tímidos e inseguros, las diosas de celuloide son unas verdaderas ególatras bastante insoportables, dentro y fuera del set. Unas y otros más o menos, pero la realidad es lo que menos importa.

En su propia autobiografía Bardot, Deneuve, Fonda: Memorias de Roger Vadim, el cineasta cuenta la historia de Brigitte, de Catherine y de  Jane. Tres actrices fabulosas que él personalmente  creó y lanzó al estrellato, y por cuya grandeza posterior apenas podían ser consideradas como “humanas” por el gran público mundial. Ellas son ejemplos de bellezas  inalcanzables; talentosas y leyendas vivas de su propio tiempo. A esas chicas  sencillas y naturales de principio, la industria del cine (al igual que a la gran mayoría de los artistas) las volvió criaturas  monstruosas, tanto que ni ellas mismas se aguantan; porque a la postre resultan ser unas señoras bastante neuróticas y dañadas, que terminan creyendo que de verdad son divinas. Por supuesto que en muy  diferentes gradaciones, claro ―por ejemplo la Bardot de joven intentó suicidarse varias veces, ya sea porque de veras estaba desquiciada o únicamente para llamar la atención, vaya uno a saber―. Sin embargo, caprichosas, de feos modos, lindas o no, todos las amamos porque no importa cuán imperfectas sean en realidad, sus personajes sean como fueren, siempre nos subyugan tan sólo por el hecho de "aparecer" en la pantalla representando personajes. Las imágenes enmarcadas o encuadradas son muy atractivas para el ojo, pero los son mucho más si éstas son de seres que "se mueven", que ríen, que sufren, gozan, lloran y, sobre todo, si se muestran preciosamente seductoras o ellos de irresistible valor y galanura. Tal es la magia del cine que reviste a las stars.


LA VERDAD Las formidables Deneuve y Binoche, dos divas  de diferentes generaciones en un magistral téte a téte en  el cual quien termina por ganar es el público. Cada una tiene su propio encanto, aunque Mle. Binoche sea bastante más antipática.  © 3B Productions, Bun-Buku, MI Movies, France 3 Cinéma, Garidi Films



Ésa precisamente es la trama de la película La verdad; la fantasía contrastada con la realidad de una sempiterna, esplendorosa y cinematográfica diva rubia. Resulta que Fabienne (una Catherine Deneuve verdadera e increiblemente deslumbrante todavía) es una famosa actriz que publica sus memorias. El detalle es que se le ocurrió incluir en el texto abundantes "mentirillas" que coadyuvaran a mantener la  ilusión y a encumbrar todavía más el hechizo de su fabricada personalidad. La siempre rebelde y discrepante Lumir (Juliette Binoche), su única hija que vive en Nueva York al  lado de Hank (Ethan Hawke), ―un actor al que por cierto también le gustan las mentirillas, ¿cosa rara no...?―, como es enemiga de las "máscaras" al leer el libro vuela de inmediato a París para enfrentarla y poner algunos puntos sobre las íes. Además de “aclarar” ciertos puntos que no han quedado del todo resueltos entre ella y su celebérrima madre desde que era niña y después  adolescente.

El reparto es de ensueño, la fotografía es sobria, la dirección es excelente y el argumento, también de Hirokazu Koreeda, al estilo del  “cine dentro del cine” es algo ya visto antes. Pero resulta novedoso y refrescante, muy contemporáneo, sobre todo debido al sutil tratamiento de los sentimientos, de los recelos y la inseguridad que provoca en la figura ya consagrada de Fabienne la joven Manon (Manon Clavel, muy bella), la prometedora actriz que debuta  a su lado en el rodaje de su más reciente película, pues  Manon es y está magnífica.

Ese final de travelling inverso y en contrapicada de la actriz en su jardín nos devuelve la seguridad y el gozo de saber que la vida toda es un sueño, y que más vale disfrutarla a cada momento. Esta cinta es un verdadero homenaje del director japonés a la Deneuve. Es más, me da la impresión de que el cineasta tal vez, al igual que todos nosotros, también esté enamorado de la hermosa e irrepetible actriz símbolo de Francia. Tal fenómeno no es nada raro por supuesto, pero a algunos directores se les nota mucho más que a otros...

Después de todo, bien que queremos a las diosas y a los dioses de nitrato de plata, y está bien claro que  todo les perdonamos, porque buenos o malos, terribles o misericordiosos, llenos de defectos o de virtudes, perfectos o no, ellos como los mismísimos dioses de la mitología griega, son totalmente necesarios para poder comprender a través de ellos la realidad y la irrealidad de la vida, lo cual nos permite tratar de explicarnos nuestra propia ontología. 

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

viernes, 6 de agosto de 2021

MÁS DE MARILYN

 

MARILYN MONROE En la sesión para "Vogue" fotografiada por Bert Stern en  la última semana de junio de  1962. La súper  estrella estaba en el cénit de su belleza. Seis  semanas después fue víctima de un feminicidio clasificado como "suicidio". Así de  sencillo, gracias a los encubrimientos de la alta política.
                                                                      


¡Arte, arte, el arte…! Ese enorme algo que nunca nos hartará y a través del cual nuestra vida se torna mucho más profunda e interesante, más fascinante, más humana. Leámonos a nosotros mismos en la obra de los artistas.

Entre múltiples ejemplos de artistas del cine ―ya inscritos con letras de oro en el llamado  "Hall of Fame"―, Marilyn Monroe es una de las más grandes, la más rutilante, y aun hoy en día mucho más que nunca con una sorprendente vigencia. Ahora, las nuevas generaciones la conocen por sus fotos de la Internet, por los videoclips de sus películas y por la memorabilia que inunda el mercado de los souvenirs: desde sus discos, estampitas y muñecas, hasta las líneas de ropa y los vinos con su nombre y efigie, por supuesto ya como marca registrada. Irónicamente, a ella le disgustaba ser considerada un "símbolo sexual", porque eso, decía, presuponía el volverse una cosa, un objeto de consumo… Ahora ella es una trade mark que sigue produciendo millones de dólares.

Sin embargo, Marilyn ciertamente  sí era, y  sigue  siendo un símbolo. Por ser tan espectacularmente hermosa y rubia, representó el papel de la “rubia tonta” a la perfección en sus películas, pero por supuesto sin serlo. Lo hacía tan bien que se volvió todo un estereotipo, más aún: un arquetipo. 

Todos pensaban que así era ella en realidad, que "no actuaba”. Semejante “top of mind”, referente mental primario, la hizo víctima de su propio estilo con los productores ―sobre todo en sus primeras películas donde era incluida solamente como muñeca decorativa con diálogos muy escasos pero con un vestuario muy ceñido y lucidor―. 

Admirada y adorada por el público era a la vez subestimada y tratada con escarnio por la prensa y la crítica de su tiempo, a pesar de que era una excelente comediante. El público la pedía en más y más películas, así que a Spyros Skouras, el presidente de distribución de  la 20th Century Fox, no le quedó más remedio que contratarla por 7 años e incluirla doquiera que se necesitara una rubia sensacional. No obstante, nunca fue tomada muy en serio y en muchas ocasiones al ser entrevistada lo hacían de forma irrespetuosa, vulgar y a veces  para burlarse de ella. Pero por lo general era ella la  terminaba por demostrarles su gran ingenio y agudeza mental con respuestas que ponían en su lugar a los reporterillos de chismes de la farándula. A sus alocuciones pronto les llamaron “monroísmos”, de los cuales hay muchísimos ejemplos, inclusive recopilados en varios libros:

―¿Qué tenía puesto en el calendario rojo…?
―La radio…

―¿Le molesta vivir en un mundo de hombres?
―No, si en él puedo ser una mujer.

―¿Qué opina del sexo?
―Que es parte de la naturaleza, y yo estoy de acuerdo con la naturaleza.

―¿Cuál es su peor temor?
―La bomba “H”.

―¿En verdad es usted tan rubia?
―¡Nadie es así de rubia…!



MARILYN MONROE CALENDARIO "GOLDEN DREAMS" Uno de sus famosos "Monroísmos":
―¿Qué tenía puesto en el calendario rojo…?
―La radio…


Su carrera fue tan fulgurante que se posicionó como una de las  10 estrellas más taquilleras de Hollywood y la más  famosa del mundo. El público realmente la adoraba. 


MARILYN MONROE EN SU PRIMERA PORTADA DE "LIFE" Fotografiada ya como símbolo sexual nada menos que por Philippe Halsman...  y todavía no era 1953, el año de su espectacular apoteosis, en el que se estrenaron, exitosamente  una después de otra: Niagara/ Torrente pasional,   Los caballeros las prefieren rubias y Cómo pescar un millonario

Y pasaron los años...

MARILYN PASA DE SER LEYENDA A SER UN MITO
 
No fue sino hasta el 6 de agosto de 1962, dos días después de su misterioso "suicidio" (del que todavía se especula mucho sobre si la autoría intelectual y su ejecución fue de parte de  los "hermanitos Kennedy"), que apareció la noticia de su muerte en los periódicos de Estados Unidos. El mundo entero se estremeció. Nadie podía creelo... 

Hubo muchos testimonios de personas que aseguran haber visto a Bobby Kennedy en Los Ángeles ―ese fatídico sábado 4―. Inclusive, vecinos de la estrella dijeron que lo vieron entrar a la residencia de la Monroe acompañado de otro hombre que portaba un maletín médico... Por otro lado, un agente de tránsito cuenta que detuvo un auto que iba a exceso de velocidad en un boulevard angelino con dirección al aeropuerto y que le extrañó mucho ver que en el asiento de atrás iba el hermano del presidente, que por cierto era nada menos que el Fiscal General de la Nación. Si bien, en entrevistas posteriores, Robert Kennedy negó haber estado ese día en Los Ángeles (pero oficial y casualmente sí estaba en el norte de California).


Por supuesto nada de todo ello fue declarado en una investigación oficial bajo juramento de decir verdad ante una corte judicial que investigara el caso. Ni la horrorosa Eunice Murray, el ama de llaves, de quien Marilyn sospechaba que la vigilaba en demasía y a quien ya había decidido despedir muy pronto, por considerarla una descarada espía de su torvo psicoanalista, el Dr. Ralph Greenson. Además de esos dos, tampoco su agente de prensa, Pat Newcomb, que sabía mucho más de lo que aparentaba, fueron jamás llamados a declarar, porque sencillamente no hubo carpeta de investigación, a pesar de que el caso fue real y escandalosamente cuestionable a ojos de los "investigadores" y, sobre todo, a los del sargento Clemmons, del departamento de policía de Los Ángeles, quien fue el que  asistió al llamado para  verificar el deceso de la actriz. El reporte fue hecho con muchas horas de dilación, ya muy avanzada la madrugada. Él dijo que la posición del cadáver y otros elementos, como que no hubiera un solo vaso de agua en la habitación, le parecieron como una malísima "puesta en escena" para que pareciera "suicidio". ¿Quién es capaz de tragar decenas de píldoras somníferas sin tomar agua...? Días después la autopsia reveló que no había trazas de pastillas ni de su colorante en ninguna parte del sistema digestivo de Miss Monroe.

El veredicto final del jefe de la morgue en el certificado de defunción de Marilyn Monroe fue: "Probable suicidio".


MUERE MARILYN MONROE Pastillas las culpables. Portada de "Los Angeles Times" del 6 de  agosto de 1962, presuponiendo un suicidio. La trágica noticia le dio la vuelta al mundo.       



La producción Blonde de Netflix, con Ana de Armas como la Monroe, que sería estrenada en 2021 se pospuso hasta el 2022, porque en la versión del director las escenas sexuales fueron consideradas "demasiado atrevidas" y explícitas por parte de los ejecutivos.


ANA DE ARMAS COMO MARILYN En la controvertida Blonde de Netflix, que todavía no se estrena, porque supuestamente le están haciendo cortes y retakes para que las escenas de sexo no sean tan perturbadoras visualmente.
© Netflix



La  verdad  es que en la obra original, el libro Blonde de  Joyce Carol Oates publicado en  1999, y en  la que está basada la puesta en pantalla, es  una biografía de ficción  fortísima, efectiva y realmente atrevida; pero no por ello menos interesante. Tal vez  esté muy cercana a la realidad de una  mujer cuyo atractivo sexual e imagen pública eran la personificación de la pasión y las fantasías eróticas del mundo entero. Todavía habremos de esperar  para verla finalmente como una versión mutilada,  bastante más light, ¿qué remedio...? 

El libro sí que contiene varios pasajes muy audaces que son francamente perturbadores.  


BLONDE De la celebrada escritora norteamericana Joyce Carol Oates, ha  sido muy premiada; tanto, que estuvo muy  cerca de recibir el Pulitzer. Es verdaderamente impactante, y sí, dudo mucho que algunos pasajes tan lujuriosos sean aptos para todas la audiencias en  su adaptación cinematográfica. Sobre  todo en  esta  época de "tanta corrección socio-política" e hipócritamente moralina de  tendencia oscurantista.



Si lo pueden conseguir léanlo, pues a pesar de los pesares, es altamente recomendable. Es literatura pura, de verdad muy impresionante, tanto que se convirtió rápidamente en un best-seller; y sin afán de alardear vaya que hemos leído muchos libros sobre la Monroe. 

También les recomiendo el extraordinario, y tal  vez el mejor y más exquisito libro sobre ella: Marilyn: Un relato inédito de Norman Rosten, Grijalbo, 1975. El autor a diferencia de Oates, sí la conoció personalmente, y muy bien, porque además fue su íntimo amigo. Ella solía mostrarle sus escritos y sus versos. Él, como el profesional que era, la guiaba y la alentaba para que escribiera mejor poesía.

Si los libros no están a su alcance, o no les gusta leer, vean entonces cualquier película de Marilyn; varias de ellas son clásicos del cine que continúan exhibiéndose, y no únicamente en streaming, sino también en las salas de arte y en las cinetecas.

A pesar de haberse levantado, desde muy abajo, para alcanzar el triunfo nunca perdió su candor, dulzura y compasión; la caracterizaban su gran sencillez y naturalidad. Siempre fue amable, accesible y absolutamente hermosa y talentosa. Marilyn Monroe permanece congelada en el tiempo. 

Es una ironía absolutamente siniestra que tal vez el motivo principal de semejante idolatría sea que ella permanece siempre sonriente, joven, lozana, vital; como una dulce hada del sexo. 

El destino le negó completar el ciclo humano normal: Ella terminó siendo una diosa porque representa una especie de perfecta felicidad ingenua, casi infantil pero a la vez muy erótica, ¡y porque jamás envejeció...!

En respetuosa y amorosa memoria de Marilyn Monroe. 

¡Feliz cumpleaños güera...!

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado

sábado, 24 de julio de 2021

UNA MUJER EXTRAORDINARIA ATRAPADA EN UNA VIDA ORDINARIA

 


UNA MUJER EXTRAORDINARIA ATRAPADA EN UNA VIDA ORDINARIA Una obra sobre los valores de una sociedad que vive  de apariencias y de la hipocresía generadas dentro del ámbito familiar. Rebecca Jones está sencillamente rutilante.


UNA MUJER EXTRAORDINARIA ATRAPADA EN UNA VIDA ORDINARIA (Shirley Valentine). Escrita por el dramaturgo inglés Willy Russell. (Puesta en el teatro "Aldama" de la CDMX, julio 2021. Dir. Rebecca Jones). Una producción de Rubén Lara, es una puesta que t-o-d-o mundo debería ver. La función cultural del teatro trasciende el mero divertimento para culminar en un fenómeno social de alcances filosóficos que son formativos y necesarios para la sociedad. Los griegos nunca estuvieron equivocados. La obra aquí referida es una pieza, aunque ellos dicen en su publicidad que es una "comedia", porque es muy divertida; la diferencia es un poco confusa, pero muy significativa: La finalidad de la pieza es crear consciencia, a través de varios mecanismos, entre ellos la auto crítica, la reflexión y la epifanía, para que los personajes sean capaces de resolver una problemática lo suficientemente importante,  molesta o agobiante, y puedan liberarse de cualquier defecto o carga opresiva que obstruya su felicidad, y finalmente, para que su existencia pueda hallar su verdadera dimensión axiológica o su sentido real. Las piezas suelen ser bastante incendiarias y altamente provocadoras.

Sea como fuere, esta puesta en escena de un productor ya muy experimentado, es una absoluta maravilla. La realización es impecable, llena de Fx inusitados, con una magnífica iluminación sincronizada perfectamente con los trazos, y en suma, bajo la estupenda dirección de una "vieja loba de mar", la Srita. Jones… El tema es tan sencillamente profundo y aterrador que nos convoca a una resignificación de nosotros mismos y nuestras circunstancias. De entrada, pareciera que está dirigida al público femenino, pero no, también a los hombres nos atañe, y mucho. Sobre todo, a los que tenemos la suerte de ser acompañados en esta vida por una mujer.

Debido a las medidas de seguridad sanitaria, aparte del orden, de la sana distancia ~tanto en la fila de la taquilla, para entrar al lobby y entre asientos~, del gel, la toma de la temperatura y de una nebulización corporal de desinfectante, la sorpresa es que las acomodadoras no reparten "programas de mano". Después anunciaron en las llamadas que había un código QR con los datos y créditos de la obra en el atrio, pero un ujier me dijo que "no lo habían puesto", ¡vaya olvido! No obstante, él me ofreció mandármelo a mi e-mail. Todavía no lo recibo, pero en fin, así que les debo la ficha técnica.

Aunque después de todo, lo importante es el gozo de la recomendación personal. He visto teatro en México, en Los Ángeles, en Broadway, en Madrid y en Londres, así que más o menos tengo referentes. Algunas obras al estilo de los monólogos me han dejado muy impactado a lo largo de mi vida: Mujer como trigal, con Mónica Serna, La divina Sarah (sobre la Berndhart) con Rosa Ma. Bianchi, Íntimamente Rosario con Ofelia Medina, La Marquesa de Sade con Margarita Sanz, Las tentaciones de María Egipciaca con Beatriz Sheridan y Fedra de Racine con Laura Zapata son títulos dignos de mención. Debido a que ésas no fueron solamente actuaciones sino verdaderas transfiguraciones apoteósicas de actrices sublimes dignas de una larga ovación. En el "Polyforum", Contradanza (que realmente no es un monólogo) con Claudio Obregón en 1985, Hay una luz sobre la cama de Torcuato Luca de Tena con Alejandro Camacho (también escenificada en el "Polyforum" de esos tiempos), y más recientemente Yo soy mi propia esposa, con el genial Héctor Bonilla, son ejemplos de otros obrones de sus contrapartes masculinas. Claro que en México también hay dioses escénicos…

La conocida y muy popular actriz Rebecca Jones, que fue recibida con un gran aplauso, como todos los espectadores reciben en el escenario a las figuras que reconoce, y que  quiere, (nada más recordad, entre muchísimas otras, su magnífica actuación en la triunfal y transgresora telenovela La vida en el espejo, 2000, dirigida por Antonio Serrano en Argos para TV Azteca), es una gloria de la escena nacional que ha hecho de todo. Esta vez la Srita. Jones llega a las alturas insospechadas y a la calidad histriónica de las divas, de las auténticas damas del teatro. Su construcción de la frustrada, aburrida y semi idiota (en un principio) Shirley Valentín (Sic), personaje que raya casi en lo grotesco al inicio de la trama, pero que poco a poco gracias a la toma de consciencia de su triste realidad, como un constructo propio, resultado de su abandono personal, se auto conduce hacia la valiente liberación y a la majestuosidad de una verdadera reina que nos deja sorprendidos.

No puedo, ni debo contarles mucho, porque no se vale vender la trama de esta reposición (el año pasado tuvo una corta temporada), y porque ésta no es una reseña, es un intento de crítica, un panegírico o diatriba (según), o como gusten llamarle. Lo importante es que si viven en la CDMX vayan a verla pronto, o espérenla en sus ciudades, porque seguramente la llevarán de gira. 



Tampoco debería decírselos, pero terminé muy emocionado y llorando (y no fui el único), pues los fenómenos teatrales de este tipo, por lo general tan provocadores y desafiantes, una vez más y como siempre, dejan huella y nos hacen querer ser mejores seres humanos.

¡Telón…!

Aplausos y ovación.

MarcH de Malcriado

sábado, 17 de julio de 2021

EL DIABLO ENTRE LAS PIERNAS

EL DIABLO ENTRE LAS PIERNAS Es una cubetada de agua helada sobre un público que no se haya acercado antes a las películas de Ripstein. Pues los agarra desprevenidos e indefensos ante el mórbido retrato de la decadencia que les espera, si es que tienen la suerte de llegar a viejos…
© Alebrije Cine y Video/ Oberon Films




EL DIABLO ENTRE LAS PIERNAS (México, 2019. Dir. Arturo Ripstein). 
Esta producción bien pudiera intitularse "Dios entre las piernas", si la denostación machista sobre el sexo femenino no lo considerara como el vórtice del “pecado” ―tolerado y necesario únicamente para la reproducción y sólo desde y hasta cierta edad―, cosa que seguramente no cambiará en nuestra cultura judeo-cristiana jamás. El sexo, que siempre se encuentra entre las piernas, sigue siendo la más grande de las obsesiones humanas; sin embargo, es un verdadero tabú, sobre todo cuando lo practican aquellos seres humanos que ya no son jóvenes, los que son viejos, los muy eufemísticamente llamados de la 3ª edad.

Es muy difundida la idea de que muchas mujeres después de la menopausia, y casi de un día para otro, pierden su interés por el sexo; los hombres dejan de importarles, ya sea porque son viudas, separadas, divorciadas o porque ya están hartas de sus maridos. Yo creo que es más bien un mecanismo de defensa, una especie de resignación ante el hecho de ya no ser consideradas como objetos de deseo, porque creen que pierden su atractivo, y porque se sienten incapaces de competir con las mujeres jóvenes; claro, no lo sé a ciencia cierta pero me atrevo a especular porque algunas de mis contemporáneas desde hace tiempo me han confesado que se sienten disminuidas y humilladas porque los hombres “ya nos las ven”, porque las que acaparan las miradas ahora son sus hijas… ¿será porque todo es cuestión de autoestima? 

Por el otro lado, y la mera verdad,  es que los hombres solemos ser bastante desagradables para ellas (y su misantropía es bastante entendible) porque somos egoístas, insoportables y aunque ya mayores sequimos siendo inmaduros, a veces hasta medio infantiloides y básicos. Además de que con la edad se nos acusan esas características, para colmo nos volvemos bien cascarrabias, total, unas monadas... ¡unos verdaderos neuróticos! Pero al mismo tiempo, los varones casi nunca perdemos la libido y el vigor viril se nos va extinguiendo muy poco a poco; inclusive, el proceso puede durar varias décadas. Es por éso no dudamos nunca en poner a prueba a cada rato nuestra autoestima, basada en nuestra "capacidad de seducción", de allí los tan famosos dichos: “viejo cochino”, “vejete rabo verde” y así…

En este nada halagüeño marco biológico y socio-cultural se inserta esta increíble y estridente película, que en vez de mostrar a un par de dulces viejecitos, todos apacibles y amorosos, nos enfrenta a una pareja de septuagenarios desgarrados, en la que la señora no ha perdido para nada el apetito sexual, habiendo sido, desde antes y para siempre, una verdadera mujer gozosa de serlo con todos los furores intrauterinos intrínsecos de su género y de su orientación sexual. Tal vez en psiquiatría hasta podría ser diagnosticada como una ninfómana, no lo sabemos. Su señor la llama de  otra forma... 

En total contraposición está “el Viejo” (el genial Alejandro Suárez), su marido, que bien frustrado y torturado por sus recuerdos, por su inseguridad, su incipiente disfunción eréctil y locura senil, está celoso y resentido porque su mujer era, y sigue siendo, una criatura hermosa e hipersexuada. La escena del dildo no tiene parangón y es sublime. De hecho, desde el momento en que “el Viejo” descubre dicho artefacto en el ropero de su esposa, ya es bastante perturbadora; pero cuando por último termina por cumplir su función, un estallido de morbo inunda la sala y los espectadores quedamos absolutamente pasmados. Y yo que creía que Fassbinder era el director más atrevido de todos.

¡Púmbale, y nos cae la bomba…! Así es Ripstein, nuestro guía de los tours a través de los inframundos humanos, ésos a los que muy pocos cineastas se atreven a entrar.

Si el argumento de Paz Alicia Garciadiego, como siempre, ya de por sí es brutal, la magistral fotografía de Alejandro Cantú, en blanco y negro de esa casa sombría, llena de pasillos y habitaciones de extraña y vetusta decoración que hacen del ambiente algo mucho más fantasmagórico y sofocante, vuelven todo el asunto  casi insoportable. La tensión de la cámara subjetiva que persigue al Viejo en su deambular por los espacios, abigarrados y oscuros, hasta que se encuentra con ella, la siempre anhelante y viva “Beatriz”, tan sufrida y resignada, la pobre víctima de un demencial ying-yang que los martiriza y los devora a ambos desde siempre, nos seca la boca.

La actuación de Sylvia Pasquel como la inaudita e inédita “Beatriz”, es absolutamente deslumbrante, porque puso todo su talento a disposición del más iconoclasta y tenebroso realizador que haya existido en México después de Adolfo Best Maugard. Lo mismo impacta inmóvil recostada en su cama, sufriendo en silencio las vejaciones de su loco marido, que con sus devaneos y entallado vestido, bailando en el Salón de Tango “Lucila”, a donde archi guapa, soñadora y lúbrica se escapa, empeñada en seducir a su compañero de baile.

Patricia Reyes Espíndola, como la peluquera también está de premio. Definitivamente, Arturo Ripstein es un director de actrices, pero de las más excelsas, no cabe duda. Tan sólo recordad Las razones del corazón (Ripstein, 2011) ―ya reseñada por aquí hace un tiempo―, con la recientemente ovacionada y gloriosa Arcelia Ramírez en el LXXIV Festival de Cannes, nada más ni nada menos…

Con un cine de culto únicamente para públicos ya iniciados y altamente sofisticados, ésos de sala de arte o de la Cineteca Nacional, Arturo Ripstein en cada entrega se supera a sí mismo y nos embelesa con la belleza del Diablo, que es aquél a quien finalmente, todos llevamos dentro, pero nos negamos a aceptar. Ésta es la más transgresora, sórdida y terrible, pero por ello la mejor película mexicana de autor que se haya proyectado en la pantalla en los últimos años. ¡Bravo maestro, bravo…!

¡Corte y queda…!

MarcH de Malcriado